El mismo día en que decidí ir a visitar la tumba de John, con Ayrton lo hablamos y decidimos darnos las oportunidad que nos merecíamos.
Por eso una semana después, aquí estábamos en un restaurante bajo la luz de la luna celebrando con una botella de vino, el inicio de nuestra relación y es increíble la felicidad que siento al estar a lado de este hombre que me hace sentir tan amada y segura.
-Es hermosa- mencioné observando a la luna.
-Lo es- mencionó sin apartar la mirada de mi rostro.
-Gracias.
-Por qué?-me mira curioso
-Por darme la oportunidad de volver a ser feliz, incluso más de lo que ya lo era.
-Si ese es el caso, soy yo el que debería de estar agradecido contigo; por darme la oportunidad de hacerte feliz, de formar parte de tu vida, ahora y siempre.
-De corazón deseo que así sea- sonrió sosteniendo su mano.
Luego de una deliciosa cena, decidimos marcharnos.
Cuando nos dirigíamos al departamento, pasamos frente a una heladeria y casi rogando convenzo a Ayrton para que estacione y compremos helado.
Ya de regreso al auto, me doy cuenta que olvidé la cartera en la heladería
-Voy por ella- digo y volteó para..
-No-me detiene- yo iré por ella y de paso traigo la cobertura para helado que había olvidado.
No muy segura asiento.
-Esperame en el coche, vuelvo enseguida- y se dirige a la heladería.
Da dos pasos y retrocede, me sostiene del cuello y me da un beso.
-Y eso- Pregunto sonriendo.
-Para que no olvides que te amo.
-Tambien te amo- le respondo devolviendole el beso.
Con una sonrisa se aleja y se dirige ahora si a la heladería sin detenerse.
Volteo y me dirigo al coche, pero cuando estoy por abrir el vehículo siento que alguien me estira del cabello y cuando estoy por gritar me cubre la boca con su mano.
-Creias que te escaparías y no te encontraría muñeca- y siento que estoy viviendo una pesadilla, me niego a creer que el hombre que me tiene retenida sea Norbert, el hombre que abuso de mi en todo el tiempo que estuve en el internado.
Pataleo y lucho para lograr escapar, rogando internamente que Ayrton tarde en llegar, no quiero que lo vea y este hombre trate de hacerle algo.
-Sabes que de mi nadie se burla y mucho menos tu, pequeña ingenua- dice mientras presiona un arma en mi espalda.
Me quedo estática, sé que si realizo un mal movimiento él me podría matar.
Sin pensarlo dos veces, le propino una patada a la rodilla y un codazo en el estómago, afloja su agarrr y me suelto, corro hacia la heladeria y siento que el alma vuelve a mi cuerpo cuando veo a Ayrton dentro.
Trato de correr lo más rápido que puedo para ingresar al lugar,sé que con personas presentes no podrá hacerme daño, ya desde ahí puedo hablar a la policia.
Ya falta poco solo u...
-¿Donde crees que vas muñeca?- siento que el mundo se paraliza al voltear y ver que me está apuntando con un arma, justo en el momento en donde Ayrton se percata de lo que está sucediendo y se dirije a la salida.
-Ayrton no!!- grito al percatarme de las intenciones de Norbert.
-Di tus últimas palabras..
Y todo sucede en menos de un segundo, siento como cada una de las balas irrumpen en mi cuerpo.
Escucho a Ayrton gritar mi nombre, todo me da vueltas y caigo al suelo.
No sé con exactitud cuánto tiempo pasa, al abrir los ojos me encuentro en una ambulancia y con Ayrton a lado sosteniendo mi mano.
-Vas a estar bien, todo estará bien- susurra con los ojos puestos en mi y lleno de lágrimas.
Pero yo sé que no, siento como la vida se me está yendo y no me queda mucho tiempo.
-Te..te amo nu..nunca lo olvides- logro decir.
-No!! No te despidas!! Susan ya va camino al hospital, ya veras que vas a estar bien.
Sonrío.
En un segundo mi mente rebobina cada momento vivido, y me duele saber que este es el fin, que todo acabe de esta forma.
Pero me voy feliz porque sé que a pesar de todo, fui feliz y aunque hay muchas cosas que tenía planeadas hacer, me siento realizada porque logré todo aquello que creí no tener nunca.
Tuve una familia, un hogar y conocí el amor.
Me voy sabiendo que amé y también me amaron.
-Cariño-Ayrton me besa la frente- estarás bien.
Y ahí, sosteniendo su mano lo miro por última vez, y dedicandole una sonrisa logro decir Gracias.
Y me dejo ir, dejo que la vida de a poco vaya dejando mi cuerpo.