Capítulo 6: Heridas abiertas difíciles de sanar.

Transcurrieron varios minutos, en los que tanto Adler como a  Gigi estaban sólo mirándose en un absoluto silencio, ya que ninguno de los dos era capaz de hablar primero. 

Pensamientos de Adler. 

“¡Dios que hermosa está! No puedo creer que aún después de 2 años, su presencia haga que todo mi interior se estremezca por completo, aún no puedo creer que Gigi este frente a mí. Y sus ojos, ese par de profundas y oscuras acuarelas que tanto amó, las cuales hoy me concede un toque de inmortalidad, ¡Cuánto me gustaría de nuevo perderme dentro de sus profundidades! Y su cabello, tiene el mismo efecto en mí que hace dos años, aunque ahora lo lleve a la altura del cuello. Ella está mucho más hermosa de lo que recordaba, su rostro se vea aún más encantador e inocente que antes. Y sus labios, cuanto no diera yo, por volverlos a sentir en los míos. Mi amor te prometo que a partir de hoy, me dedicaré en cuerpo y alma, a conseguir tu perdón; y te prometo que desde hoy, mi única misión será devolverte la felicidad que te fue arrebatada, sin importar lo que tenga que hacer para conseguirlo. Y es que por más que lo intente, no puedo dejar de mirarte, pues hoy al fin comprendí, que mi corazón no podría volver a latir sin tu presencia en el, es por eso que hoy me convierto en un esclavo de tu ser y de tus sentimientos, porque sólo tú amor mío, tienes el poder de matarme y volverme a la vida al mismo tiempo. Sólo espero que al menos quieras escuchar lo que tengo que decir, necesito reparar el corazón que yo mismo lastimé”. 

Pensamientos de Giorgiana. 

“No puedo creer que estés aquí, mirándome de esa manera que tanto extrañaba, es como si el día de hoy, al fin saliera el sol en mi corazón, el cual desde hace dos años, ha estado sumido en el más oscuro y cruel invierno. Y me niego a mí misma este sentimiento, puesto que fuiste tú el que me hizo tanto daño. Y aún sabiendo esto, aquí estoy delante de ti, sintiendo como todo mi cuerpo y mis sentidos reclaman a gritos tu atención absoluta, parece mentira que a pesar de todo lo que me hiciste, todo mi ser te siente como su único dueño. ¡Díos! Es que estás más guapo que hace 2 años, mucho más atlético, parece que tu piel está un poco más bronceada, lo cual deduzco sea debido, a que sigues practicando la equitación con más ahínco que antes. Sin embargo, lo que no ha cambiado, es esa manera de mirarme con esos hermosos ojos azules comparables a dos zafiros brillantes, estás mirando como si quisieras desnudar mis sentimientos haciéndome sentir débil y vulnerable ante ti. Y tus labios, ¡oh cuánto daría por sentirlos en los míos y… Basta Giorgiana basta! No puedes demostrarle tu debilidad a este hombre, o de lo contrario, quedarás totalmente de nuevo su merced; y eso no lo permitiré, así que no puedes dejar que vea lo vulnerable qué estás con su presencia”. 

___Giorgiana, ha pasado tanto tiempo.___ susurro al duque rompiendo el silencio. ___Es increíble que estemos frente a frente después de 2 años. 

___Así es su excelencia, ¿qué motivo lo trajo hacia acá después de 2 años? Por favor, dígame a que viene y sea lo más breve posible.___ Dijo Gigi fríamente sorprendiendo al duque. 

___Yo… yo ante todo… quiero pedirte perdón por lo que pasó hace 2 años, no te imaginas lo arrepentido que estoy por no haber confiado en ti. Tú tenías razón, todo fue una trampa, una mentira en la que ciegamente creí por imbécil, haciéndote un daño sumamente grande, por lo que estoy aquí pidiéndote perdón. Sé que no tengo excusas, por eso estoy aquí, para que me perdones.___ le dijo Adler asombrando tanto Gigi como a su familia. 

___¿Y usted piensa que con solo a venir a pedir perdón es suficiente, para borrar todo lo que ocurrió? ¿Usted tiene alguna idea de lo que yo sentí al ser humillada, insultada a gritos y amenazada de muerte, por el hombre que repetía y repetía todo el tiempo que me amaba con todo su corazón, dándome su palabra de protegerme y defenderme de todo lo que pudiese sufrir en la corte?___ lo enfrentó Gigi con lágrimas en los ojos. 

___Yo entiendo que estés muy herida, también comprendo que un perdón no arregla nada, es por eso, que conmigo traigo algo más que mis palabras, para demostrarte que sí estoy realmente arrepentido.___ y diciendo esto, el duque le dio dos documentos sellados, uno por el mismo y por el rey, mientras que el segundo documento, llevaba la firma de un abogado y el sello del duque. 

___¿Qué son estos documentos?___ le preguntó Gigi. 

___El que tiene mi sello y el del rey, es la anulación de tu exilio, lo quiere decir, que puedes volver a Inglaterra cuando quieras, el segundo documento, es la devolución de las tierras y las propiedades que eran de tu familia hace dos años y que yo injustamente les arrebaté, acto por el cual también les pido perdón a todos ustedes.___ dijo Adler muy avergonzado. ___Desde que supe lo del engaño, no ha habido ni un minuto en el que no me pese mi mal comportamiento hacia ustedes. 

___¿Porqué hace todo esto? ¿Acaso pretende comprar mi perdón?___ repico Gigi indignada. 

___¡Por supuesto que no Giorgiana!___ exclamó él. ___Tú me conoces bien y sabes perfectamente que esa no es mi intención. Si les devuelvo todo lo que les fue quitado y te devuelvo tu libertad anulando tu exilio, es porque es lo justo en este caso. Sé que no me crees, pero quiero enmendar mis errores.___ añadió él. 

___De acuerdo, en ese caso excelencia, gracias por devolverle a mi familia lo que le pertenece, pero en cuanto a mí, no pienso volver a Inglaterra nunca más.___ respondió Gigi. 

___¿Cómo dices? Hija, piénsalo bien por favor, allá estaremos mucho mejor que aquí, sobre todo tú.___ trato el señor Cavendish de tranquilizarla en vano. 

___No padre, si quieren ustedes pueden irse, pero yo, ¿para que regresaría? ¿para que me vuelvan humillar y maltratar como lo hicieron antes? ¡Pues no! Nunca más me lastimaran.___ gritó Gigi frustrada. 

___Te prometo que eso no volverá a ocurrir, ya las cosas no son como antes, por favor regresa a Inglaterra.___ le dijo Adler con dolor. 

___Claro, y como usted cumple todas las promesas que hace, yo debo sentirme mejor ¿cierto?___ le respondió ella sarcásticamente. 

___Estoy consciente de la idiota que fui, pero Giorgiana por favor escúchame, yo sé que cometí el peor error de mi vida al no confiar en ti, y esa equivocación me golpea constantemente el corazón. Pero créeme, yo fui vilmente engañado y traicionado; y si actué como lo hice, fue porque me cegaron los celos y el dolor de creer que me habías sido infiel, eso me mato en vida.___ le dijo el duque llorando. 

___¿Cómo pudiste creer que yo podría traicionarte de esa manera, si todos los días te demostraba lo incondicional que yo era contigo? Si tan sólo me hubieses escuchado Adler. Si tan sólo me hubieras permitido defenderme de esas falsas acusaciones. Pero qué fue lo que hiciste? Me obligaste a pedirte perdón de rodillas delante del rey y delante de todo el parlamento británico. ¿Tienes alguna idea de cómo me sentí? Así que no pretendas que yo actue como si nada hubiese pasado porque viniste a pedirme perdón, cuando lo único que deseo en este momento es… es golpearte por todo lo que me hiciste, y por todo lo que he tenido que sufrir por tu culpa.___ le gritó Gigi furiosa. 

Al escucharla decir esto, Adler se acercó lentamente hasta quedar frente a ella y cayendo de rodillas le dijo: “Así como un día te obligué a pedirme perdón de rodillas por algo que no cometiste, en este momento estoy frente a ti de rodillas, para suplicarte que me perdones y para que sepas, que me destroza el alma el haberte fallado, al no protegerte como tú te lo mereces. Es por eso, que puedes golpearme si quieres hacerlo, yo lo soportare te lo aseguro, tal vez golpeándome y lastimándome físicamente, ya no me odies tanto, como me odias ahora mismo”. Gigi simplemente quedó muda al ver al gran duque de Wellington, arrodillado ante ella esperando que ella lo golpeará, y descargara en él, todo el dolor y la rabia que ella sentía. 


Escritora: Sayduvis Blanco.