Oxígeno

Desde las profundidades de la tierra, desde el mismísimo infierno surgieron los monstruos que deboraban oxígeno, cualquier cosa que tuviera un ápice del preciado elemento era cazada y exterminada...fue el fin de los tiempos. 
Las bestias humanoides desolaron la tierra al hacer desaparecer los árboles, secar a la gente y los demás seres miserables al despojarlos de su oxígeno de manera cruel para usarlo como combustible y alimento. 
La humanidad poco a poco desapareció, no sólo por las bestias, sino por su propia anarquía, el canibalismo y la guerras territorial acabaron con los pocos que no mataron los devoradores. El oxígeno respirable era un lujo que se mataba por conseguir, en el aire quedaba muy poco y el que había en tanques de buceo y demás lugares era objetivo de guerras por sobrevivir en un mundo en destrucción.