El tiempo es incierto en un mundo donde tus pensamientos solo existen, tus sentimientos se emanan y apoderan de ellos, son reales, existentes, pero no tangibles. ¿Acaso puedes verlos? ¿Puedes tocarlos? ¿Olerlos? No, solo se sienten y expresan.
El joven aventurero se encontraba en una cueva ocultándose de una tormenta que apareció en el lugar. Este chico antes de su partida había tomado lo necesario de su hogar, unas prendas de ropa, provisiones de comida para ir avanzando en los bastos caminos de los diferentes biomas, que para su imaginación podrían ser enormes, quizás infinitos, ¿Quién sabe lo que puede haber al otro lado del mundo? Solo el dios que las personas crean podrán saber, o quizás no.
Este joven también tomo para su punto de vista lo más importante, un retrato donde sale su hermana sonriendo, lo más preciado que le quedaba y lo que quería proteger. En su mente sabía que la guerra afectaría profundamente el reino, los daños colaterales siempre ocurren en algo, es casi improbable que alguien más salga afectado en estos casos, y en una guerra el fuego cruzado es común, y solo su familia se acordara de esas personas abatidas. Aparte de la foto de su hermana poseía el libro de su abuelo, todo lo relevante que tenía que saber de LORE lo poseía en ese libro. Todas las leyendas y todas las historias, sus batallas, victorias, derrotas, sus logros y perdidas.
-Y pensar que todo lo que todas esas historias fueron reales, son cosas verdaderas. ¿Por qué la gente perdió la esperanza en tener un orden entre todos los reinos? Si entre todos pondríamos fin a los atracos, los desacuerdos, las guerras. Solo paz. – Dijo este joven mientras acariciaba la portada de este libro mientras las gotas de lluvias se hacían más potentes, los pensamientos de este chico se vieron interrumpidas y estropeadas, solo dejo de pensar y se puso a descansar para que el tiempo pasara.
En la otra costa de los reinos, una joven chica se encontraba observando el hermoso ambiente del lugar conocido como “Los mundos cruzados”. Un paisaje que combinaba arboles de cerezo con árboles de robles, al igual que esos pastos obtuvieron un difuminado de verde a rosado, y sus frutos, los más raros y demandados entre los reinos por su sabor sin igual; la combinación de frutos rojos con un toque jugoso y agrio, lo hacían perfecto para recetas de cocinas.
Esta jovencita solo estaba observando por encima de este, en su nube que tenía una apariencia muy esponjosa, muy suave, como si de un algodón de azúcar se tratara. La chica observo a 2 hombres que entraban a este bioma, unos leñadores parecían ser por las hachas que portaban en sus manos, la chica descendió con su nube para poder enfrentarse a estos hombres.
-Disculpen caballeros, me preguntaba por su presencia ante este bioma, mas con esas hachas, ¿Saben que está prohibido la tala de árboles de este lugar? Ninguna orden ni permiso puede valer en estas tierras especiales. – Comento nuestra chica.
Estos hombres ante lo dicho de la joven, se rieron juntos para asi mirarse entre sus risas y carcajadas, uno de ellos que pretendía ser el más joven por su apariencia menos definida que su compañero se acerca para hablarle. - ¿Quién eres tú para decirnos que está bien y mal en este paisaje? Nadie lo cuida y nadie va a darse cuenta si unos cuantos arboles desaparecen del lugar. – Dijo el hombre con una autoridad que el mismo solo se imaginaba y creía tener. – De todos modos, eres solo una niñata que se cree mejor por prevenir de un reino en los cielos, donde todo es “perfecto”.
La chica alzando un poco su ceja, con un breve movimiento de sus dedos empujo lo necesario al chico para que topara contra su compañero que lo sostuvo ante su choque, ambos se quedaron mirando a la chica con un disgusto notable ya que los estaba molestado. – Respondiendo a tus preguntas, son la princesa de tal reino que mencionaste, y como princesa de ese reino digo que lo que pretendían hacer está mal por 2 razones. Este paisaje es sagrado por la rara unión de dos biomas diferentes, y como segundo es que este paisaje es propiedad del reino. Y para que recuerden el nombre de la princesa. – Esta provoco otro viento con tan solo unos leves movimientos, provocando que algunos árboles tambalearan, las hierbas altas “bailaran” y las hojas secas del lugar salieran disparadas en dirección del viento. Los hombros no podrían resistir este fuerte viento, por lo que poco a poco igual fueron disparadas por estos vientos fuera del lugar junto a sus hachas, que una de ellas casi corta la mano de uno de los hombres. – Mi nombre es Mizuki, no vuelvan nunca.
Ambos hombres tomaron sus hachas y se largaron del lugar, mientras que Mizuki solo observaba como se iban aun montada en su nube, miro por un momento hacia la copa del árbol, observando que había justamente una fruta madura en esta, por lo que dejando su nube se levantó y empezó a flotar en dirección a esta, tomándola para ir de vuelta con su nube y darle un mordisco e irse del lugar montada en su nube.
Agus, nuestro chico fuerte, pero a la vez delicado, quebrado por sus sucesos de hace unos dias. Se encontraba muy cansado, hambriento y sediento por el haber dejado su pueblo sin ninguna provisión para su escapatoria, ni agua ni comida. Parecía que estaba al borde del colapso por la falta de alimentación, hasta que pudo encontrar una leve cabaña a lo lejos de él, se podía ver un poco por el humo que emanaba por su chimenea, una pequeña caballa, no sabía de quien era ni si era una buena persona, pero este necesitaba comer, con su vista nublada y las ultimas fuerzas que tenía trataba de ir hacia esa cabaña. Prácticamente a tan solo unos cuantos metros este pierde toda fuerza y cae derrumbado al suelo, seco, hambriento, no tenía energía para seguir y dentro de su mente solo estaba el pensamiento de que iba a morir de una forma tan estúpida por un capricho.
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Editado: 22.06.2020