POV. Matthew Blake.
-Pequeñaja- sonreí observando como la pequeña fruncía el ceño- ¿Has visto a tu madre?
-No- murmuro con preocupación- Aún no ha vuelto.. ¿Sabes algo de ella?
-Creí que se encontraba aquí..- balbuce con confusión- ¿Por qué estas aquí tu sola?- señale el salón junto a la enorme chimenea que abarcaba gran parte de la pared.
-Me gusta la soledad, tío- sonrió con nerviosismo juntando sus manos tras su espalda, causando mi adoración- Me gusta sentir el calor del fuego y sus formas.
-¿Sus formas?- me intrigues- ¿Puedo sentarme junto a ti?- señale su lado, esta asintió con timidez.
-Claro, al observarlo tanto tiempo permito que mi mente recree formas que quizás no existan pero aún así es fantástico.
-¿Quieres mostrarme tu magia?- su mirada se oscureció con asombro.
-¿Qué..?- titubeo- No existe la magia en mi.
-Tu sabes que podrás mentirles a todos, excepto a tu madre y a mi- sonreí con dulzura- ¿A que le temes, Lucero?
-¿Alguna vez has sentido tanto miedo a que se descubra una parte de ti que empeñas tanto en ocultar, temiendo que al salir a la luz tu destino cambie o que tu cambies y nada sea lo mismo. O tal vez el miedo a que tu vida y tus propios errores se cometan vida tras vida a lo largo de la eternidad. Pero por otro lado solo tu tienes la última palabra para lograr cambiar el destino; tu destino?
-Cada día de mi eterna vida.. Cometemos tantos errores que incluso temo que uno de ellos sea el definitivo y que marque un antes y después a mi felicidad. Tememos y aún así no podemos evitar dañar y dañarnos mutuamente a causa de nuestras malas decisiones.
-El universo es tan extraño, la vida y nuestra existencia lo son. Es tan sorprendente mente aterrador como en tan solo un segundo todo puede cambiar dando un giro a tus expectativas, el destino parece un juego de ajedrez. Un paso en falso y todo tu equipo pierde dando el jaque mate a tu existencia.
-¿Sabes lo que me asombra y a su vez me aterra? Hablas como si todo el sufrimiento que has vivido te haya hecho madurar tan repentinamente a una edad tan corta y me aterra el sentir la calidez al estar a tu lado, es como si te conociera de toda la vida sin ninguna mera explicación.
-No quiero que se enteren de lo que te he expresado, por favor- rogó con miedo.
-Pero.. ¿Y Luz, los demás donde se encuentran?
-Puede que exista la posibilidad de que mi cuerpo se encuentre en diferentes lugares..- respondió sonriendo.
-¿Como es posible?- murmure con sorpresa- ¿Tienes el poder..?
-Si, tengo el poder de lograr que mi cuerpo viaje incluso antes de nacer, mis partículas se forman formando cada extremidad hasta logar completarme y viajar hasta incluso conocer mi familia.
-¿Pero como es posible que te encuentres aquí cuando falta muchos siglos antes de tu nacimiento?
-Creo que no me logras comprender- rio con sencillez-
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POV. Alice Camberleck,
-Te diré una última cosa, Logan- musite con voz ronca, me estaba cansando de esta situación- Tu y yo fuimos muy unidos. Bueno... O eso era lo que creía, pero jamás te lastime al menos no sabiendo tus sentimientos por mi. Lo cual es raro porque siempre confíe en ti y al final de cuentas tu has sido quien ha querido quitarme del camino matandome..
-¡Claro que fuimos unidos! Solamente que tu jodida personalidad de querer luchar para que cada persona este feliz, ha arruinado todo.
-No puedo creer lo que me dices- murmure con asombro- ¡¿Acaso prefieres ver sufrir a personas inocentes antes que luchar para que no ocurra?!
-¡Claro que si!- gritó- No me importa sus malditas vidas.
-Tu realmente eres una persona realmente maldita- espete harta de su cinismo- Tu ego es tan grande que no te permite ver más allá de tu jodida burbuja y eso es algo intolerable.
-Intolerable eres tu al creerte la Reina de aquí- respondió.
-No me creo, cariño- susurre cerca de su rostro- ¡Soy la maldita Reina!
-Veremos si lo seguirás siendo- alzó su mano ante mi rostro.
Mis párpados se cerraron abruptamente preparándome para luchar, pero su golpe jamás llegó.
-¿Que crees que haces, gusano?- mis ojos se abrieron observando el rostro furioso de Christopher.
-Rey.. Lo..lamento- balbuceo con temor, su cuerpo se retorcia ante la fuerza que ejercía sobre su muñeca.
-¿Acaso no te han enseñado a respetar a las mujeres? Porque no tengo algún problema en dañarte.
-Deberías irte, Logan y no volver a intervenir en mi camino- musite en un intento de finalizar con la tensión.
-¡No!- intervino la voz del Rey con frialdad- Nadie se va con tranquilidad sin pagar las consecuencias de querer lastimar a mi hija.
No lo puedo creer.
Algunas personas son bastantes cinicas, princesa.
-Christopher déjalo ir, tu sabes que se perfectamente protegerme- me observó por un momento para luego ignorarme.
¡¿Que?!
¿Como se ha atrevido? Maldición.
Me parece que tu querido padre sabe como ignorar- rieron.
¡Callensen!
Deja de enfadarte, envejeceras más rápido.
O quizás muera más rápido a causa de ustedes.
Touche, Reina.
-¡Christopher!- el suelo vibró de manera abrupta logrando que ambos se separasen- Tu vete de aquí antes que logre matarme por mi cuenta- el susodicho asintió con preocupación desapareciendo con velocidad.
-¡¿Por qué lo dejas ir?!
-Luego lo visitaré- respondí cruzando mis brazos- Ahora quiero saber ¿Que haces aquí?
-Quise dar un paseo- respondió con firmeza- No pude evitar sentir tu olor y llegue hasta aquí.
-¿Cuando entenderás que quiero que me dejen en paz..?- un llamado interrumpió mis palabras.
Gire mis ojos con irritación
Mi rostro giró en busca del culpable encontrándose con el rostro de Cassandra.