Relatos de Mrs Unright

Pepe el toro y la chorreada

Hoy si me llegó la inspiración.

¿Saben? Me siento bendecida, plena, feliz. Estoy pasando por una etapa de mi vida increíble, y con cierta estabilidad que jamás creí alcanzar.

Pero no siempre fue así. ¿Se acuerdan de la historia del anillo? 
"Esto también pasará".

Hace un par de años, derivado de un par de malas decisiones y de haber confiado en personas que no debíamos, nos empezó a ir mal.
Hoy no recuerdo esa época con anhelo, pero si con nostalgia para jamás olvidar de dónde vengo y saber hacia donde voy.

Era el 2018. Perdimos muchas cosas materiales. Dinero, la camioneta, nuestra casa incluso. Vivíamos en casa "prestada".

Y lo más terrible, es que con muchas de esas cosas se fue nuestra esperanza. Estábamos muy deprimidos.

Era diciembre, apenas y salíamos al día. Yo no tenía mucho trabajo en el consul y Carlos rentaba un coche y andaba ubereando.

Pero pagar la renta del coche, sacar la gasolina y además una ganancia está perro. Trabajaba muchas horas y el dinero era poco.

Empeñamos muchas cosas que no pudimos recuperar.

Había veces que Cha llegaba con algo para cenar, aunque fuera una maruchan. Me decía "yo ya cené gordita" aunque sus tripas en la noche me dijeran (a rugidos) lo contrario.

Jamás faltó un platito de comida en la mesa. Y tuvimos personas maravillosas que siempre nos ayudaron.

Mis suegra, que nos brindó un techo y nos ayudaba con algunas cosas.

Mis papás que como buenos y amorosos padres jamás jamás han soltado mi mano y siempre me dieron algo para nosotros.

Luciana jamás se quedó sin comer, sin su fruta, sus verduras.

Mentí muchas veces porque sentía pena.

Jajaja (mamá no te enojes)

Me acuerdo que un día mi papá me preguntó si traía para el taxi y le dije "si claro ntp".

Salió a dejarme al taxi y en la esquina le dije al taxista "¿sabe que? Se me olvidó algo" y me baje sin pagarle para subirme al pesero jajajajaja. Y ahí con chamaca y pañalera e itacate jajaja.

No puedo decir que éramos pobres, porque nunca lo hemos sido, pero si estábamos bien jodidos.

Les decía que era diciembre.
Chá sabe cuánto amo la navidad. Ese año ya me había resignado a no tener árbol porque pues no era prioridad.

Un día, Chá no llegaba del Uber. Ya me estaba yo preocupando. Luciana no cumplía ni el año.

Camine por la sala de un lado para otro porque no llegaba. Me acuerdo que estaba lloviendo.

Era 20 de diciembre más o menos.

Escuché llegar el coche (de Uber rentado) y salí a la puerta.

Chá estaba mojado de los hombros, pero su sonrisa, esa no la olvidaré jamás.

Abrió los brazos super grandes y me dijo "gordita, feliz navidad".

En el toldo del coche, amarrado, venía un árbol de navidad. Se me arrasaron los ojos de lágrimas.

"Me tarde porque me fui de súper en súper buscando uno para el que me alcanzara. Hoy me pagaron un viaje privado y traia $300 pesos para un árbol. Después de tanto buscar ¡lo conseguí gordita! Me costó $250 pesos".

Lo bajamos y ya puesto en la sala Chá puso cara de decepción "hijole, está bien seco y creo que no abrió" me dijo tristón.

Yo con lágrimas en los ojos le dije "es el árbol más bonito del mundo" mientras le pregunté a Luciana "¿Tu que opinas?"

Luciana abría sus brazos grandes y hacia ruiditos de bebé con mucha emoción y cara de asombro.

"¿Ves? A ella le encanta y a mí también".

Vivíamos en casa de mi suegra (ella no vivía ahí) así que con los adornos que tenía pusimos el árbol super bonito. Hasta una villita me encontré por ahí.

Fue una navidad dura, pero la recuerdo con mucha nostalgia.

Para reyes, no teníamos tampoco mucho.

Pero nos fuimos a la alameda a dar la vuelta el 5 de enero.

Jugamos a las canicas y nos ganamos un pez de plástico y una alcancía de yoda.

En un puesto vendían un ratón de los dientes muy barato y Chá me lo compró para que hubiera algo para mí bajo el árbol.

Luciana no sabía de dinero. Ella vio regalo y fue muy feliz. Obvio con sus abuelos llegaron cosas más chidas. Jajaja.

Hoy recuerdo esos tiempos con mucha nostalgia (escribí este post llorando). No con lástima ni con pesar. Si no como un recordatorio de lo que es no tener muchas veces. De lo que es sentirse desesperado, de no ver la salida, de pensar que siempre será así.

Y sobre todo, de que todo pasa, y podría volver a estar ahí (Diosito quiera que no, pero uno nunca sabe).

Es... Pinche Cha. Es la onda. Es el mejor hombre que con $300 pesos y mucho dar vueltas, me regreso la sonrisa al rostro y la esperanza al corazón.

Hoy.. hoy todo es diferente, pero se que nada es permanente. Hoy quiero hacer todo lo que esté en mis manos para nunca más volver a estar en esa situación.

Pero, si hoy no ves salida, si hoy sientes que todo se derrumba, que esto no tiene fin... Recuerda que ESTO TAMBIEN PASARÁ.

Y sobre todo, recuerda que cuando hay amor, todo se puede. Y cuando Dios está contigo, nada te faltará.

El amor en nuestro corazón, Dios en nuestras oraciones y una hija pequeña que fue nuestro pequeño (gran) motor fue lo necesario para salir adelante.

Y aquí estamos. A veces miro hacia atrás y no me lo creo, pero jamás olvidaré esos tiempos, porque me recuerdan todo lo que hemos tenido que pasar para estar hoy aquí, ahora, parada justo donde estoy.

Y de todo corazón, de todo corazón en verdad, gracias a todas las personas que siempre han estado ahí, sin soltar mi mano, con su amor incondicional.

Con palabras cálidas, con un platito de comida, con un techo, con puras cosas bellas para nosotros.

Que Dios los bendiga.

Ay ya me voy xq quiero chillar poquito más.

Besos,
Mrs. (Me sentía la chorreada) UnRight



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En el texto hay: relatos cortos

Editado: 15.05.2021

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