Cuando crees que lo has perdido todo, es tonto e inútil pelear. Pero a veces la vida es indulgente con nosotros y, sin esperarlo ni quererlo, nos da la oportunidad de recuperar lo irrecuperable. Solo debemos tener el valor de intentar, aunque ser valiente no es cosa fácil, en realidad.
Esta es la triste historia de una chica de diecisiete años que no tenía las fuerzas de enfrentarse a los que le arrebataban todo, de una chica que se encontraba sola en el frente de una batalla y que lo perdió todo, incluso las ganas de vivir.
Esta es mi historia, la historia de Alicia Grullol.
Con el mundo en mi contra y nadie apoyándome, en ese entonces no pude hacer más que aceptar lo que me daban y salir huyendo. Pero ahora, siete años después, volví a reencontrarme con eso que ocho años atrás, por idiota, había perdido. Dándome cuenta que fui más estúpida de lo que había pensado.
Después de haber pasado por tanto, sin esperanzas de recuperar eso que siempre había querido tener, me encuentro frente a un camino que no sé si me atreva a andar, pues me pregunto si, esta vez, la vida se compadecerá de mí y me dejará obtener la verdadera felicidad.