Regresa a mi

capitulo 9

Tras aquella revelación Kara quedo estupefacta, Sarah y Prue calladas no habían pronunciado ni media palabra.

-Explícate –susurro clavando su mirada inquisitiva –como es que no solo yo tengo sueños raros   

-Recuerdas que te mencione que Jane me resultaba familiar –comento una nerviosa Prue mientras se hamacaba sobre sus pies, costumbre que tenía cuando se ponía nerviosa –pues resulta que cuando era niña siempre veía a una mujer en mis sueños –viendo que Kara arqueaba la ceja continuo rápidamente –siempre me decía que tenía un destino y llegado el momento seria parte de algo más importante… cuando las conocí ella simplemente desapareció y con el tiempo lo olvide

-Estas segura –ella asintió –dios que complicado que viene esto

-Yo creo que debemos buscar a alguien que nos aclare las cosas –propuso Sarah con decisión mientras que su hermana la miraba perpleja.

-Tienes alguna idea que quieras compartir con nosotras o solo vamos preguntando a todo el que crucemos –dijo con sarcasmo su hermana mientras la irritación se le notaba

-Creo que si… pero estoy segura de que nos meteremos en problemas de nuevo –la sonrisa cínica apareció en el rostro de la chica –Lady Gillian menciono a cierta bruja o curandera o no sé cómo le dicen en esta época, pero vive en el bosque, en unas cuevas

-Ah otra vez el dichoso bosque –siseo mientras veía los enormes árboles y volviendo la mirada a ella dijo- si con eso me aclaran las cosas – levantándose Kara al tiempo que sacudía la falda – Connor va a poner el grito en cielo pero bue el chancho se enoja y es comida –alzo los hombros restándole importancia pero entonces vio la cara de Prue -y tú… no se ira a enojar el oxigenado.

Prue le dio una mirada desdeñosa mientras se levantaba aflojando la falda dejando que caiga mientras revelaba unos pantalones de cuero.

-Vamos, Ian no me dirá nada pero no puedo decir lo mismo del energúmeno de tu prometido–poniendo los ojos en blanco con una mueca graciosa, Kara monto su caballo con gran habilidad a pesar de su larga falda.

-A donde –pregunto mirando directo a su hermana –anda mujer sin dudar

Las chicas se miraron entre si mientras que subían a los caballos, Sarah, quien también se había quitado la falda revelando un pantalón similar al de su amiga, se encamino hacia lo profundo del bosque, como si siempre hubiera vivido en aquel lugar, la rubia las guio por los senderos internos hasta unas cuevas ocultas. Una de ellas tenía una hoguera en la entrada, con suma confianza la chica bajo y ato la montura, indicándole a las otras que la imitaron, ellas se miraron entre si y la siguieron.

Cuando llegaron a la entrada una mujer se asomó, una mujer delgada, con el cabello blanco por la edad, llevaba un vestido bastante raído y sucio, las miro de arriba abajo mientras sonreía mostrando que la falta de varias piezas dentales. La sonrisa de aquella mujer les helo la sangre pero aun así no se amilanaron necesitaban respuestas.

-Nos dijeron que nos puede ayudar –la voz de Sarah sonó fuerte y clara, aunque les llamo la atención que lo había dicho en gaélico puro y perfecto –es cierto

La mirada penetrante de la mujer las volvió a recorrer mientras veía la sorpresa, aparecer y desaparecer en el curtido rostro.

-Son viajeras –no era pregunta sino una afirmación –tu llevas un alma atrapada en tu cuerpo-la mirada estaba clavada en Kara –mientras que a ti, se te despertó la magia ancestral de tu familia –ahora miraba a Prue –y en cuanto a ti mi niña eres su vínculo, dentro de ti está encerrado la sabiduría y el conocimiento -ahora había sido el turno de Sarah

Se miraron entre sí, estaban sorprendidas, miles de dudas aparecieron en sus cabezas, por las palabras de aquella anciana, quien parecía entender lo que les sucedía.

-Podría explicarnos, porque la verdad es que no entendemos nada- Kara se fue acercando pero al llegar a la anciana sintió que el aire le faltaba y tuvo que retroceder, en cuanto dio dos pasos atrás el aire volvió a sus pulmones –pero que mierda

La risa espantosa salió de la boca de la mujer –no puedes acercarte… dentro de ti ella te protege pero también no te permitirá irte sin que cumplas con lo que debes

-Qué debo hacer –la voz salió en un hilo mientras se ponía de pie con cierta dificultad

-Ya lo sabes… busca al culpable y hazlo pagar… vida por vida es la única manera que ella pueda descansar, y tú seas liberada-la anciana había avanzado hasta la hoguera para lanzar unos polvos

Ante las muchachas apareció la imagen de una joven, tendría unos veinte años, su cabellera color miel larga y ondulada, su vestido rojo oscuro se pegaba contra su lozano cuerpo, su mirada celeste las recorría, mientras que una dulce sonrisa se dibujaba en su hermoso y delicado rostro.

-Ella es la mujer de Connor –afirmo Kara aunque jamás la había visto la reconoció de inmediato

-Es la mujer que veo merodeando por el castillo, la he visto desde el primer día pero jamás he podido hablarla –soltó Sarah para asombro de la mujer y de las muchachas que se la quedaron viendo

-Como que la has visto-espeto molesta Kara –que más no nos has dicho hermanita

-Eres el vínculo –afirmo la mujer ignorando a la morena que parecía bastante frustrada–solo tú la puedes ver…porque de alguna manera estas unida a ella, su conocimiento está dentro de ti, como en ella su magia y en ella su alma.

-De que magia habla-le espeto la pelirroja que no podía digerir lo que decía aquella mujer- que soy un maldito Harry Porter…

-Oh si la tienes o cómo crees que llegaron aquí –aquella confesión detuvo su diatriba dejándola con la boca abierta, algo que solo ocurría en contadas ocasiones –si niña, tu provienes de una larga y poderosa familia de druidas y la joven te eligió por eso- refiriéndose nuevamente a Deirdre, quien al parecer movía los hilos de sus destino.

Frustración…




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