Revelación de Sangre (crónicas de Revelación de Sangre 1)

CAP 1

Skarlett avanzó hacia la parada del autobús escolar con calma, el sol estaba demasiado fuerte, era normal en la ciudad de Los Ángeles, ella hubiera preferido saltarse el colegio e ir a la playa de Malibu. Aquel lugar les quedaba súper cerca de su casa, así que era fácil sacarse los zapatos cruzar dos calles, bajar por el estacionamiento y pisar el arena caliente. A Skarlett le fascinaba el mar, con la fuerza que pegaban las olas, el viento que soplaba tan acogedoramente, y el aroma a salado que emanaba el agua.

Los arboles a su alrededor movían sus ramas y los arbustos sus hojas, se podía notar que habían cortado el césped, no por el olor sino porque el día anterior había estado demasiado largo. A lo lejos, Skarlett notó un punto negro, luego aquel punto era una mancha y esa mancha se convirtió en un bus amarillo con rayas negras y llantas tan grandes como un elefante. La chica suspiró y se acomodó el vestido blanco, el transporte se detuvo junto a ella y con un chirriante sonido abrió sus puertas, antes de subir miró que sus cordones estén bien atados para que así no tropezara.

Adentro de ese lugar los chicos conversaban y otros solo dormían, caminó hasta un asiento vacío, se sentó y el bus arrancó. Skarlett solo esperaba llegar rápido al colegio, odiaba el autobús y para variar no conocía a  ninguno de esos chicos, así que desde hace un año le pidió a su madre que la meta en un curso de manejo, así el próximo año cuando Connor vaya a la universidad ella podrá ir en carro hacia el instituto y problema resuelto.

Sin darse cuenta el autobús llego al instituto, la chica tuvo que esperar a que casi todos los alumnos se bajaran, caminó por el parqueadero mirando a todos los que ahí se encontraban, algunos autos de estudiantes estaban llegando y otros ya estaban aparcados, pero uno le llamó la atención, un Land Rover negro y de este salió un chico alto, delgado pero notoriamente musculoso, peligrosamente atractivo, cabello corto castaño, ojos cafés claros que contrastaba muy bien con su tono de piel pálido, parecía un chico salido de la televisión, era nuevo obviamente, Skarlett no lo había visto antes. Aquel muchacho sacó su maleta, se la colgó al  hombro y caminó lentamente sin mirar a nadie, su rostro era tan duro como una piedra que las personas se apartaban en cuanto él pasaba y al mismo tiempo tan atractivo que las chicas abrían los ojos como platos y murmuraban entre ellas. Relativamente todas las miradas se posaron en él, aunque extrañamente el chico miró en la dirección de Skarlett, las piernas de la chica flaquearon y sus manos le empezaron a sudar, de repente él le mostro una leve sonrisa y siguió su camino desapareciendo por las puertas de cristal

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Después del almuerzo Skarlett y su amiga Jessie caminaron hasta los casilleros. Skarlett puso la clave del candado y abrió la fría puerta, saco algunos cuadernos y los guardo en la maleta, pero antes de que pudiera cerrarla alguien la abrazó desde el cuello y la maleta se le resbaló, ella se giró y Jessie rió, Skarlett pudo ver que era Sam un chico un año mayor,  lo había conocido en una salida de excursión del colegio, desde ahí se volvieron los mejores amigos. 

-hola, Skarlett, Jessie-saludó él con una sonrisa picara.

-¿Dónde estabas?-preguntó Skarlett.

-con unos amigos-respondió Sam, se inclinó para recoger la maleta y se la dio a Skarlett que se la volvió a colgar en el hombro-¿vieron al nuevo?-preguntó él.

-¿hay un nuevo chico?-interrumpió Jessie arrugando la nariz.

-Al parecer todas las chicas hablan de él-dijo Sam.

-yo no escuché nada, llegué recién- indicó Jessie con los ojos abiertos.

-bien, podrás verlo después-Skarlett cerró la puerta del casillero como si no prestara atención a lo que hablaban pues ella si había visto al chico.

-¿y cómo se llama?-volvió a preguntar Jessie.

-Fred-respondió Sam alzando los hombros.

El timbre sonó con un estrepitoso sonido que a Skarlett le hizo estremecerse, sentía como si el ojo derecho se le saldría volando por el ruido.

-nos vemos luego, tengo literatura- interrumpió Skarlett. Sin decir nada más se alejó de los dos, por alguna razón sentía que había visto a ese chico en otro lugar, no estaba segura pero sus facciones se le hacían tan familiares.



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En el texto hay: hadas

Editado: 03.03.2018

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