Viernes, 11:32 a.m
—Flor.
—Dime.
—¿Si saldremos mañana?
—Claro, pero como ayer por el chat no me dijiste más nada, pensé que no querrías salir.
—No, nada que ver, claro que quiero. ¿A qué hora puedes?
—A las dos o tres de la tarde, ¿te parece?
—Me gusta, ni tan temprano ni tan tarde. Iremos al parque, ¿verdad?
—Si, tengo mucho tiempo que no voy.
—Si, yo tampoco, me hace falta agarrar aire libre.
Seguimos conversando, sobre cosas cotidianas de la vida. Sobre sus gustos, comidas favoritas, todo
esto lo hacía para saber a qué invitarla mañana o qué dulce brindarle. Me estaba comenzando a
llamar la atención, es linda, tímida, un poco reservada pero tiene temas de conversación y no
parábamos de hablar. Me contó que pertenece a una religión el cual su familia es muy amante, fieles
seguidores y extremadamente radicales. Los testigos de Jehova. Le comencé a hacer unas cuantas
preguntas porque no sabía mucho sobre aquella religión, a ella le gustaba que le hiciera preguntas,
sabía mucho del tema.
—Buenos días —entra una alumna, ya me estaba acostumbrando a llevarme mejor con las mujeres,
bueno, adolescentes, ya que ningún hombre había llegado en estos cinco días de trabajo.
—Buenos días. Dígame. —La saluda Flor.
—Quisiera una cita con usted —Me señala a mi— ¿Si podría ser para ahorita?
—Oh, claro. Por favor ingrese sus datos con ella y puede venir a la oficina.
—Está bien.
Me dirijo a la oficina, esperé un minuto y ya estaba ella ahí.
—Hola.
—Hola.
—Entonces ¿comenzamos?
—Si
—Bueno, ¿qué me cuenta?
—Emm, lo primero es que sufro de neumonía, de anemia, y otras cosas que no recuerdo porque
nunca le prestaba realmente atención a lo que me decía el doctor.
—¿Desde cuando tienes todo eso?
—Todo me lo diagnosticaron entre los cinco y seis años, no recuerdo muy bien. Es difícil, ya que hay
muchas cosas que no puedo hacer.
—¿Tienes algún ejemplo?
—Pues, desde que me dijeron eso, no podía salir, y también soy alérgica al sol, y no puedo estar
mucho rato expuesta a él, así que normalmente salía de noche. Mis enfermedades me han afectado
por completo, me ha dificultado estudiar también, porque venir así a la escuela no es bueno, pero no
tenía opción.
—Si sales al sol ¿qué te puede pasar?
Me pongo muy pálida, y roja. Me salen manchas y así, se me bajan las defensas.
—¿Cómo haces para venir a la escuela sin que te pase nada malo?
Es complicado, porque es más lo que no vengo que lo que vengo, cuando vengo, me tienen que
inyectar unos medicamentos antes de salir, y tengo que andar con suéter y protector solar.
—Oh, entiendo, ¿y qué más cosas te pasan aparte de lo del sol? ¿y aún tienes neumonía?
—Si, aún tengo neumonía. A mi me dieron un horario, debo comer antes de las 9 a.m, almorzar a las 12 p.m y cenar máximo a las 7 p.m. Ya a las 9 debería estar durmiendo, máximo 10, pero después de
un año comencé a ignorarlo, también me mandaron muchos medicamentos.
—Tu caso es increíblemente crítico. ¿Tienen cura todas tus enfermedades?
—No, eso se activa.
—Oh. ¿Tus amigos lo saben?
—Nadie, a excepción de mi familia. Siempre he intentado disimularlo lo más que puedo. Oculto mis
crisis y mis peores momentos, ya que en primaria sufrí mucho bullying a causa de eso. Cuando me
dio esto, si ahorita soy muy blanca, antes más.
—Pero ¿cómo te podían hacer bullying por eso?
—Por lo pálida, y con los que estudiaba eran extraños. También porque tenía que comer antes que
ellos, aparte por las cosas que tenía que tomar y comer por eso. Las profesoras me llamaban la
atención cuando no me tomaba mis jugos, y ellos empezaban con el bullying. Antes estaba tan mal
con este tema que hasta se me marcaban todas las venas en la cara, no se me marcaban, si no que
se veían mucho, en la cara y en los brazos, y yo era muy flaca, pesaba 27 kilos.
—Te admiro, te has esforzado mucho en la vida, no cualquiera podría cargar todo eso así de fácil.
—Pues, si, yo jamás le desearía a alguien que pase por eso que pasé y estoy pasando, es horrible.
—Pero ¿antes era peor o ahorita lo es?
—Antes. Yo dejé de comer por eso, y cuando comía me llenaba con una cucharada de lo que sea y
ya, o con agua.
—Veo que has mejorado mucho, es imposible que ahorita peses 27 kilos.
—Ya no peso eso, sigo pesando poco, pero no tanto como antes, subí de peso de tanto comer
chucherías, porque por más que comiera no engordaba, nada.
—Me alegro, de verdad, has luchado y sigues aquí, de pie.
—Gracias, gracias.
—Por lo que veo, cada vez te mejoras mas ¿cierto?
—Si, aunque no tanto, porque hace un poco más de un mes, me enfermé mucho porque tenía la
hemoglobina baja, dejé de ir a clases y tenía que ver clases en línea. Todo por culpa del sol, estaba
saliendo mucho y eso me afectó.
—Pensar que hay tanta gente que se queja de lo más mínimo en sus vidas, y hay personas que pasan
por cosas tan drásticas que las personas que no sufren prácticamente por nada ni se les pasa por la
cabeza que eso podría pasar.
—La verdad es muy bueno, prefiero que se quejen por eso y no por lo que yo pasé, si no por cosas
simples.
—Realmente lo mejor sería no tener nada malo y ya, lo mejor sería que nadie sufriera por nada, todos
tenemos derecho a gozar la vida con las mejores condiciones de salud. Pero, lamentablemente no
todo es como queremos, la vida es muy injusta, pero si alguien tiene la suerte de estar en las
mejores condiciones, normalmente no sabe apreciarlo. Muchas personas son muy afortunadas, pero como toda la vida han vivido con privilegios, lo ignoran y lo dejan pasar. Yo sé que vas a mejorar
mientras más pasen los años, todo es cuestión de que te pongas la meta de mejorar, de crecer, de
seguir adelante. Siempre hay que valorar las cosas buenas que tengamos, y no hablo solo de salud,
hablo también del dinero, que muchos tienen la costumbre de querer todo, darse sus mejores lujos.
Lo más importante es poder comer las tres comidas diarias, que no pases trabajo. Muchos dicen
''pero conformarse con lo que uno tiene, lo básico, es ser conformista'' quizas lo es, pero no estar
conforme con tu status económico pero tampoco hacer algo para mejorar económicamente o como
persona, es ser conformista. Con esto quiero decir que aunque te adaptes aunque no quieras a los
peores momentos, lo mejor es nunca ser conformista, la idea es siempre mejorar, que pasen los
años y saber que gracias a tu esfuerzo has logrado lo que quieres. Hay que dejar de quejarse por
tonterías y valorar las cosas con el valor real que tienen. Sé que puedes.