Refugio de almas [en pausa]

TRES

Después de que el chico se perdió de mi campo visual decidí regresar a casa, era domingo, eso significaba que debía preparar el almuerzo.

No tenía muchas ganas de cocinar así que antes de comenzar tomé una ducha relajante y me cambié a un atuendo más cómodo pues ya había caído el medio día y el calor apretó con toda su furia.

Termine haciendo el almuerzo y comiendo sola, pues mi madre tampoco se digno a bajar y comer conmigo, después de terminar lavé todo lo que use y me fui a la sala a ver películas y así estuve hasta que cayó la noche, cuando ya el sueño me empezó a ganar me fui a dormir, mañana tendría clases.

                    🍂🍂🍂🍂

¡Odioso lunes!

Y no, no lo digo por eso de que todo el mundo odia los lunes, sino porque el día había comenzado mal.

Desperté más tarde de lo que debía porque mi alarma no sonó, busque mi celular por todos lados y nunca di con el, al parecer el agua caliente decidió no salir en mi ducha hoy y le cedió el paso al agua helada y sin mencionar que mi madre no me dirigía la palabra, al parecer me había equivocado y no era mal humor lo que tenía, sino que de verdad estaba molesta conmigo y ya sabía el porque.

Ella odiaba que hubiese defendido a mi hermana, que hubiese retado sus palabras y sobre todo odia que le haya dicho que es un mal ser humano.

A la hora del desayuno me ignoro, las dos nos sentamos a desayunar y ni siquiera me dirigió una mirada discreta, cuando terminó de comer solo se levantó y se fue a quien sabe dónde.

Sin dudas hoy sería un mal día, podía apostarlo y ganaría el premio mayor.

Ahora yo me encontraba en la preparatoria caminando por el lleno pasillo hacia la próxima clase, la cual empezaba en un par de minutos, las personas estaban aglomeradas tratando de llegar a sus aulas lo más rápido posible antes de que sonará el timbre, unos caminaban tan rápido que hacían tropezar al resto, justo como ahora un chico de cabello castaño paso a mi lado casi que corriendo y me termino clavando de cabeza en el suelo.

La chica a mi lado me tendió la mano y me ayudó a levantar, la misma que hacía rato que la había dejado de escuchar mientras me hablaba de un chico que le gusta y ya me traía medio aburrida.

Antes de terminar de levantarme pude ver un par de converse violetas un poco desgastados que me parecían familiares corriendo por el pasillo, justo por el camino que había tomado el chico que hizo que terminara en el suelo.

— Gracias Drew – le dije y la peliazul me dió una sonrisa – al parecer hoy la gente anda más idiota que nunca – finalicé con una risa baja.

Drew no se resistió y también rio conmigo.

— Si, eso de ser caballero  desapareció hace mucho tiempo – dió un pequeño suspiro – quizá por eso es que Julien es tan idiota conmigo – ay no, aquí va de nuevo a hablar.

Rodé los ojos y me fijé en el pasillo, llegando al final podía ver la mata de cabello del chico abriendo la puerta del aula de biología y desapareciendo tras de ella, lamentablemente no pude verle el rostro.

— Si, justo eso debe ser, no tiene nada que ver con que tenga novia – dije justo cuando el timbre sonó, tomé a Drew por la muñeca e intenté salir corriendo para no llegar después del plazo al aula de química en el piso superior,  pero el dolor repentino en mi tobillo derecho no me dejó.

Termine cayendo al suelo de nuevo. Drew me observaba con algo de preocupación. Intente ponerme de pie pero fue inútil el dolor era fuerte, la peliazul me dejó sentada en el suelo mientras ella iba por ayuda a la enfermería o eso le entendí mientras corría lejos de mi por el pasillo.

Después de unos minutos volvió con la doctora Black y Oliver – este último es un chico que estudia en la misma sección que nosotras y desde hace tiempo nos llevamos bien, al punto de que me confesó que le gusta Drew, pero no sé lo ha dicho a ella – Oliver me cargo hasta la enfermería en compañía de mi amiga y la doctora, me depósito sobre una de las camillas y se alejo a un rincón de la habitación, mi loca amiga se le prendó del cuello en un abrazo rápido y luego se alejo de el. Oliver abrió los ojos de par en par y sus mejillas se volvieron un par de tomates, el no se esperaba esa reacción y a decir verdad yo tampoco.

— Gracias por ayudar a Maggie, ya ves que está un poco gorda como una morza y yo no hubiese podido cargarla hasta aquí – soltaron unas ñequeñas carcajadas incluyendo la doctora, pero dejaron de reírse al ver que los miraba como si los fuese a exterminar, hasta que yo también empecé a reír y las risas se reanudaron.

— Ya en serio, deja de decir que parezco morza – le dije después de parar de reír porque ya me dolía el estómago además del tobillo, y si su chiste no era muy bueno pero igual nos hizo reír.

Mi amiga rodó los ojos y me saco la lengua, iba a decirle algo por eso pero Oliver me interrumpió.

— Buenos chicas, ya me voy al salón, avisaré que quizá no llegues a la clase por lo de tu tobillo, espero sanes pronto Maggie – dijo a lo que asentí y el luego salió de la habitación.

Después de que la doctora me chequeo me dijo que no me había roto el tobillo pero que había sufrido un esguince y que no podría apoyar el pie por mínimo una semana, también dijo que lo mejor era guardar reposo pero si no podía hacerlo ya que este era mi último año de preparatoria – y ella entendía que no podía darme el lujo de quedarme en casa – tendría que usar un par de muletas hasta que mi tobillo sanara.

Me vendó el tobillo para que no se moviera durante el agetreo del dia y luego me dejó ir a clases, llegue al salón con ayuda de Drew, desafortunadamente la clase ya estaba terminando cuando entramos al salón, el profesor al salir me dijo que esperara que me recuperara pronto y luego desapareció.

Con ayuda me senté en uno de los bancos del aula y la peliazul se sentó a mi lado, luego Oliver se nos acercó diciendo que dejaron un trabajo grupal y que esperaba que lo hiciéramos los tres, después de acordar que lo haríamos en mi casa después de clases los tres nos dirigimos al aula de literatura – nunca me había molestado el hecho de que las clases fueran en diferentes salones, pero ahora con mi pie fuera de servicio temporalmente sentía que lo odiaba hasta la muerte, si lo se, estoy siendo igual de dramática que mi madre – 



#21039 en Novela romántica
#5171 en Thriller
#2777 en Misterio

En el texto hay: secretos, amor, reconciliaciones

Editado: 19.12.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.