Recuerdo de Febrero

Nuevo colegio


A veces la vida es un remolino, une a las personas por una razón...

Edesia

Me presento, mi nombre es Edesia, vivo con mis tíos ya que mis padres murieron cuando yo era muy pequeña, así que ellos se hicieron cargo de mí desde entonces, puesto que no cuento con más familia, lo que me resulta triste.

Me hubiera gustado tener una familia numerosa, llenar la mesa en navidad y en año nuevo,  pero estoy agradecida de contar con mis tíos y mi primo.

Ellos me quieren y procuran como a su hijo lo que me hace sentir que también soy parte de esta familia, debido a que Brayden estudia la carrera de medicina, en casa solo somos tres, 

Vivimos en un edificio, en el piso 8, nuestro departamento es muy bonito, aunque tenemos problemas con los vecinos de enfrente.

Santiago Clark, el patriarca de la familia, compró todos los departamentos del piso ocho, bueno, casi todos.

¿Adivinen quién no quiso vender?

Así es, mis tíos.

Los Clark nos aborrecen por no venderles el departamento, casi todo el piso ocho es de ellos, al comprarlos unió todos los departamentos para que fuera una casa o algo así, la verdad no sé cómo se diga, aquí el arquitecto es él, no yo.

Los Clark son una familia muy influyente, podría decir que hasta la más importante de California, por algo su firma de arquitectos está en el ranking de los 20 estudios o firmas más famosos de todo el mundo.

La familia esta compuesta por Santiago y Sahara Clark que son los padres, Clara Clark hija mayor, estudia la universidad, Giuseppe la adoración de la familia al ser el único hijo hombre que tuvieron y por último Amanda Clark dos años menor que su hermano.

Esa familia aparenta ser perfecta y lo digo porque mis tíos dicen que eso no existe, nadie es perfecto, aunque tengo que admitir que sus tres hijos son demasiado atractivos físicamente, yo sé reconocer la belleza y esas chicas son como modelos al igual que su hermano.

Tal vez se pregunten porque menciono a esa familia,  la razón tiene nombre y apellido Giuseppe Clark es mi "crush" desde que tenía siete años, es que si ustedes lo vieran se enamorarían, esa sonrisa perfecta, esos ojos, esa nariz, esos labios tan perfectamente hechos para mí.

Dejo salir un suspiro al imaginarlo.

La pregunta aquí es, ¿acaso puede existir alguien tan atractivo?

La respuesta es sí, tan solo mírenlo, además no soy la única que lo dice, las revistas me respaldan, reconozco que mi descripción de él es muy superficial, pero sinceramente no puedo opinar más allá de su físico porque no lo conozco.

Y para mi mala suerte no estudiamos en el mismo colegio, aunque eso no es relevante si me pongo a pensar que lo tengo enfrente, literalmente. Si yo dejara un poco de lado la cobardía en este momento saldría del departamento, caminaría unos pasos hacia enfrente, tocaría su puerta y le hablaría, pero eso no va a pasar.

―Edesia —toca dos veces la puerta —la cena está lista ―avisa Karla una empleada, al escuchar su voz de inmediato dejo de imaginar a Giusepe.

―Voy ―respondo mientras me levanto de la cama y guardo mi diario debajo de mi almohada.

Salgo de mi habitación con una sonrisa, pensar en Giuseppe siempre me pone de buen humor, es tan raro que sin siquera conocerlo y haberlo tratado provoque en mí alegría.

Al momento en el que tomo asiento en mi respectivo lugar de la mesa, noto la preocupación en la cara de mis tios, algo es claro, algo pasa y quieren decirme, pero no saben como.

—Cariño —al escuchar la voz tan bonita de mi tía, me hace reafirmar el motivo por el cual fue actriz durante mucho tiempo.

―¿Qué pasa? —pregunto antes de empezar a cenar.

―Hay un problema ―responde Marlene, ese el el nombre de mi tia, yo la miro un poco confundida, ¿un problema de que? ¿Es grave? Los nervios se apoderan de mí y al  ver que no dicen nada más mis cerebro empeiza a armar muchas teorías, una peor que la anterior.

―Lo que sucede tiene que ver con el colegio ―continua mi tío Andrew, al ver que su esposa se queda sin palabras.

―¿Qué pasó?

―Tú sabes que hace un mes empezaron las clases, ¿verdad?

―Si.

Clases a las que no he asistido, ya que hubo un problema con la directora.

―Tratamos de arreglar el problema que tuviste, pero la directora le creyó a tu compañera y no te quiere en su colegio ―dice mi tío con pesar. Es evidente que le creyó a mi compañera,  es su hija, no la iba a poner por encima de mí, aunque ella fuera la única culpable.

―Nosotros no podemos dejar que sigas perdiendo clases, así que hoy te inscribimos al colegio "Sergio Galle" ―mi boca es una "O" ―yo sé que tú tenías todo allá pero la...

―¡Es una noticia increíble! ―comento emocionada ―¡gracias, gracias, gracias! ―me levanto de mi asiento y los abrazo.

Mi actitud les sorprende, debieron suponer que al decírmelo me lo tomaría a mal.

―¿No te molesta? ―pregunta incrédula mi tía.

―Por supuesto que no.

«¿Cómo me va molestar? Ahí estudia el amor de mi vida»

―Me alegra que lo hayas tomado así ―comenta Andrew después de beber agua.

—Ustedes me han enseñado que en la vida hay etapas, no puedo aferrarme a algo, porque quizá lo que viene es mejor.

—Así es, cariño.

—A mí me parece que tu felicidad tiene que ver con otra cosa.

—Puede ser —respondo con una sonrisa.

―Muy bien, te integras el lunes ―informa y yo no dejo de sonreír.

¿Acaso hay algo mejor que esto? No lo creo.

Tan solo imagínenselo, yo estudiando con  el amor de mi vida.

—Esto es demasido para mí —comento de manera exagerada cuando estoy en mi habitación.


 


 




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