Reencuentro (edición y actualización)

CAPÍTULO IX

En el transcurso de los próximos días llamé a Noah, salimos a pasear y hablamos, aún así no logré que me hablara un poco más sobre él, sin embargo, no quería presionarlo luego de lo que me había confesado. Nos encontramos de nuevo para despedirnos, yo iba a viajar a Inglaterra con mis compañeros de baile, él también pronto viajaría, aunque no me dijo a donde.

 

Pasando de que el viaje fue de lo más normal, la llegada al hotel fue espectacular. Arribamos alrededor de las nueve de la noche, era muy elegante, a pesar de ser un edificio no muy alto, desde la azotea podía apreciarse una bonita vista.

El gerente fue quien nos dio la bienvenida, su discurso fue un poco aburrido, lo emocionante era el hecho de estar allí y pasar unos días agradables.

En cada habitación íbamos a estar cuatro personas. Meli y yo iríamos junto con Karla y Mariel, que, a pesar de no llevarnos mucho, en momentos podíamos ser bastante cercanas.

El evento por el cual estábamos allí, sería la noche siguiente, por ende, teníamos todo ese día para ir de compras si así queríamos, algunos, en especial los chicos no se complicaban mucho y ya tenían preparado sus atuendos y optaron ir a dar un paseo por la ciudad. Meli solo necesitaba conseguir un par de zapatos, yo siempre he sido muy indecisa y aún no sabía como quería mi vestido.

Luego de más de dos horas viendo vestidos de tantos colores como estilos, opté por algo simple con toque elegante, ideal para la ocasión. Teniendo todo preparado solo esperaba que llegara la hora de la celebración.

El lugar de la fiesta era en una mansión con decoraciones muy modernas, luces tenues, en el ambiente se oía una suave melodía tocada por músicos con violines, arpas y un piano.

En total éramos unas cincuenta personas, tratamos de ponernos lo más elegante que pudimos; mi vestido era azul marino oscuro, largo con una abertura en la pierna, lo elegí por lo sencillo que era, aunque muy lindo.

Aun no llegaban los novios, así que nos sentamos en las mesas reservadas para nosotros, en las cuales nos repartíamos de a seis personas y al no saber que hacer nos pusimos a hablar de lo magnífico que era el lugar y las decoraciones.

-Mira, todas las bebidas que hay aquí son producidas por la empresa del novio. -indicó Meli, que ya sabía un poco más de esta familia.

-Me gustaría poder hablar con ese hombre, no sé por qué, pero… creo que quiero expandirme con personas distintas, ya sabes que soy muy buena para socializar.

-Es cierto, yo no hablé mucho con ellos la vez pasada, pero se nota que son buenas personas.

Me quedé un momento apreciando a los músicos, luego vi que del otro lado del salón había un balcón, quería distraerme un rato así que fui y me puse a mirar como en el cielo, una luna creciente brillaba. Pude sentir la presencia de alguien detrás de mí, pero no volteé.

-Una noche muy hermosa, ¿verdad?

Ya conocía esa voz, olvidé mis pensamientos y me giré para constatar mis dudas.

-Buenas noches, señorita.

-Hola, no sabía que estabas aquí. -no pude evitar sonreír y lanzarme a él por un abrazo.

-Marcus es amigo mío, el único que ya hizo planes de boda- comentó acercándose y apoyándose en el barandal.

-¿Qué? ¿También quieres casarte?

-Quizás sí, pero aún no llegaba la indicada.

-¿Ya la encontraste? -pregunté sorprendida.

-Probablemente sí.

-Me alegro por ti.

-¿Qué tal si esta noche me acompañas?

-¿Yo?

-Sí, la mesa donde estoy está muy aburrida, será mejor con tu compañía.

Me ofreció su brazo, lo tomé y entramos de nuevo, pero esta vez me iba con él a las mesas principales junto a la familia y amigos de la pareja.

Unos instantes después, salió un presentador, dijo unas palabras y se hizo a un lado para dejar paso a la chica protagonista de esa noche. Llevaba un vestido color dorado con un escote profundo, su cabello rubio iba completamente suelto y con unas lindas ondas. Era muy atractiva.

De nuevo el hombre anterior salió, luego de elogiar a la chica continuó su trabajo; un hombre alto, su cabello era castaño claro y le llegaba un poco más arriba de sus hombros, desde donde estaba no podía apreciar muy bien sus facciones, pero me resultaba familiar, como si ya lo hubiera visto antes.

Había una mesa central para los protagonistas de la noche, y la mesa donde estábamos se situaba en el extremo izquierdo, podíamos verlos muy de cerca.

-¿Acaso es más guapo que yo? -preguntó en tono burla.

-No sé de qué hablas.

-De Marcus. Te recuerdo que ya está ocupado.

-No es eso, es que creo que ya lo conozco.

-Es un exitoso productor de bebidas alcohólicas, es probable que lo hayas visto en televisión o internet.

-Probablemente. -dije, pero no estaba totalmente convencida.

Acababa de terminar mi postre y Noah por fin me llevó para presentarme con sus amigos.




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