Mira...sí, tú...mira arriba... ¿ves esos cables?... ¿Ves los zapatos que están colgados ahí?... ¿Seguro que los ves?... ¿Qué color tienen?...No, no son rojos, son blancos... ¡que son rojos, dije!...Ven y te cuento por qué.
Hace tiempo, pasó algo horrible en este vecindario...Ya te cuento qué fue, haz silencio y siéntate ahí...bueno, prosigo. ¿Ves el callejón al lado de esa casa?...sí, esa, la amarilla. No esa no, la de al lado. Sí, sí, esa...hubo un homicidio, un hombre mató a otro...No, no sé sus nombres, haz silencio...yo mismo oí el disparo, y vi como el asesino salía corriendo en sandalias con esos zapatos blancos en sus manos, la policía llegó casi dos horas después...Sí, sí, la policía es un asco...bueno, la policía llegó y se dieron cuenta que aquel hombre estaba descalzo, lo habían matado para robarle sus míseros zapatos...Sí, es ridículo, déjame seguir...mataron al hombre en el callejón por esos zapatos, la noticia fue grande, ridículamente grande, salió por casi todas las noticias...No, no recuerdo los canales...ofrecían una gran recompensa por el asesino. Unos días después oí ruidos esa noche, pasos de alguien en la acera, era de madrugada, nadie camina a esa hora por aquí, entonces me asomé y vi que el cable estaba moviéndose. Entonces noté que habían arrojado unos zapatos ahí, tenían pegados un papel que el viento tumbó a la calle, yo salí y lo recogí, decía "Lo siento."
No sé por qué estúpida razón...Sí, es ridículo...pero el asesino devolvió los zapatos, jamás le dije a la policía y mira, ahí están todavía...Sí, sí, ya te atiendo...Ten tu cambio... ¡Hey! Lindas sandalias, por cierto... ¡Espera! ¿Por qué corres?...Bueno, supongo que tendría prisa.