Capítulo 03
Mi cuarto es blanco y así lo quise para yo misma darle color y vida a mi manera, justo al lado de mi cama había otra puerta donde me llevaba a un mini cuarto donde estaba una ventana algo grande dándole como paisaje el jardín de la entrada, ahí se encontraba mi lienzo listo para cualquier idea loca que me pasé por la cabeza.
Ese lugar lo utilizaba para crear mis obras algunas partes estaban pintadas por mi y otras llenas de retratos, cuadros o paisajes, pero había unos en especifico que acaba de terminar con el rostro de Andrés, donde reflejaban su encantadores ojos y su matadora sonrisa; no podía dejar de pensar en él, aparte de que necesitaba distraerme o me dejaría caer de nuevo por mi rompimiento con Sebastián.
Estaba tan concentrada en donde colocar el cuadro que hice ayer antes de caer muerta en mi cama cuando volteo a ver mi celular y no dejaba de recibir mensajes y llamadas de Sebastián, no quería abrir ningún mensaje de esa persona en especial, pero me entro la duda y decidí ver que era lo que decían.
Todos y cada uno de esos mensajes eran sobre como mi padre peleaba con los suyos y como estos le reclamaban por haber terminado conmigo. ¡Ay no! Mas problemas no por favor.
Me quedé sorprendida porque no le había dicho nada a papá, pero si a mi... MAMÁ; me di cuenta de que mi madre le había contado lo sucedido y por eso estaba este idiota me llenaba mi celular de mensajes donde prácticamente me decía que no valía nada, que como podía hacerle eso a él. De inmediato le marco a mi madre para saber que fue lo que había pasado.
- Contesta mamá, contesta - desesperada porque no me contestaba y me mandaba directamente a buzón. Después de tres, cuatro, CINCO intentos de llamadas contesto
**Hola sole mio, ¿como te la estas pasando en casa hija?, ¿ya estas un poco mejor? - mi madre parecía como si no supiera nada
**Pues estaba muy bien hasta que empecé a recibir mensajes de Sebastián insultándome, diciendo que mi padre le esta hablando con los suyos y estos le están haciendo la vida imposible - dije algo irritada por la situación, tome algo de aire y después lo solté para poder seguir la conversación algo mas tranquila - mamá, te juro que no me enojare contigo, tan solo dime ¿Por qué le dijiste a papá y que le están haciendo a Sebastián? - suspiro cansada, su madre parecía que no quería contestar, pero lo hizo.
**Ay hija, lo siento tanto... lo que paso es que, pues me quede preocupada por el como estabas el viernes y no dejaba de pensar en que te podía pasar algo o que ocasionaras algo que te afectara - mientras la escuchaba me senté en la cama y no me despegue del celular ni un momento para escuchar a mi madre con atención - en fin, tu padre supo que tenia algo y se me salió decirle lo de tu relación con ese muchacho - al principio si quería que todo esto le pasara al desagradecido de Sebastián pero, sabia que eso no estaba bien y lo quería dejar por la paz, pero ahora resulta que ya no hay paz.
Cerré los ojos y caí en la cama de donde estaba sentada
**Okey y ¿papá que esta haciendo?
**Creo que esta hablando con unos amigos, ¿Por qué? - al parecer mi mamá no se había dado cuenta que esos amigos eran precisamente los padres de Sebastián.
**No mamá, esta tratando... bueno ya hizo que reprimieran a Sebastián, esta hablando con sus papas por eso me estaba mandando mensajes molesto - no sabia porque estaba tan preocupada si se supone que ya no me importaba, pero lo que quería era que este problema terminara.
**Perdón hija, no era mi intensión, solo que... - dijo tratando de que no me molestara con ella, pero la interrumpí
**Esta bien mamá, yo se que no querías que pasara esto - di un gran suspiro - pero ya esta echo; ya veré como lo soluciono, simplemente te pido que ya no le digas nada a papá
**Claro hija, no te preocupes que no se me volverá a salir ni una palabra - nos despedimos y colgué.
Toda la noche no deje de pensar en como podría solucionar el problema, ya no quería saber nada de él, pero a la vez quería ayudarlo, no quería ver como su mundo se le destruía solo por terminar conmigo. Pero como siempre todo era por el dinero, siempre era el maldito dinero, no tenia ni una sola amistad, ni un solo romance donde no estuvieran conmigo por el dinero, el apoyo económico que daba a quienes yo quería y que creía que me querían.
El fin de semana paso algo rápido de cierta manera, mis padres llegaron en domingo como lo habían dicho; le tuve que contar todo lo sucedido a mi padre, pero no le conté que hablaría con Sebastián ya que me había prohibido volver a tener cualquier relación con ese chico que solo me había hecho sufrir.