Antes de que el príncipe sea rescatado de la torre.
La princesa Andrea y la princesa Stephanie estaban en la misma habitación, la mayor trabajaba en los arreglos de un vestido mientras que la otra estaba mirando por la ventana, aburrida.
La puerta pronto se abrió y pasó la hermana faltante quien estaba muy emocionada, pero ni la miraron.
-¿Oyeron a las sirvientas?- preguntó Candy, casi saltando de alegría.
Andrea dio un suspiro profundo y miró a su hermana.
-Ay, sí. No puedo creer que la cocinera y la chica del aseo se hayan peleado por el panadero, digo, ¿vieron al sujeto?
Para ella, entender por que dos mujeres se peleaban por un hombre era intendible.
Habiendo tantos buenos hombres que le serían fieles por el resto de sus vidas, buscan al que le fue infiel con la otra por no saber a quién elegir.
-Eso no, es sobre el reinó Águila de Oro.
La princesa Candy agarró una silla y la acercó a su hermana mayor para sentarse a su lado.
-¿Qué tiene?- preguntó la rubia.
Su hermana menor tenía una gran inclinación por los chismes pero así la quería.
-El segundo principe mayor fue secuestrado por un dragón.- respondió la de cabello castaño.
La rubia levantó una ceja con confusión y Stephanie por primera vez vio a su hermana desde que llegó.
-¿No querras decir princesa?- preguntó la hermana del medio.
-No, definitivamente dije principe.- respondió la de ojos marrones con una gran sonrisa.
Las dos mayores se sintieron desconcertadas por tal respuesta.
¿Era el día opuesto o qué?
-Bien... ¿no eran las princesas las secuestradas por dragones?- preguntó la ojiazul mayor.
Según su experiencia en historia, los dragones tenían una obsesión con raptar princesas por quien sabe que motivo.
-Así era pero ahora fue un principe, el cual debe estar esperando a su caballero de brillante armadura.
Candy junto sus manos mientras daba un suspiro soñador al imaginarse al príncipe en los brazos de su salvador.
Andrea cerró los ojos y le mostró la mano a su hermana para que se detenga.
-Por favor, no sigas con tus ocurrencias porque la ultima vez shippe a nuestro padre con el bufón real.
Se negaba a que su padre reemplace a su madre que en paz descansa, pero gracias a su querida hermana, casi quiso tener dos papás.
-No me refiero a un caballero hombre.- dijo la chica con rulos.
La mayor entendió todo y sonrió para ver a su otra hermana quien negó sin dudar.
-No.- respondió de manera seria.
-Además tiene dos hermanos muy apuestos, uno para cada una.- dijo Candy con voz melódica.
-Ni lo piensen, nuestro padre nos va a matar y ni siquiera conocemos a ésos principes.
Stephanie se dirigió a la salida, dispuesta a alejarse de sus hermanas y su locas ocurrencias pero ellas se adelantaron, se acercaron a la salida y le bloquearon el paso.
-Y como van las cosas, nunca vamos a conocer a nadie.
Papá es... muy protector.- dijo Andrea, siendo la que mas experiencia tenía en éso por ser la mayor.
¡Una vez su padre mando al calabozo a un sirviente por que le deseó buenos días!
-Sí, usa ésa fuerza monstruosa tuya para algo útil por nosotras.- dijo Candy, tocando su hombro derecho.
Todavía recordaba cuando eran niñas e hizo enojar a su hermana Stephanie... fue la primera vez que le rompieron el brazos.
-Por favor.- dijo Andrea.
-Por favor.- dijo Candy.
-¡Por favoooor!- dijeron ambas mientras juntaban sus manos en señal de súplica.
Stephanie, siempre débil con sus hermanas, dio un suspiro resignado mientras apoyaba sus manos en su cintura.
Por primera vez en la historia, la princesa iría a rescatar al príncipe para ganar su mano en matrimonio.
-No puedo creer que hare esto.
¿Cuál es el plan?
Al oír eso, Andrea y Candy abrazaron a su hermana quien sólo sonrió levemente.
No sabía sí era común pero sus hermanas eran sus mejores amigas, después de todo, siempre estuvieron juntas, haciéndole bromas a su padre.
Y así, fue como la princesa Stephanie tuvo que ir a rescatar al príncipe... y estuvo media pérdida ya que nunca había salido solá antes.
¿Qué aventura les espera a estás hermanas con sus apuestos príncipes?
Sólo el tiempo lo dirá.
Editado: 14.05.2021