Reencarne como la nieta de Grindelwald

INTRODUCCIÓN

 

 

 

ʟᴀ ᴍᴜᴇʀᴛᴇ ᴇs ᴀʟɢᴏ ᴅᴇ ʟᴏ ǫᴜᴇ ɴᴀᴅɪᴇ ᴇɴ ᴇsᴛᴀ ᴠɪᴅᴀ ᴘᴜᴇᴅᴇ ᴇsᴄᴀᴘᴀʀ, ᴇs ɪɴᴇᴠɪᴛᴀʙʟᴇ ᴀ ʟᴀ ᴠɪsᴛᴀ ᴅᴇ ʟᴏs sᴇʀᴇs ʜᴜᴍᴀɴᴏs, ᴛᴏᴅᴏs ɴᴏs ʜᴜɴᴅɪᴍᴏs ᴀɴᴛᴇ ᴇʟʟᴀ ʏ ᴀᴜɴǫᴜᴇ ᴜɴᴏ ᴛᴀʀᴅᴇ ᴍᴀ́s ǫᴜᴇ ᴏᴛʀᴏ ᴀʟ ғɪɴᴀʟ ᴠᴀᴍᴏs ᴀ ᴛᴇʀᴍɪɴᴀʀ sɪᴇᴍᴘʀᴇ ᴄᴏɴ ᴇʟ ᴍɪsᴍᴏ ᴅᴇsᴛɪɴᴏ, ᴏ... ¿ᴛᴀʟ ᴠᴇᴢ ɴᴏ?

☾︎☾︎❣︎☽︎☽︎

Una adorable bebé luchaba por mantenerse despierta aquella noche de verano en la que la brisa aún un poco calurosa soplaba ligeramente entrando por las ventanas haciendo que la habitación fuera un lugar fresco. Había terminado su leche de formula hace unos minutos y somñolienta botando el biberón antigravedad a un costado suyo en la cuna donde se encontraba echada trataba de escuchar los susurros de unos "desconocidos" que provenían desde el otro lado de la puerta.

...Pero mi señor, usted tiene ya a muchos seguidores, no veo el porque de la espera.

No lo comprendes Abraxas, necesitamos más, he de esperar a que esta generación, que ha nacido durante estos años hasta ahora tenga la capacidad para razonar y puedan unirse a nuestras filas para entonces recién comenzar con nuestro glorioso propósito - la nena vió como la manija de la entrada era doblada y rápidamente se hizo la dormida en su lugar esperando que no la pillasen, intentó calmar su agitada respiración al mismo tiempo en el que percibía unas pisadas acercarse hasta su cuna - tan solo mira a mi pequeña ahijada, será la bruja más poderosa de todos los tiempos, necesitaremos de su magia para ganar la futura guerra, ya Clarissa se encargará de enseñarle nuestras creencias e ideologías - la protagonista casi suelta un grito ahogado dejando a un lado el cansancio que tenía, ¿Había entendido bien?¿Ahijada?, ¿Pero en que clase de lío la estaba metiendo su descuidada madre?, ella apenas había nacido hoy y esta locura ya estaba saliendose de sus límites de aceptación; primero se entera que acababa de reencarnar en el mundo mágico de Harry Potter, lo cual al inicio no le desagradó para nada debido a que era una fánatica de la saga en su anterior vida; luego que su nombre completo era Elizabeth Amara Grindelwald Gryffindor, ahí fue cuando empezó a mandar al diablo a todos de lo ansiosa que estaba pues sabía que esos eran unos apellidos con mucho valor y que en el mejor de los casos ella solo recibiría miradas de odio por parte de las personas que deseaba cerca suyo en un futuro; después, que su padre llevaba unos meses muerto por quien sabe que motivo por lo que era mitad huérfana y que su madre se había unido a los mortífagos, quienes en estos tiempos aún no tenían ese nombre y eran fieles seguidores de Lord Voldemort, dando su mansión como centro de reuniones y encuentros que se utilizaban mayormente para idear algunos planes; y por último este ultimátum.

La bebé ahora prácticamente quería mandar su destino a la mierda, lo que el señor tenebroso había dicho no le había agradado ni una pizca.
Y para ser sinceros a la pequeña tampoco le gustaba tener que compartir sus espacios privados con extraños que en la minoría apenas conocía, y aún peor, no le gustaba tener que aguantar a Riddle quien a cada rato quería meterse en su mente únicamente por diversión pues se había dado cuenta esa tarde que la nena tenía el don de la oclumancia.

- ¿Pero que tenemos aquí?

Elizabeth bostezó pretendiendo despertarse y abrió los ojos mirando con atención a los dos hombres que estaban al lado de su camita los cuales trataban de disimular una sonrisita burlona por los torpes movimientos que su diminuto cuerpecito estaban produciendo a consecuencia de su reciente "desadormecimiento".

- ...Pequeña Grindelwald, tú seguirás con mi legado, solo tú y yo viviremos, por siempre.

 

𝑐𝑖𝑛𝑐𝑜 𝑎𝑛̃𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑠𝑝𝑢𝑒́𝑠...

 

La gran mansión parecía tener un sinfín de múltiples habitaciones y eso a Elizabeth le frustaba enormemente pues cuando quería pasar un rato agradable recorriendo los pasillos para conocer más su casa al final terminaba perdida a la espera de algún elfo doméstico para poder volver al único sector principal que conocía en la manor.

Esta vez era uno de esos casos, la niña había salido de su dormitorio temprano en la mañana para volver a ver lo que había encontrado el día anterior en un lugar un tanto alejado de donde era su estadía habitual, unos objetos raros y pequeños que parecían ser obra de artes muy oscuras eran los que le habían llamado la atención, pero ahora estaba sentada en el pasillo moviendo sus pies del aburrimiento debido a que de nuevo había acabado desorientada, aún no venía nadie a por ella.

Ya han tardado un buen rato, ¿Por qué se estarán demorando?, pensó.

- Ama Elizabeth, Didi la estuvo buscando durante mucho tiempo para llevarla a desayunar, menos mal que la encontré sabe usted que no puede estar por aquí vagando imprudentemente, además la ama Clarissa está con visitas y no le agradará verla tan... desordenada, oh, tendrán que volverla a arreglar - una elfina apareció de la nada muy alterada cuando la nena estaba perdiendo las esperanzas de ser hallada, era una de los sirvientes que casi nunca veía excepto las veces en las que personas importantes las visitaban relacionadas con "ya tu sabes quien". Voldemort hace tres años que no pisaba la mansión.

- Didi no voy a bajar a comer será mejor que mandes mi porción a la habitación, no estoy de humor para presentarme ante nadie.

- Pero pequeña ama, su padrino le ha traído muchos regalos, no lo puede dejar esperando y...

- Espera, dijiste ¿Padrino?

- Sí ama, su padrino...

- Didi, llevame a mi dormitorio y llama a Jopi, necesito cambiarme y hacer algo con mi cabello.

- Enseguida ama Elizabeth - la elfina chasqueó los dedos y al instante ella se encontró en su cama.



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En el texto hay: reencarnación, hogwarts, harrypotter

Editado: 03.12.2021

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