Relatos de Terror

Ruidos en la Cocina

Todas las noches sin excepción alguna, estando solo o acompañado, se podía escuchar ese ruido tan peculiar.

Podría decir que era alguna teja suelta, pero estas eran lo suficientemente pesadas, imposible que el viento las moviera.

Una chapa? Imposible, todas clavadas.

Algún animal? No, por lo que yo entendía, estos no caminaban por los techos, todos los días, a la misma hora sin faltar ni un día.

La hora era siempre la misma, y no hacía falta prestar mucha atención, para saber que siempre eran la misma cantidad de golpes, ni más ni menos.

Intrigado una noche me animé a salir, en busca de ese ruido.

La escalera prestada, bastante inestable, me guio al techo.

Camine lentamente por las tejas, teniendo cuidado de que alguna este suelta.

Llegue a la losa y lo que pude ver, lo que la luz de la luna me permitió ver, me herizó la piel.

Un forma pequeña, menos de un metro de altura estaba tratando de arrastrar una bolsa...

Una bolsa mucho más grande que eso, más grande que una bolsa de basura normal.

Tenia forma de un cuerpo.

De una persona que se movía desesperadamente dentro de esta, tratando de zafarse de este ser.

Mi respiración agitada llamó la atención de este, el cual giró bruscamente permitiéndole ver su rostro, su figura.

Parecía un enano.

Pero no como los de las películas.

Era petiso, tenía ropa oscura, desgastada, mientras que su rostro arrugado formaba una exprecion de enojo.

Sus pequeñas manos trataban de hacer un nudo a la bolsa la cual pedía auxilio.

Este al verme, soltó fuertemente a la persona, callando sus gritos.

Se dio vuelta y tomó lo que parecía se un palo, o un hierro.

Fue cuando me di vuelta y sin dudarlo baje rápidamente de las escaleras, escuchando los gruñidos de este animal.

Entre a la casa,cerré con llave, cerré las ventanas junto a las cortinas del living, y corriendo me dirigi a la cocina, en busca de un cuchillo, además de asegurar que no entraría por las ventanas.

Una vez que tuve el utensilio en la mano, me dirigí a la habitación, y mientras lo hacía podía escuchar sus intentos de abrir la puerta principal.

Me senté en la cama, y traté de desbloquear el celular para llamar a algún vecino.

La señal era malísima, casi nula, seguramente había roto la antena.

El ruido de la puerta callendo me espantó, me levanté de la cama y corrí uno de los muebles hacia la puerta.

Espere y espere, segundos preparado para atacar, minutos listo para salir corriendo, una hora para descubrir que era, dos horas para ver quién estaba en mi techo.

Pero la puerta nunca se abrio, así que abriendo  esta con mucho cuidado y note que no había nada.

Todo estaba en su lugar, y en completo silencio.

No sabía cómo reaccionar, entre otra vez a la habitación, tomé el celular, y la señal era perfecta, solo que tenía un mensaje de un amigo.

Burlándose me había mandado un audio, diciendo que supuestamente en su barrio había ocurrido un ataque a una casa, y que uno de los agredidos había dicho que un enano lo había atacado.

Paralizado, mirando al techo, comencé a llamarlo, para comentarle lo que había pasado, pero una pequeña mano saliendo de abajo de la cama, tomando mi pie izquierdo me distrajo de todo, me dejó abrumado, sabiendo lo que a continuación pasaría.



#2004 en Terror

En el texto hay: teror

Editado: 01.06.2020

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