Carta 6

06/02/16

Volví, ayer estuve leyendo el correo que me enviaste en noviembre, aquel en donde me pedias que te aclara tantas dudas. Debo decirte que ese mismo que me lo enviaste, lo lei y deseaba con todas mis fuerzas responderte, pero no debía, no podía hacerlo, pero llore... llore muchisimo, por aquello que perdí por mi culpa, todo aquello que deje ir por mi cobardía, y ayer recordé aquella carta y volví a llorar. Fui y soy una tonta por todo lo que te hice, por mi culpa sufriste tanto, por mi culpa yo sufro mucho más. 

No me queda mucho tiempo, mi cuerpo ya no quiere seguir luchando. Mi misión era luchar y ganar esta batalla para regresar contigo, para ser feliz a tu lado, pero me dijeron que ya me estas olvidando, que ya me estás superando, que ya no eres el mismo que hace unos meses, que ya Jack Daniel's no es tu mejor amigo. Que aunque sigas con tantas dudas, las dejaste a un lado para seguir con la cabeza en alto y reparar tu corazón, volver a pegar todos los pedazos que yo rompí. 

Mis días eran más bonitos cuando estaba a tu lado, los colores eran más brillantes, los sonidos eran mejores, el mundo era más vibrante y las sonrisas eran más sinceras. Odio fingir que estoy bien, odio fingir que soy feliz, odio fingir que vivo en un paraíso. Porque la verdad es que me siento muerta en vida y lo único que me mantiene aún en pie, son estas cartas, es el pensar en ti, tus recuerdos y tus fotos. Aquel deseo que regresar a ti. 

Se que las promesas vacías se desgastan con el tiempo, que sin pruebas es difícil confiar, que dar un salto de fé a ciegas es casi imposible. Y ese fue mi error, creer e imaginar que si lo hacía todo saldría bien, que no me tendría que ir jamás de tu lado, que llegaríamos a vivir hasta viejitos y morir juntos. Y lo lamento por eso, y por todo lo demás, por hacer sufrir con mi partida, por hacerte creer que no te quería y que todo fue mentira, por engañarte.

Nunca quise dejarte, nunca quise abandonarte, nunca me quise ir... pero el destino quería algo diferente para mi. 

Y odio el hecho de haberme enamorado de ti y el haberme ido como lo hice, cuando me queda poco tiempo en este mundo terrenal. 

Lo que esperaba lograr era una meta imposible, una meta que hubiera sido posible si me hubiera quedado contigo. 

Soy una tonta, Malcolm, siempre lo he sido. Y me arrepiento de haberte dejado ir. 

Se que hice mal dejando roto tu corazón, que me equivoque de muchas maneras, que eso me hace mala persona. 

Pero con total sinceridad te puedo decir que te sigo amando como el primer día. 

Hoy decidí decirte la verdad, la razón por la que me fui... por la que te deje. Es difícil decirlo o escribirlo, pero... tengo cáncer de ovario, a los veinte me apareció un pequeño quiste cancerígeno en el cuello uterino, en aquel tiempo me lo extirparon y estuve un tiempo en quimio, pero supuestamente todo estaba bien... hasta que hace unos meses en un examen de rutina, mi doctor me dijo que el cáncer volvió, y ahora mucho peor que antes, debía someterme a mucha quimio y operaciones para poder salvar mi vida. Aunque cariño, a pesar de que lo he hecho todo... supongo que simplemente mi destino es partir de este mundo. Sólo me he dado un poco más de tiempo, pero mi tiempo se acaba... todos mis sueños están muriendo conmigo.

No deseaba que estuvieras conmigo, no quería que me vieras como estoy ahora, no deseaba que sufrieras conmigo... aunque me he arrepentido mucho de mi estupida decision. Cada mañana cuando despierto en esta habitación con olor a alcohol y tan blanca, deseo verte a ti y me sonrías. Cada noche al irme a dormir, deseo verte a ti deseándome buenas noches. Cada vez que me siento mal, deseo que estés allí conmigo abrazando y diciéndome que todo estará bien.

Es difícil, mi amado Malcolm, es difícil luchar cuando no tienes tu pilar a tu lado. 

Te amo tanto y te extraño, que me duele tanto. 

Y sólo deseo verte por última vez, deseo verte antes de irme, deseo abrazarte, deseo besarte... deseo tantas cosas que no creo poder cumplirlas todas. 

Te amo, Malcolm.

Siempre tuya.

Nicole.