A las grandes alturas del mundo, entre las nubes de algodón y con un aire calmado, existe el gran reino del cielo también conocido como “Pай”. Habitando en el reino millones de “ángeles”, personas con la habilidad de volar sin alas y con el control del aire, piel pálida y albinos, tanto hombres como mujeres. Gobernados por un rey bondadoso y una reina guerrera y aventurera, hoy era el cumpleaños de la princesa “Mizuki”, le pusieron ese nombre ya que, al nacer su pelo alvino deslumbraba con la luz de la luna. 10 de la mañana, la chica de 17 años, dentro de poco a cumplir los 18 se levanta de su cama con su cabello alborotado, con un pijama de plumas y unas pequeñas pantuflas, era de estatura alta y mencionado anteriormente, piel pálida y cabello albino, pero en sus ojos deslumbraban unos ojos color miel resaltantes en su rostro. Unos ojos que a cualquier chico del reino enamora. Paso a cambiarse de ropa y ponerse un vestido color esmeralda, y unas zapatillas color celeste y bajar a la sala y caminar al comedor.
Cuando llego al comedor, todos los chefs la recibieron con una reverencia a la que ella respondió: - No es necesario hacer la reverencia chicos, saben que no me gusta ese tipo de trato, aunque sea de la realeza, por favor pueden tratarme como una amiga de confianza. – A lo que los chefs solo se rieron nerviosamente y pasaron a preparar un buen desayuno para la chica. Mientras esperaba su desayuno, Mizuki miraba por las grandes ventanas de su castillo observando las nubes y como distintas especies de aves volaban a la par que el reino, todas tan exóticas y únicas. Después de un tiempo breve le entregaron el desayuno deseándole provecho a su comida lo cual ella solo asintió y paso a comer.
Pasaron los minutos de lo que ella comió para luego salir del castillo y caminar por el reino de los cuales sus padres gobernaban, que curiosamente ellos no se encontraban en los asientos del trono. Caminando por las hermosas calles de su reino, todas las personas le saludaban amablemente, hombres, mujeres, niños, niñas y toda la gente que vive alrededor y más lejos del castillo le saludan. Mizuki estaba emocionada por su cumpleaños, pero a la vez decepcionada porque hasta ahora ningún poblano le ha dado sus felicidades, tampoco los trabajadores del castillo. Con toda esa desilusión fue directo a la casa de su mejor amigo para ver si él se acordaba igual de su cumpleaños, el chico era más bajo que ella y no tenía tanta economía, Mizuki siempre le ha ofrecido algo de su fortuna para darle y que les mejore su calidad de vida y casa, pero él no la acepta porque a él le gusta su vida así. Al llegar a la casa de su amigo se asoma por la ventana para ver si alguien estaba en la casa, y no logra observar a nadie, toca la puerta para esperar que alguien responda, pero no consigue ninguna. Su última opción era entrar así que entro y cerró la puerta para cuando ella se diera la vuelta, su amigo de nombre Lucas, los padres de Lucas, algunos poblanos y sus padres saltaran detrás de la barra de la cocina, puertas y esquinas para festejarle su cumpleaños, su cara no tenía precio, su expresión de alegría era inigualable.
- ¿Creíste que nos olvidaríamos de tu cumpleaños cariño? Claro que no mi corazón, tu madre y yo lo pensamos demasiado como festejarlo y se nos ocurrió en la casa de tu amigo Lucas siendo que son muy unidos. – Decía su padre con alegría, su padre era de estatura mediana, flaco y casi sin musculo, pero un gran estratega en sus guerras, siendo lo contrario a su esposa que ella es una guerrera, de estatura alta y algo de musculo.
- ¿Qué tal te pareció Mizuki? Mis papas y yo te preparamos pastel, aunque yo hice todo, mis papas solo me dieron la receta, espero te guste. – Decía Lucas mientras llevaba el pastel en sus manos y lo dejaba en la mesa. Mizuki no tenía palabras, solo se notaba su expresión de alegría extrema y algunas ganas de llorar por tal semejante sorpresa, solo paso a darle un abrazo a su amigo y luego a sus padres y los padres de Lucas.
Pasaron las horas siendo que a las 12 fue el momento de los regalos, los poblanos que estaban ahí le dieron algunos collares con perlas hermosas, otros unas pulseras hechos por ellos mismos con el algodón de las nubes y tela de la tierra. Lucas le dio un libro de aventuras, ya que ella le encantaban ese tipo de historias y también un cuaderno de dibujo ya que le encanta dibujar igualmente. Los últimos en darle regalo a Mizuki fue su madre y su padre, su madre le dio un mapa del exterior de su reino, donde se lograban ver varios caminos y algunos reinos vecinos. - ¿Qué es esto mama? ¿Acaso es para mis materias de geografía y como atacar otros reinos? – Lo cual la madre se ríe y paso a acariciarle el hombro.
-No cielo, algo mejor. Tu padre y yo hemos visto que te encanta las aventuras gracias a mí y las historias que te he contado de mis viajes a la tierra. Así que pensamos mucho esto y decidimos que ahora tu nos cuentes tus historias. – Sonriendo se separa de ella y pasa su padre a darle un collar y un libro que tiene una pinta muy vieja.
Mizuki se queda muy en shock por los comentarios de su madre y por el libro, que era sobre el LORE. – Este libro fue transferido por generaciones en la familia de tu madre, contando como tus ancestros fundaron LORE y sus convivios, sus miles de historias. Y pensamos en dártelo porque es hora de que tu armes tus historias. – Mizuki se quedó mirando a su padre con los ojos brillantes. – Ya eres una adulta cielo, y puedes hacer lo que tu desees. Vamos, te preparamos una mochila, está en la entrada del reino. –
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Editado: 22.06.2020