Recuperándolos

EXTRA. QUERIDO DIARIO

Querido diario:

Supongo que te parece raro el tenerme por acá, incluso a mí me sabe a increíble este glorioso momento. ¿Por qué glorioso? Simple: mi casa está en silencio, no necesito hacer limpieza (porque ya me rendí con mi deseo de una casa limpia y ordenada, además de que no me quedan fuerzas para eso) y estoy ¡sola!... bueno, casi, los bebés acaban de dormirse, así que podría contar como que no están.

Te preguntarás por Liliana, Iliana y Diego, ¿no? Pues, muy complacida, te anuncio que están en un campamento escolar ¡¡¡¡DE TRES DÍAS!!!... y, como es por motivo del día del padre, adivina quien tampoco está en casa. Exacto. Fabián se fue.

Pero no me malentiendas, tú perfecto sabes cuánto amo yo a esos cuatro, bueno, cinco, porque Damián —que prácticamente vive con nosotros ya—, fue al campamento con ellos. Según dijeron, tres niños serían mucho para una sola persona, así que, del colegio, solicitaron al menos dos personas responsables. Y, a falta de responsables, fueron esas dos personas que adoro: mi amado esposo y mi terrible hermano.

Sinceramente no creo que no vaya a extrañarlos, pero, justo ahora, su ausencia me sabe genial.

Te preguntarás ¿qué he hecho ahora que no debo andar detrás de tres niños de ocho años y de mi esposo y mi hermano? Pues la respuesta es nada. Como lo lees, todo lo que he hecho es absoluta y completamente nada. Nada fuera de atender a Samuel, Samael y Samanta, pero el resto del tiempo nada, ni siquiera he comido y son las siete de la tarde.

Y es que cocinar para una sola persona no es tan agradable, además, sabes que no soy la persona más sana. Sin un motivo —como que mis hijos coman sanamente— no tocaría una zanahoria. La verdad es que estoy esperando a Chío con esa pizza y el costal de porquerías para embutir este fin de semana de completa y deliciosa soledad.

Pero no será todo el tiempo. Ahora que sí tengo tiempo, me pondré a limpiar la casa. Solo estoy dándome un muy merecido descanso. Ser mamá de seis no es nada fácil, sobre todo cuando tres lloran todo el tiempo y los otros tres no paran ni un segundo.

Pero ellos son lo que más amo, lo que tanto quise tener. Ellos seis son por lo que tanto peleé y lo sabes. Son lo mejor de mi vida.

Escucho el timbre. 

¡¡¡¡¡Llegó chío!!!!!!. 

Yeiiii!!!!

xD

Hasta luego, amigo mío, espero que sea pronto. Aunque, siendo la mamá que soy, no lo veo tan probable. 

 

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Pd para mua. Si me vuelves a leer en un futuro, no te olvides de que, aunque a veces te vuelvas loca, Ali, tú puedes hacerlo; así que ánimo, todo estará bien. Eres la mejor, soy la mejor, somos la mejor.




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