Salgo de mi oficina dispuesto a llegar a mi casa y descansar, pero al parecer el destino me coloca a la mujer que me hace cometer estupideces justo antes de que el elevadora se cerrara me llevo la grata sorpresa de encontrarme con la bellísima beca.
— Pareciera que el destino nos quiere juntos — digo no pudiéndome aguantar el comentar la situación.
Su silencio me da a entender que la situación no le parece nada agradable, admito que eso me desilusiona en cierto modo, pero un Armitt no se rinde tan fácil, no ocupe el puesto de mi padre en vano. Tomo la valentía de hablar nuevamente un tanto inseguro a que me insulte, suelto un suspiro decidido.
— Quisiera llevarla a su casa señorita Moore — la observo de inmediato ella se gira sorprendida y desconcertada, pero solo hay silencio..., ¿qué hago? ¿Ignoro lo que yo mismo dije?, elevo una ceja dándole a entender que estoy esperando una respuesta.
— No gracias señor Armitt — dice de manera tajante, eso dolió he sido rechazado por un acto de caballerosidad. Ella empieza a caminar a punto de dejarme solo, pero no lo voy a permitir.
— Alto, soy su jefe y yo ordenó que se irá conmigo — es mi turno de sonar demandante y tajante, pero eso es imposible en mi persona, esbozó una sonrisa llena de victoria, sé que eso la va a detener y ganare esta vez.
— Se acabó la hora de trabajo Thiago — informa frunciendo el ceño
— Desprecias mi caballerosidad —me toco el pecho con ambas manos enseñándole que me ha dolido el hecho que me ha rechazado de manera injusta. Es una mujer muy difícil de convencer.
— No mezclo trabajo con relaciones personales — musita, no puede ser cierto, no quiero burlarme de ella por lo que ha dicho, sería muy grosero, así que prefiero transgirversar sus palabras, sonrió de lado.
— ¿Relaciones? — cuestiono con cierta picardía, me acerco un poco a ella con el fin de intimidarla y poder ver que es lo que sus expresiones corporales me dicen, de seguro recibiré otra cachetada, es muy probable. — Creí que no estabas interesada Moore — Murmuro muy cerca de sus precioso rostro, inhalo con profundidad su perfume, cierro mi ojos por inercia y me dejo llevar por su imponente y cálida presencia. Aun no puedo creer que esta mujer me haya atrapado con su fuerte carácter.
— Sabe algo — Musita con el mismo tono seductor, siento su respiración chocar con mi oreja y mi mente está en una celebración siento mi corazón acelerarse de una manera increíble, no hace nada solo siento su respiración cerca de mí y un roce pequeño de sus labios suaves en mi piel, estoy seguro que no por aguantar mas y la besare sin importarme en lo absoluto en donde estemos, la tomo por la cintura dispuesto a besarla.
— Dime beca — susurro con un poco de dificultad, estoy a punto de mover mi rostro y acercarlos a sus labios.
— Quiero... — me interrumpe de golpe — ¡que se vaya al diablo! — dice alzando se voz, de un momento a otro ella ya no se encuentra en el elevador dejándome como un completo idiota procesando la situación y lo que mi cuerpo y mis sentimiento sintieron al estar tan cerca de ella.
— Pase buena tarde señor Armitt —dice una de las chicas al pasar en el elevador, asiento mi cabeza. —No creo que se esfuerce tratando de llamar la atención de la señorita Moore —habla mi empleada, arrugo mi frente sin entender. — Al igual que usted Rebeca ha bateado a muchos pretendientes. — habla nuevamente, ¿qué le pasa a esta chica? — No pierda el tiempo, Feliz noche — se despide y me quedo otra vez como idiota sin entender. ¿Acaso tiene pretendientes en la empresa?
Salgo del elevador lo más rápido posible directo al estacionamiento. — esta vez no te vas a salir con la tuya Rebeca Moore —musito para mí mismo, presiono el pedal y pongo en marcha el auto, no hay tráfico y eso es un punto grande a mi favor.
Al entrar al elevador subo con rapidez a mi apartamento dispuesto a buscar a esa mujer que por ratos me desespera y no la soporto, en cuanto llego a su puerta, no dudo en llamar a ella, pero no hay respuesta, sigo con los golpes pero no hay nada.
— Ella aún no ha regresado Thiago — escucho a mis espaldas, giro mi cuerpo y observo a la señora Pops cruzada de brazos con su camisón y su bello cabello suelto con unas ondas espectaculares, sonrió al verla. — Tantos hombres guapo y todos aleja Rebeca. Pero créeme que eres de lo mejor que tiene ella — comenta, arrugo mi frente
— Se me muy bien el día de hoy — ella sonríe sonrojada. — No creo que sea el mejor, ¿Tan difícil es conquistarla? — cuestiono a estas alturas estoy seguro que ella sabe mis intenciones.
— No mejor que tu Thiago, te lo agradezco— agradece con una sonrisa — Veras antes no lo era — arrugo mi frente — Ahora lo veo muy difícil — menciona, ¿a qué se refiere? — déjame aconsejarte una cosa —asiento con mi cabeza — no vayas con esa intención hacia ella, usa otras estrategias... ¿porque no empiezas ayudándole en su racha de amor o algo similar? o mejor como un amigo, creo que es una buena opción, dile que quieres ser su amigo, olvida la primera opción, no creo que le agrade — dice, pero en este punto yo ya decidí y me parece una gran idea, ayudarla en su racha de amor y ser su amigo, de esa manera me poder acercar a ella. ¡Qué gran idea!
Antes de poder agradecerle a la señora Pops, el sonido peculiar del elevador se hace presente dejando ver a la hermosa mujer de cabello castaño.
— ¡me alegra verte Beca! — dice la señora Pops con una sonrisa.
— Igual a usted — saluda pasando a un lado mío ignorándome por completo, suelto un suspiro
— Quisiera hablar contigo Beca — musito sin inmutarse a verme o girar su cuerpo. — Búscame dentro de 10 minutos en mi casa por favor — el silencio es evidente y sin decir nada ella entra a su apartamento. — Gracias señora Pops — le agradezco con una sonrisa, entro a mi apartamento y no tengo un plan muy claro, pero buscarle una pareja no creo que pueda soportarlo, pero es una buena forma de hacerle creer que no quiero nada con ella.