Por algún motivo Niklas era el más emocionado esa noche, algo en especial brillaba en sus preciosos ojos grisáceos, tal vez la curiosidad de saber cómo era la tan esperada compañera de su hermano era lo que lo mantenía allí con altas expectativas, solo esperando el momento exacto de reprocharle a Kasch el hecho de haberla dejado marchar.
Se había puesto un atuendo recién comprado, un perfume delicioso qué había adquirido en uno de sus viajes a México, se veía de infarto, era más que obvio que ninguna loba le quitaría los ojos de encima, se había preparado para la ocasión, no importaba cual fuese el motivo por el que se reunirían, porque para Niklas verse y oler bien era de gran importancia.
Era de noche, pero no una silenciosa ni oscura, parecía que la diosa estaba de su lado y se hacía presente en una hermosa luna llena qué iluminaba hasta el más recóndito lugar de la manada, las luces solo quedaban como absurdos adornos comparados con ella. Los invitados llegaban con atuendos elegantes, finos y de alta costura, era sin duda una fiesta de altos mandos, nadie se imaginaría lo que habría detrás de todos este teatro.
Niklas no perdía a ninguno de los que llegaban, claramente esperaba ver esa melena rubia y ojos azules tan característicos de la familia Novikov o al menos eso había investigado. La noche avanzaba, tal vez habían sido tan solo minutos según la perspectiva de Niklas aunque su hermano mayor no pensó lo mismo.
— Te mueres de ganas de verla ¿no? — Se burló él tomando una copa de Champán, en tanto Kasch intentaba negar lo que decía, sin existo ya que su hermano no entendía explicaciones.
Para suerte de Niklas tan solo diez minutos después ella llegó junto a su hermano, ambos desprendían superioridad y elegancia, nadie había evitado voltear a ver a la rubia, se veía bellísima, y que hablar de su hermano, ambos tenían excelente genética.
— Dime que no es ella — Más que una pregunta fue una súplica, algo que molestó mucho al mayor, pues el tono que usó no le pareció en nada lo adecuado.
— ¿Y que si es así? — Preguntó Kash con una ceja le atada y el evidente tono de molestia.
— Sin duda eres un estúpido — Aseguro Niklas bebiendo de su copa — ¿Estas seguro que la quieres dejar ir? Porque si salimos vivos después de hoy es seguro que más de uno intentará algo con ella — Las palabras del menor eran ciertas y él sabía, no tenía que ser un adivino para saber lo que pasaba por las mentes de los hombres solteros qué estaban presentes, aunque estuvieran llevando a cabo una emboscada en ese momento era seguro que ninguno había podido dejar pasar la belleza de Vanya.
— Ella sabe lo que hace, no es mi asunto — Y de pronto Nikals comenzó a reír por las babosadas qué decía su hermano, el no pensaba lo mismo, pero al final eran "adultos" y sabían lo hace hacían, pero, en sus mente sabía que no dejaría que Kasch dejará pasar la maravilla de tener a su Mate con él.
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La fiesta estaba muy animada, Pero Vanya no tenía la intención de divertirse sin tener precaucion, el hecho era actuar pero eso de dejarse llevar aun sabiendo lo que posiblemente pasaría no era lo suyo, además cierto moreno la estaba desconcentrando, con ese atuendo qué lo hacía lucir aún más guapo de lo normal.
— Vanya, concéntrate — Dijo Volker, quien no quería arruinarle el momento de admiración qué estaba teniendo, si no que quería evitar que la tomarán desprevenida y se aprovecharán de ello.
— Lo se, pero esto tarda mucho — No era exactamente paciente y mucho menos ese día, su loba presentía algo y no dejaba de molestarla, estaba inquieta hasta el punto de comenzar a causarle dolor de cabeza.
Las palabras de Vanya habían sido el presagio de algo muy malo, el silencio y la tranquilidad que se sentía hacían evidente lo que estaba por suceder, los árboles se movían, y los animales de pronto se había quedado callados, la luna fue cubierta por unas densas nubes qué la cubrieron por completo, dejando a todos a la simple luz que trasmitían las luces de fiesta, era este el inicio de todo lo que había estado planeado desde hacía días, y como lobos, Vanya y Volker lo había detectado de inmediato.
— ¿Noche de luna llena? — Dijo un castaño, de enigmáticos ojos verdes y ropa color negro, con un tono de burla macabro.
— Es la noche en la que se reúnen las bestias ¿no? — Respondió lo que por el tono de voz Vanya identificó como una mujer.
— ¡¡Cierto!! — Respondió el hombre — ¿Nos esperaban? — Preguntó mientras veía como todos los presentes no perdían ni un movimiento que hacía.
Curiosamente nadie había comenzado el ataque, y no, no tenía miedo, pero para saber cómo atacar primero debes conocer al enemigo, este parecía haber llegado "amistosamente" pero la espesura del bosque decía lo contrario.
— Nos están rodeando — Susurro Vanya, atrayendo de inmediato la mirada del misterioso hombre...
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Editado: 03.12.2023