Capítulo 934: Eres tan malo

En el momento en que una vendedora vio a Leng Shaoting quedó sorprendida por su apariencia sobresaliente. -“¡Hola, bienvenido a nuestra tienda! Por favor, mira a tu alrededor como quieras y puedes probarte la ropa que quieras”.

-”Gracias”, dijo Gu Ning y luego camino seguido por Leng Shaoting.

Todas las mujeres de la tienda se sintieron atraídas por Leng Shaoting, pero sus compañeros masculinos no estaban contentos. -“Deja de mirar al joven. ¿No puedes ver a tu lado? ¿Quieres acostarte con él?”, le dijo un hombre a su novia de repente.

El hombre fue muy grosero y sus críticas duras. Su novia se sintió humillada. -“¡Acabo de mirarlo! ¿Tienes que ser tan malo?”.

-”¿Soy malo? ¡Lo has hecho antes!” El hombre dijo enfadado.

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La gente en la tienda ya no sintió ninguna simpatía por la mujer. Si fuera cierto, entonces la mujer debió haber engañado a su novio.

Era normal que una chica tuviera varios ex antes de casarse, pero era inaceptable si traicionaba a su pareja.

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La mujer no se sintió avergonzada, sino que también se enfadó.  -“¡No tienes derecho a criticarme! ¡Sabes que te acostaste con mi mejor amiga! Si no hubieras hecho eso, no te habría engañado”.

-”Tú…” El hombre se quedó mudo y la gente en la tienda empezó a mirarlo con desprecio.

¡Debe ser un hombre terrible para haberse acostado con la mejor amiga de su novia! En ese caso, el comportamiento de la mujer era comprensible. De todos modos, el hombre y la mujer eran el mismo tipo de personas y no merecían la simpatía de los demás.

La pareja también se sintió humillada después de discutir en público y pronto se marcharon.

Gu Ning y Leng Shaoting no se vieron afectados en absoluto por el drama y continuaron comprando.

Leng Shaoting no prestó mucha atención a su estilo y le encantaba usar cualquier ropa que Gu Ning le comprara. Cuando Gu Ning miraba a su alrededor, sonrió feliz, lo que atrajo nuevamente la atención de todas las mujeres a su alrededor.

-”¡Se serio! Todos te están mirando”, dijo Gu Ning 

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Leng Shaoting puso una expresión seria de inmediato, pero todavía era demasiado encantador para ser ignorado.

Gu Ning tenía una mirada resignada y no dijo nada. Compró un abrigo directamente después de entrar en la siguiente tienda.

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Un abrigo no era suficiente, así que siguió comprando. En unos minutos, escogió tres prendas superiores junto con tres pares de pantalones.

-”Creo que es suficiente”, dijo Leng Shaoting.

Aunque disfrutaba la sensación de que Gu Ning le comprara, no era necesario comprar demasiada ropa.

-”¡Está bien!” Gu Ning se detuvo y fue a pagar la cuenta al mostrador.

La cajera miró a Leng Shaoting y dijo: -“Son 156.800 yuanes en total. ¿Tienes una tarjeta VIP del centro comercial Fenghuang? Si es así, puedes obtener un 5% de descuento”.

La razón por la que la cajera le preguntó a Leng Shaoting fue porque creía que los hombres siempre pagaban la cuenta. Por lo tanto, se sorprendió y mostró un evidente desprecio en su rostro cuando Gu Ning sacó su tarjeta.

Ella lo confundió con un chico bonito que una chica rica tenía como amante. Odiaba a quienes vendían sus cuerpos por dinero.

Leng Shaoting y Gu Ning obviamente notaron el cambio del cajero. Leng Shaoting mantuvo la calma, pero Gu Ning estaba enfadada. Sin embargo, como el cajero no dijo nada, Gu Ning no pudo argumentar en su contra. Después de pensar un rato, Gu Ning le dijo deliberadamente a Leng Shaoting: -“Cariño, cuando vaya a la capital en unos días, ¿dónde debería quedarme? ¿Debo quedarme en tu siheyuan o en tu casa? Creo que el siheyuan es una gran elección porque me encanta la vista que hay allí. Después de todo, está muy cerca del parque Beihai, pero tu casa también está cerca de la Universidad Capital”.

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La cajera se sorprendió.

¿Qué? ¿Un siheyuan en la capital? ¿Una casa cerca de la Universidad Capital?¿Qué tan rico necesita ser?.

Una casa cerca de la Universidad Capital debía ubicarse en el centro y costaba casi cien millones de yuanes.

En cuanto al siheyuan podría valer más de varios cientos de millones de yuanes según su tamaño.

La cajera pensó que Leng Shaoting era sólo un chico bonito pero estaba completamente equivocada. ¡Debe ser súper rico! En un instante, la cajera se sonrojó de vergüenza.

Leng Shaoting estaba confundido al principio cuando Gu Ning dijo eso, pero pronto se dio cuenta de lo que estaba haciendo. Aunque no pensó que fuera gran cosa, se conmovió cuando Gu Ning lo defendió. -“Bueno, puedes quedarte donde quieras. Lo que es mío es tuyo”.

La cajera se puso celosa al escuchar eso. El hombre tenía que estar profundamente enamorado de esta chica para estar dispuesto a darle todo lo que tenía.