Isabella Jones.
Tres entrevistas seguidas, prueba de sonido, cambios en las coreografías, así fue mi mañana, de verdad que necesitaba vacaciones.
─ Estamos pensando en agregar otra función en New York. ─comentó Malik mientras se sentaba en el sofá del camarín.
Cerré los ojos y dejé que me sigan maquillando, tenía show en menos de dos horas, no estaba nerviosa, estaba cansada y lo último que quería era agregar otra función.
─ ¿Qué piensas tú?
─ ¿Por qué me preguntas si lo van a hacer de todas formas?
Él no volvió a sacar el tema dejando un silencio en todo el camarín, solo se escuchaban los movimientos de los maquilladores haciendo su trabajo de siempre.
Llevaba varios días sin entrar a las redes, y si publicaba algo era Malik eso estaba en el contrato de hace unos dos años y por el momento no me generaba ningún problema.
Malik estaba un poco enojado conmigo, me descompuse en medio de la vuelta al hotel y los de seguridad se habían visto obligados a pedir algo que me haga reaccionar. Pero siendo sincera, eso no era culpa mía, era culpa de ellos que me controlaban hasta cuantas veces debía pestañear.
─ Quiero una hamburguesa ─le pedí.
Él no levantó la vista de su móvil.
─ Ya sabes las reglas Isa.
Suspiré y dejé que terminen de preparar el maquillaje, faltaba una hora para salir al escenario, me coloque una bata encima del vestuario y salí del camarín.
Había varias personas apoyadas en la pared del pasillo, algunos entraban a los camarines ocupados por los bailarines o por los de música.
Metí mis manos en los bolsillos y caminé por el pasillo en busca de una de las mesas que estaba llena de comida para el staff, tenía mucha hambre y las ensaladas no me servían mucho.
Observe como alrededor de la mesa había varias personas comiendo, me acerqué y miré todo lo que había en ella, pizza, tostados, hamburguesas, sándwiches, golosinas, café, gaseosas, botellas de agua y obviamente ensaladas.
No quería vomitar en medio del show, así que decidí tomar una botella de agua y una fruta para volver al camarín.
─ ¿Tienes un minuto? ─me pregunto Liam, era uno de los bailarines de la gira, siempre lo contrataban porque hacia un gran trabajo y era demasiado profesional.
─ Claro, ¿Qué necesitas? ─me detuve en el pasillo y lo observé.
─ Quería saber si te gustaría mirar una película junto a los demás.
─ ¿En el hotel?
─ No, en un cine.
Hace bastante tiempo que no pisaba un cine o un centro comercial y si lo hacia debía ir con treinta guardaespaldas.
─ Lo siento pero no puedo, tengo que dormir temprano.
─ De acuerdo, no hay problema.
Sonreí levemente y volví a caminar hasta encerrarme al camarin, me senté en el sofá y comí en silencio mi manzana bajo la atenta mirada de Malik.
─ Vamos a darte una noche libre, pero no puedes salir del hotel.
─ Vale.
Debería estar feliz, pero no, sabia lo que implicaba que me dieran una noche libre, además no es mucho que pueda hacer si me tienen encerrada en la habitación sin compañía.
Terminé de comer mi fruta a tiempo, me quité la bata acomodando una de las pulseras con brillos para seguir a Malik hacia el escenario para realizar la primera función, las cosas que solo cambiaban era las ciudades, después se repetía en todos lados.
Cuando termine las dos funciones, me subieron a la camioneta para emprender el camino al hotel, me senté en la cama y observé a mi alrededor, el hotel era cinco estrellas, había dos cosas que se destacaba, la primera eran todas las maletas abiertas en el suelo, la segunda era la increíble vista que me ofrecía hacia la ciudad.
Saqué de mi mochila mi móvil para mandarle un mensaje a una de las pocas amigas que tenía.
─ Hola Luzz.
Su respuesta tardó cinco minutos.
─ Hola mi isabelita, ¿cómo estás?.
─ Muy bien y tú. Oye, quería saber si mañana por la noche me podrías ayudar.
─ Claro que si, ¿en el mismo lugar de antes?
─ Claro.
Deje mi móvil en la cama y me dirigí hacia el baño para darme una ducha caliente, enciteevite mirar mi cuerpo en el espejo cuando me termine de quitar la ropa.
Cuando termine me envolví con una bata y una toalla en mi cabello, tomé una botella de agua y me dirigí hacia uno de los sofás del balcón, observando como las personas caminaban por las calles,y como las luces se encendían poco a poco.
Me quedé ahí hasta tarde y cuando fui a la cama solo dormí pocas horas que fueron interrumpidas por Malik, que entro en la habitación gritando por llegar tarde a una de las entrevistas.
Lo único bueno, era que no tenía funciones mi día se iba a basar en varias entrevistas de distintos canales de comunicación.
Trate de tapar mis ojeras con un poco de maquillaje pero se seguían notando las pocas horas que estaba durmiendo, lo único que me anima era que hoy me iba a encontrar con luz.
La conocía desde los primero años del instituto, y fue la única de mis amigas que me apoyaba en todo el proceso para poder ser cantante, mientras que otros lo tachaban de un sueño imposible, ella me daba ánimos buscando eventos para que participara y me diera a conocer poco a poco.
Cuando firmé el primer contrato nuestra amistad se vio obligada a tomar distancia, mientras ella estudia una carrera con un gran futuro, yo me veía obligada a llenar estadios y hacer entrevistas, provocando que poco a poco me apartara de ella.
Cuando llego la noche, le dije a Malik que iba a dormir toda la noche, a lo que él se fue tranquilo a su habitación.
Busqué ropa cómoda en mi maleta, hacia un poco frío así que decidí ponerme un pantalón ajustado color negro, un top y un blazer blanco, con unas botas negras altas, tomé mi bolso y todo lo que iba a necesitar esa noche.
Salí de la habitación con cuidado a que mis pasos no se escuchen por el pasillo, baje un piso por las escaleras y luego llame al ascensor, en vez de apretar el botón que me llevaría al vestíbulo, apreté el del estacionamiento.
Cuando las puertas se abrieron, salí y me acerque al tablero donde estaban todas las llaves, tomé las que tenian las iniciales de Malik, busqué el número donde estaba estacionado y me acerqué sin levantar sospechas.
Subí, me coloque el cinturón y busqué en mi móvil en mapa donde debía ir, respire hondo y comencé a manejar, era de noche y habia varios turistas recorriendo la ciudad.
Tarde veinte minutos en llegar al garaje abandonado, estacioné el auto y bajé, me acomodé el cabello y me acerco a la mujer que estaba apoyada contra unas escaleras.
─ ¡Oh por Dios!, si viniste ─luz empezó a chillar y se acercó para abrazarme con fuerza.
─ No te iba a dejar plantada, no grites tanto ─sonreí y le correspondí el abrazo de la misma manera.
─ Lo siento ─se separó mientras seguía sonriendo ─ Estas hermosa, hasta podrías gustarme.
Solté una risa y la observé, tenía un vestido negro y una campera de jean con unas zapatillas blancas.
─ Tu también estas hermosa.
─ Gracias. ─sonrió y enganchó su brazo con el mío par empezar a caminar ─. Iremos a un bar.
─ ¿No habrá mucha gente, no?
─ No tranquila, bueno tal vez un poco, pero casi nadie se fija en su alrededor.
─ De acuerdo, confío en ti.
─¿Quieres contarme cómo te van en las giras?
─Creo que prefiero que fijamos que soy una persona normal. ─ le contesté.
─De acuerdo, eso haremos entonces. ─sonrió.
Nos acercamos a una zona llena de locales, todo tenía un estilo urbano, había muchas luces de neón y a comparación del centro estaba un poco más vacío.
─Ven.
Luz me hizo entrar a un bar y la seguí hasta una de las mesas que estaban más alejadas del resto, todo estaba lleno de luces de neon violetas, y en el centro a había un escenario con gente alrededor.
─¿Van a cantar? ─le pregunté.
─Parece ser que sí, ¿Te gusta el lugar?, porque podemos ir a otro.
─ Esta bien luz, me gusta.
─De acuerdo, también venden comida ¿qué quieres comer?, yo invito.
Por una sola noche no quería preocuparme en si iba a terminar vomitando, si iba a engordar por comer comida chatarra, o si rompía mi dieta.
─¿Hay hamburguesas? ─le pregunté.
─ Creo que si.
Luz le hizo una seña a un chico que tenía una remera con el nombre del bar, agaché mi cabeza y saqué mi móvil, lo menos que quería era que vean que estaba aquí, por ahí no me conocían pero por ahí si lo hacían.
─ Quiero dos hamburguesas doble con extra queso, dos paquetes de papas fritas grandes y dos botellas de gaseosa. ─le ordenaba luz mientras el chico anotaba con una sonrisa en la agenda.
─ ¿Algo más? ─ le preguntó.
─ Si, le vi varias personas de esas coronas de papel, quiero dos.
El chico no pudo evitar soltar una leve risa y la observó.
─ De acuerdo, ahora les traigo todo. ─Se dio vuelta y se acercó a la barra.
Sonreí y observé a Luz.
─ Creo que le atraes ─le dije.
─ No lo creo, por ahí es amable con todos.
Ambas lo mirábamos de lejos y observamos como atendía a los demás sin una pizca de sonrisa, sonreí nuevamente y volví a ver a luz.
─ Me parece que no.
─ Podría pedirle el número antes de irnos ─me miró.
─ Me parecería perfecto por ahí es el amor de tu vida.
─ Ajá.
Le sonreí y observé como en el escenario se acomodaban tres chicos, dos en las guitarras y el otro en la batería.
Las luces se volvieron tunes y un reflector empezó a iluminarlos, la canción Dusk Till Dawn de Zayn y Sia, tomó lugar en todo el bar, los tres cantaban increíbles.
Creo que la mayoría dejo de hacer lo que estaban haciendo para observarlos, no los culpaba yo también quedé hipnotizada de sus voces, no podía creer que chicos con talento como ellos no tengan reconocimiento.
El chico de la barra se acercó a dejar las bebidas, luz me murmuró algo y se acercó a él un poco más lejos, mientras que yo no podía apartar la vista del escenario.
Siguieron con varias canciones reconocidas, pero ellos lograban darles un toque único que los hacia especiales, se notaban que se entendían perfectamente al cantar y desenvolverse bien sobre el escenario.
Luz volvió a mi lado y sacó su móvil para anotar el número del chico, sonreí y la observé.
─ Se lo has pedido.
─ Si, te hice caso a ti ─soltó una leve risa.
La banda terminó de cantar con Beliver y mire a Luz.
─ Ya vuelvo ─le dije.
─ Ten cuidado Isa.
Asentí, me levanté y me acerqué a la punta del escenario donde bajaban los tres chicos, uno tomo el lado contrario hacia los baños y los otros se reían entre sí y venían en mi dirección.
Me acerqué y me detuve enfrente de ellos.
─ Hola. ─les solté haciendo que ambos se detengan y me miren ─. Quería felicitarlos por el show, estuvieron increíbles ─sonreí.
Uno de los chicos tenía un buzo negro liso con unos pantalones del mismo color, su pelo era castaño y tenía una mandíbula de la puta madre, mientras que el otro chico vestía con colores más vivos, tenía una camisa a cuadros amarilla y un pantalón azul oscuro.
─Em si.. Gracias, espero que te haya gustado ─salió de su pequeña burbuja y me observaba. ─. Soy Gael.
Antes de tenderme la mano, se la paso por el buzo parecía estar limpiándose, sonreí y acepté su mano, le di un suave apretón y lo observé.
─ Y yo soy Ian ─me habló el otro chico que estaba a su lado, este también me tendió la mano, así que me vi obligada a soltar la mano de Gael y tomar la suya.
─ Un placer ─sonreí.
─ El placer es mío ─me devolvió la sonrisa y seguía moviendo mi mano de arriba hacia abajo.
Lo siguió haciendo hasta que Gael hizo que me soltara.
─ La estas asustando.
Solte una suave risa.
─ No importa.
─ No nos has dicho tu nombre ─me hablo nuevamente Ian.
─ Oye, creo que Paul te llama, ve a ver qué quiere.
Gael le dio un apretón en su hombro haciendo que Ian lo viera.
─ Ajá, si tienes razón ─volvió su mirada a mi ─. Un placer conocerte chica que no dice su nombre.
Dicho eso se alejó a unas escaleras, sonreí y observé nuevamente a Gael que seguía mirándome.
─ Soy Isabella.
Él asintió antes de contestar.
─ Un placer conocerte Isabella.
─ Son muy talentosos, los tres ─le contesté.
─ Supongo que gracias.
─ De nada, debo volver con mi amiga, sólo me había acercado para felicitarlos.
─ Me alegro que te haya gustado.
─ Espero que tengan éxitos, adiós.
Le sonreí y me di vuelta para volver a donde estaba Luz.
─ Estaba por empezar sin ti ─sonrió.
─ Lo siento, ya puedes comer.
Reí leve y comencé a comer mi querida hamburguesa mientras hablábamos de temas importantes con luz.