Capitulo II Un encuentro inesperado

Bulma seguía recolectando las gemas que había encontrado para poder analizarlas en su laboratorio. Podía haber encontrado una fuente de energía o alguna nueva joya, en cualquiera de los casos sería un gran negocio. De todas las gemas solo una llamo su atención desde el momento que la vio, era de color azul, una tonalidad única, un brillo y un esplendor magnífico. Es algo grande y pesado, medirá unos 5 centímetros y su forma es distinta a la demas. Su brillo resulta demasiado atractivo así que sin dudarlo Bulma lo toma y lo guarda en una cajita transparente para analizarla llegando a su laboratorio. Cuando de repente, se oye un gran estruendo, parece un temblor muy fuerte, Bulma sin dudarlo sale del fondo de la cueva tomando entre sus manos la cajita donde guardo la piedra preciosa y su radio para llamar a su avioneta, se sienta para resguardarse en la orilla de la cueva mirando hacia afuera cuando ve algo sorprendente.

Son dos jóvenes, Bulma de inmediato activa sus gafas especiales para poder ver más a detalle, ya que estos jóvenes están volando. Y lo que produce los estruendos son sus golpes, están peleando, y no parecen querer detenerse.

- Estos jóvenes tienen una ropa extraña, parece un traje de batalla, veamos que dicen mis lecturas. - Susurra Bulma - Según esto, es una tela desconocida, ¿Que raro?

En eso se detiene a observar y ve que son de cabello rubio, ojos verde azulado, y por cada golpe se oye como si cayera un trueno, uno de ellos pasa de un lado a otro en un segundo evitando los golpes del otro.

- Ya, Vegetta. ¡Detente! Alguien puede vernos. - Esquiva un puñetazo
- No me importa Goku. - Dice furioso- La culpa la tienes tú por traerme aquí sabiendo que hay personas. - Lanza una patada
- ¡No sabía nada! Además solo fue una mujer ¿Que te molesta tanto? - Evita la patada tomándolo del pie
- ¡Tú nunca entiendes nada! - Safa su pie de la mano de su contrincante
- No, no entiendo, si me explicas a lo mejor si - Replica sonriendo
- Yo... ¡No te explicaré nada! - Lanza un puñetazo al rostro
- Espera un segundo, no me digas que te agrado esa mujer. Por favor por ahora es imposible enamorarse. - Dice sonriendo y burlándose
- No digas estupideces, ¡ya vamonos! - Se aquieta, se sonroja y se calla.

Mientras esto pasa Bulma graba lo que ve, con la debida precaución de que no la vieran ya que aunque tenía curiosidad tenía miedo que le fueran a hacer algo malo. Pero el joven que le llamó la atención, fue al que, ella entendió su nombre era Goku. No podía dejar de ver sus ojos, y su fuerza, además de esa sonrisa burlona y tierna, su corazón sintió una gran alegría, de esas que dan cuando vuelves a ver a un ser amado, pero al mismo instante una gran tristeza. Sin darse cuenta ella empezó a llorar sin razón aparente. Así que sin pensar decidió entrar a la cueva para recoger sus cosas, para después llamar a la avioneta e irse a descansar. Pero no puede dejar de llorar

- Vegetta, espera, ¿oyes eso? Parece provenir de aquella cueva - Señala la cueva donde está Bulma
- ¡Bah! No escucho nada, además ¿Sabes que? Tuve un mal día, así que ya me voy. -Vegetta desaparece volando por los aires pero Goku debido a su curiosidad desciende de las alturas y va hacia donde estaba Bulma.

- ¿Hola? ¿Hay alguien aquí? ¡Vaya que piedras tan lindas!. - A lo lejos, observa a una mujer llorando. - Hey, hola, ¿Estas bien? - En ese momento Goku, se transforma y su cabello de ser rubio se vuelve negro igual que sus ojos pasan de ser verde azulado a negros.
- H..o...l...a - Responde Bulma temerosa y con sollozos, arrodillada tomando sus cosas que había dejado en el suelo
- ¿Que te sucede? - Pregunta Goku con interés
- Mmm, nada es difícil de explicar. Disculpa tengo que irme y respecto a lo que vi no te preocupes no diré nada. - Se levanta del suelo, pero agacha la mirada
- ¡No me digas que nos viste a mi y a mi compañero allá afuera! Por favor puedo explicarlo, pero no le digas a nadie. - Goku súplica preocupado
- Te estoy diciendo que no diré nada. Pero a cambio quiero que me expliques cómo es que te vuelas, y ... - alza la mirada para verlo de frente- ¿¡Cómo cambiaste!? -Grita sorprendida-
- Bulma, si quieres te explicaré todo lo que quieras pero no le digas a nadie lo que viste por favor...
- Disculpa, ¿Cómo sabes mi nombre? - interrumpe a Goku y pregunta preocupada
- ¡Ay Bulma! ¿Quien no sabe quién eres? Si siempre sales en revistas, es imposible no saber tu nombre y tú vida. Mi nombre es Goku. - Extiende su mano
- Hola, mucho gusto. - Corresponde el saludo- 
- Oye Bulma, ¿por qué será que siento que ya te conozco? ¿Me dirías por qué estabas llorando?

En este momento Bulma no sabe ni que decir, ya que ella siente que ya lo conoce, solo desea besarlo, pero no entiende el porqué de sus sentimientos, recuerda que el es un solo vil desconocido. No puede darle tanta importancia a una corazonada.

- Mmm la verdad no sé, - responde mientras toma con su mano la cajita que tiene la piedra que le ha llamado la atención y la observa- 
- Ya veo, ¿A dónde vas? Sí gustas puedo llevarte, es lo mínimo que puedo hacer después de haberte espantado. 
- Si que me han metido un susto, pensé que estaba temblando, - Bulma sonríe- Existen cosas que no se tienen explicación ¿No crees? Por eso no puedo decir porque estaba llorando, ya que ni yo misma se el porqué
- Si, es verdad, hay cosas que no nos podemos explicar, y algunas explicaciones parecen mentiras sacadas de un libro de magia, ¿me dejarías tomar tu mano? - Goku le sonríe a Bulma de una forma muy especial
- ¿Mi mano? ¿Para que? - Dice Bulma extrañada
- Ánda, por favor. No haré nada malo, ni algo que tú no quieras. - Sonríe con ternura
- Aquí está, - extiende su mano y Goku la toma.

Y en ese momento la piedra comenta a brillar. Y ambos se sorprenden, y en ese instante caen al suelo en un sueño profundo. Se oye una voz a lo lejos que dice:
El día es hoy. Sueña y dime qué es lo que vez... Sueña y dime qué es lo que vez... Sueña y dime qué es lo que vez... La batalla pronto será y tú debes de estar... Defiende a tus seres amados o muere a su lado... Ganar o morir...