Nos detenemos al lado del vehículo de Tom, quien agradece por la noche agradable.
—No fue tan malo viajar en metro. —resalto.
Él ríe metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón.
—No, aunque no es una experiencia que quiero vivir en horas del día cuando la gente va a trabajar.
—Nunca digas nunca. Se te puede descomponer el vehículo y no encontrar taxi.
—Es cierto—se acerca un poco, baja la mirada a Rachel que lo observa con atención—. Supongo que te veré el lunes en el trabajo.
—Sí.
—¿Mañana irás al refugio de mujeres?
—Como cada sábado. ¿Por qué?
Se encoge de hombros.
—Preguntaba—le sonríe a Rachel—. Fue un gusto compartir tiempo contigo, Rachel. Gracias por compartirme de tu helado. Ahora me gusta mucho el pistacho.
Ella sonríe.
—De nada.
Nos despedimos de Tom, él no se olvida de decirme que no se dará por vencido, y entramos en mi casa.
Jerry aparece maullando y buscando mimos. Rachel se encarga de darle los mimos que quiere.
Me siento una bipolar en este momento. Por un lado me alegra que Rachel estuviera en medio para evitar que Tom me besara. Por otro lado, hubiera deseado que lo hiciera. Sé que lo hubiera hecho, ya dejó claro lo que quiere y no se dará por vencido.
Esta noche descubrí que él es más sencillo de lo que creía. Es obvio que no está acostumbrado a hacer cosas como viajar en metro o comer un simple helado en el centro comercial, pero puede hacerlo y disfrutarlo.
—¿Te gusta Tom?
Fijo la mirada en Rachel.
—¿Qué?
—Magnolia dice que le gustas a Tom y a ti te gusta. Dijo que miraban como se miran sus padres.
Río con nerviosismo.
—No, nada de eso. Somos compañeros de trabajo y podría decirse que amigos.
—Él me agrada. Es amable y gracioso. No bebe alcohol y huele bien. Mi papá bebía mucho y siempre olía mal. La abuela solía tener olor a suciedad.
Acaricio su cabello.
—Ya no debes preocuparte por eso. Ve a ponerte el pijama. Mañana armaremos la habitación para que puedas tener tu espacio y privacidad.
Ella siente, levanta a Jerry y se va a mi habitación con él.
No quiero ver a Tom como un posible novio y una aventura de una noche, o de un par de noches, no es buena opción.
Rachel tiene razón, Tom es amable, gracioso y su perfume caro domina a mis hormonas. Esas traidoras se prostituyen como si nada ante un hombre guapo que huele bien. Sin embargo, mi vida es complicada justo ahora.
Cuando tienes una relación debes dedicarle tiempo y eso es algo que yo no tengo.
En los días de semana trabajo, en ocasiones salgo de ahí y voy al refugio por algún caso, ahora debo ocuparme de Rachel hasta que vea que hacer.
Los sábados estoy todo el día en el refugio y a veces los domingos también, pues son los únicos días libres que tengo, si es que no tengo que trabajar en algún caso de la forma. En este momento estoy aprendiendo a acoplar todo eso con Rachel y acoplarlo a una relación sería el doble de complicado.
Madeleine dice que me acueste con Tom para sacarlo de encima y ambos podamos seguir con nuestras vidas. Ella no ve a Tom como hombres de relaciones, y la verdad yo tampoco. Él no ha sido claro en lo que quiere, no ha dicho que quiere conocerme para tener una relación y tampoco que quiere una aventura. Puede que ni él sepa lo que quiere.
Hago a un lado a Tom de mi mente y saco mi celular del bolso para responder.
—Hola.
—Hola, hermana
—Scottie, que sorpresa recibir una llamada tuya. Estás en la onda de las redes sociales y mensajes.
Ríe.
—Contigo no funciona. En tu Instagram tienes una flor y como no te gustan las flores, imagino que alguien la subió por ti. Rara vez respondes mensajes.
—Me gustan las flores, nada más que de lejos y en lo posible no hacerme cargo de ninguna. No recuerdo la contraseña de mi Instagram, no soy fan de las redes sociales. ¿Qué puedo hacer por ti?
—Estaba pensando en mi futuro.
—¿Ya piensas en tu futuro? ¿No deberías estar pensando en chicas, salir de fiesta y como conseguir alcohol siendo menor de edad?
—Obvio que pienso en eso, tengo diecisiete años. También pienso en lo que haré luego de la graduación.
—¿No vas a estudiar administración de empresas en la Universidad de Massachusetts y llevar el negocio con papá hasta que se retire?
—Ese es un plan. Otro plan es estudiar arquitectura. Massachussets tiene el mejor programa de todo el país; sin embargo, también me gustaría ir a Berkeley que también tiene un programa excelente.
—Quieres vivir otras experiencias.