En el vasto y árido desierto, una nave se adentraba en lo desconocido, explorando terrenos inhóspitos en busca de un lugar para aterrizar.
Pero su expedición se vio interrumpida cuando, de repente, una luz segadora brilló desde el cielo y una misteriosa bola blanca apareció frente a ellos, emitiendo una energía desconocida que provocaba curiosidad los tripulantes.
La nave se aproximó cautelosamente a la esfera, pero en lugar de ser recibidos pacíficamente, fueron atacados sin piedad.
Desesperados por escapar, intentaron encontrar una salida, pero descubrieron con horror que estaban atrapados en un laberinto sin fin, donde cada dirección parecía llevarlos de regreso al punto de partida.
Finalmente, la esfera alcanzó y destruyó la nave con una fuerza devastadora.
En el momento de la destrucción, la bola emitió unas palabras: "muestras recogidas correctamente". Con estas palabras, el destino de la expedición quedó sellado en un misterio aún más profundo.
A medida que la normalidad volvía al desierto, la inquietud persistía. Se descubrieron restos de objetos desconocidos y se informaron avistamientos de criaturas muertas en la zona, dejando a los habitantes locales preguntándose qué más podría esconderse bajo la superficie aparentemente tranquila del desierto.