Capítulo 824: ¿Es ella un ser humano?

 ̶E̶n̶ ̶e̶l̶ ̶s̶e̶g̶u̶n̶d̶o̶ ̶e̶n̶ ̶q̶u̶e̶ ̶G̶u̶ ̶N̶i̶n̶g̶ ̶c̶o̶n̶t̶e̶s̶t̶ó̶ ̶a̶ ̶s̶u̶ ̶l̶l̶a̶m̶a̶d̶a̶

Qi Tianlin escuchó ruidos a través del teléfono. Pensó que Gu Ning estaba jugando y olvidó su cita, por lo que le preguntó con molestia. -”¿Dónde estás ahora? ¿No dijiste a las 7 pm? ¿Y ya son casi las 8 pm?”.

-”Estoy en el pasillo del sexto piso. ¿Dónde estás?” Preguntó Gu Ning.

Al saber que Gu Ning ya estaba en el sexto piso, Qi Tianlin se animó un poco. -”Estoy en mi oficina en el último piso. El gerente te indicará el camino”. Después de eso, volvió a colgar a Gu Ning.

Gu NIng puso los ojos en blanco. Parecía que ella era la que le pedía un favor.

Mengda regresó en ese momento y le dio a Gu Ning 21 fichas cuya denominación era de 1 millón de yuanes.

El gerente Lu también vino y saludó a Gu Ning con respeto. -”Señorita Gu, ¿podemos irnos ahora?”.

-”Sí”, dijo Gu Ning, luego siguió al gerente Lu y se alejó.

Los demás en el pasillo se sorprendieron por el hecho de que esta joven conocía al gerente Lu.

No era raro que un jugador conociera al gerente Lu. De hecho, todos los visitantes frecuentes aquí conocían al gerente Lu, pero era la primera vez que veían al gerente Lu siendo tan educado con una niña.

Zi Beiying también estaba sorprendida. Ella también caminó hacia un ascensor, pero no seguía a Gu Ning. Ellos también se iban.

Zi Beiying iba arriba, pero no estaba dispuesta a estar en el mismo ascensor que Gu Ning, así que esperó al siguiente.

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Qi Tianlin estaba recostado perezosamente en el sofá con las piernas cruzadas. Los pantalones negros ajustados acentuaban sus piernas largas y fuertes y solo se abrochó dos botones de la camisa. Era guapo, con hermosos rasgos y parecía enfadado.

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Le lanzó una mirada con arrogancia en su rostro, pero no fue agresiva en absoluto. Al contrario, parecía un niño pequeño que se sentía agraviado. -”Eres muy puntual”, dijo en tono sarcástico.

-”Sí, siempre soy puntual” Gu Ning ignoró su sarcasmo y luego caminó para sentarse en el sofá, seguido por Gao Yi y Qiao Ya. Una vez que Gu Ning estuvo sentada, se quedaron de pie a su lado. Era obvio que eran sus guardaespaldas.

Qi Tianlin los miró y sintió que no eran luchadores o guardaespaldas normales, sino asesinos profesionales.

-”¿Qué? ¿No puedes servirle una taza de té a tu invitado?” Gu Ning arqueó una ceja.

-”Por favor, espere un segundo, señorita Gu” Yu Hao fue a servile una taza de té a Gu Ning de inmediato y olvidó que su jefe aún no había dicho nada.

A Qi Tianlin en realidad no le importó.

Gu Ning no tenía prisa por darle las pastillas, pero decidió tomar un poco de té primero porque ahora tenía sed.

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Alguien llamó a la puerta.

Qi Tianlin miró a Cheng Hua para decirle que abriera.

La gente común no se atrevía a subir y llamar a la puerta de su oficina. El visitante normalmente era el gerente Lu o alguien más con su permiso.

Se abrió la puerta y Gu Ning se sorprendió al ver a Zi Beiying junto con sus dos guardaespaldas.

Zi Beiying también abrió los ojos en estado de shock cuando vio que Gu Ning estaba disfrutando del té con Qi Tianlin. -”¿Por qué estás aquí?”.

-”¿Por qué no puedo estar aquí?” Gu Ning dijo y parecía inocente.

Zi Beiying se quedó sorprendida por un segundo.

Qi Tianlin, por otro lado, las miró entrecerrando los ojos. ¿Ellas se conocen? Parece que no se llevan bien. ¿Gu Ning conoce los antecedentes familiares de Zi Beiying?.

-”Por favor, tome asiento, señorita Zi”, dijo educadamente Qi Tianlin.

-”Gracias”, dijo Zi Beiying y luego caminó para sentarse en el sofá.

Cheng Hua también le sirvió una taza de té.

La familia Zi estaba involucrada en negocios tanto legales como ilegales y los municionistas ocupaban una alta posición en esta sociedad. Incluso el gobierno temía más a los municionistas que a las pandillas.

Aunque el gobierno tenía su propio ejército y no le faltaba munición alguna, todavía necesitaba cooperar con algunos proveedores de municiones que pudieran suministrar mejores armas. Por tanto, ningún gobierno estaba dispuesto a luchar contra un municionista.

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Qi Tianlin trató a los miembros de la familia Zi con gran respeto. No los halagaría, pero sería respetuoso.

-”Señorita Zi, espere un segundo y permítame cerrar el trato con ella”, dijo Qi Tianlin. No tenía intención de evitar a Zi Beiying.

-”Claro”, dijo Zi Beiying.

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