El semblante de Claris se tornó frío, callado y lastimero. La mire sin decirle nada, ahora yo, ya sabía lo que le estaba ocurriendo; un fuerte sentimiento dentro de ella, la ahogaba, pronto unas lágrimas silenciosas brotaron de aquellos ojos celestes que, me miraban pidiendo comprensión y protección.
-Quieres hablar de lo que te sucede o prefieres callar. ¿Puedo ayudarte de alguna manera Claris?
-Hayden nadie puede ayudarme. Mi destino, está sellado.
--¿Sabes por qué? Tu reflejo se muestra de esa forma; fragmentado en pedazos, cuando te miras en el espejo verdad. Tu alma está condenada éstas, maldita. Has pactado con el demonio.
--Calla Hayden, no debes mencionar eso, él podría venir por mi.
--Yo soy la última que queda de la familia Stanford. Mi padre Edward Stanford al morir, me dejó una gran fortuna, pero con esa fortuna venía un oscuro secreto. Solo había una forma de que yo heredara todo y me convirtiera en la gran dama de la sociedad.
--Yo tenía unos escasos 12 años cuando mi padre murió en circunstancias muy extrañas. No estaba preparada para enfrentar una vida sin comodidades ni lujos.
Para poder heredar todo y no quedarme en la calle, tuve que aceptar la renovación de un pacto secreto y maldito que, todos los herederos de la herencia de mi familia Stanford debían hacer.
--Siempre las personas tienen elección, independientemente de la situación; que le presente la vida. Ahora ya sabes por experiencia propia que, nadie que pacte con el demonio puede llevar una vida feliz.
--Era una niña sin experiencia de la vida, nunca pensé que mi vida se convertiría en un infierno.
--Cuando te convertiste en una mujer; porque no rompiste con el pacto y renunciaste a esa herencia maldita.
--una vez lo intente y casi que no sobrevivo. Fue la experiencia más aterradora y espeluznante de mi vida, tanto así que desde entonces; vivo llena de temor, zozobra y angustia.
--Está no es la vida que habría deseado llevar jamás. He pensado en quitarme la vida, pero no he sido capaz. Por eso hoy he tomado este tren con la firme decisión de dejar todo atrás, la herencia, la verdad tengo mucho miedo, no sé que pueda pasar ahora. Yo no puedo más, no puedo seguir viviendo con este miedo dentro de mi. Creo que estoy a punto de enloquecer.
--Lo peor de todo es que el demonio con el que pacte se ha enamorado de mi. No me ha permitido realizar mi vida con ningún hombre. Los pretendientes que he tenido o mueren violentamente en circunstancias extrañas o simplemente se alejan de mi sin darme explicaciones.
--Escucha Claris lo más probable es que ese demonio venga por ti, todo aquel que esté cerca de ti, en este tren correrá un gran peligro.
--¡No había pensado en eso! No quiero cargar con la muerte de personas inocentes en mi conciencia. Mi vida no vale la vida de otros debo abandonar este tren ahora.
--Claris tomó su pequeña maleta viajera, se disponía a marcharse, yo la tome de la mano y la detuve. Muchas horas habían transcurrido por la distancia recorrida. Mire el reloj que había en la cabina, sus manecillas daban la medianoche, la ruta del tren nos había introducido por un espeso y oscurecido bosque de pinos; afuera la luna llena iluminaba el extenso cielo.
--Claris mírame sé que es difícil, pero debes confiar en mí y hacer lo que yo te diga. Pase lo que pase, no grites, no importa lo que veas, no hables ¿entendiste?.
--Hayden no sé que piensas hacer, pero no quiero que vayas a salir lastimado por mi culpa; no me conoces na hagas esto deja que abandone el tren y me marche ahora. Tú no puedes detenerlo, no sabes, lo que es capaz de hacer, él es un demonio muy oscuro y cruel.
--No digas eso, adonde irás estamos en medio de una zona boscosa, en medio de la nada.
--Todos los seres humanos cometemos errores, pero eso no significa que no merecemos la oportunidad de corregirlos y seguir adelante.
solo haz lo que te digo Claris y te prometo que te protegeré. Toma mi mano y siéntate de nuevo.