1951.
—Todos los sistemas en orden —dijo el controlador—, ¿cómo va todo allá, camarada?
—Aquí Yuri —respondió el cosmonauta—, todo en orden. Sistemas óptimos.
Ya estaba saliendo de la atmósfera terrestre cuando vio algo extraño.
—Veo algo —balbuceó—, es como un agujero en el espacio, me estoy acercando a él. Estoy muy cer-...
—Aquí Yuri, respondan —decía el piloto, pero sólo había estática, despúes de entrar sólp vio un destello y después estaba cayendo—, voy en descenso. Caeré en las costas de Japón, cerca de las Islas Marianas, según veo. El reloj de la nave está defectuoso, marca el año 1850.
La nave cayó y atravesó el agua, extrañamente no se desintegró, parecía estar cubierta de una especie campo energético, su módulo parecía tener un aura roja. Descendió hasta que se posó en el fondo, todo estaba oscuro. Estaba atrapado ahí.
El oxígeno sólo duró 6 horas y el cosmonauta murió asfixiado.
1946.
Aquí crucero Explorer, nuestro sonar está sondeando la Fosa de Las Marianas. Marca una profundidad de 10.994 metros. Detecta algo similar a metal, según los cálculos parece tener forma de un misil V2, pero mucho más grande.