Bellrick
Estábamos todos en la camioneta, Kevin la manejaba mientras que María atendía a su otro hermano, al final Kevin accedió a llevarnos a su hogar. Sinceramente su desconfianza me parecía muy tierna, se nota bastante que ni por asomo entiende como son las cosas en el mundo de ahora.
Bellrick: ¿Cuáles son sus edades?
Kevin: Yo tengo diecinueve, Nick tiene veintiún años y María tiene dieciséis años.
Bellrick: Me lo imaginaba.
Kevin: Se nos nota mucho verdad.
Bellrick: Bastante, ¿Cuántas veces han tenido que salir?
María: Esta es la primera vez para mi, ellos ya habían salido antes un par de veces.
Les tengo sana envidia realmente, no sabría expresar cuanto quisiera tener esa vida.
Bellrick: Yo tengo veintiún años como tu hermano mayor.
Kevin: Aparentas mucho más.
Bellrick: Lo se, no ha sido nada fácil llevar esta vida.
Un rato después Kevin giro hacia la izquierda y salió de la carretera, había entrado en el bosque.
Lenna: Así que también son granjeros.
María: Somos pescadores, bueno lo es mi padre.
Siguió conduciendo hasta que en cierto punto le dije.
Bellrick: Si no estamos lejos es mejor que vayamos a pie.
Kevin: ¿Por que?
Bellrick: Pueden rastrear las huellas de la camioneta y llegar a tu casa. Esos pandilleros mucha buena pinta no tenían.
Kevin: No seas tan paranoico.
Aquí poca autoridad tenía, el auto es de el y el lo está conduciendo, no puedo hacer nada si se niega. Aunque si veía como una posibilidad que esos pandilleros fueran a por nosotros, en fin... No tardamos mucho tiempo más en llegar, en la cerca estaba una mujer esperando para abrirnos, ella nos miro extrañada.
Eliza: ¿Quienes son ellos?
María: Salvaron nuestras vidas.
Eliza: Se los agradezco mucho, llegan justo a tiempo.
Aún estaba claro, pero creo que no faltaba mucho para que anocheciera, la señora nos recibió muy bien, nos dejo entrar y nos dejo sentarnos tranquilos, bastante rápido llegó un señor <<ha de ser el padre>>.
Gregorio: Buenas tardes muchachos, les agradezco mucho por salvar a mis hijos.
Bellrick: No hay de que, sólo nos quedaremos hasta la mañana.
Gregorio: No hay problema con eso, ¿De donde vienen?
Bellrick: Tenemos una base en el río. Fuimos al pueblo por provisiones y ahí nos encontramos con sus hijos, uno de ellos tuvo un altercado con un grupo de pandilleros de la zona.
Gregorio: Así que los rumores son ciertos.
Bellrick: ¿Rumores?
Gregorio: Mi hermano Fernando me había advertido que la sociedad no era la misma, yo no quise creerlo pero ahora tu me dices lo mismo.
Sandra: Yo se lo puedo demostrar con autoridad, soy ex-agente de S.T.A.R.S y me fui de ellos porque hicieron cosas muy atroces. Sobretodo despues de que el presidente nos unio con el ejercito y nos puso a sus ordenes.
El se notaba pensativo, era el tipico pescador que creía en el mundo y que todo seguía siendo como antes.
Bellrick: Vengan con nosotros. Tenemos mucha comida y agua, ademas es seguro.
George: Gracias, pero este es nuestro hogar. Un buen capitan se hunde con su barco.
Lenna: Piensalo bien, afuera el mundo es un caos. ¿Cuanto crees que pasara, hasta que alguien los saqueé? Duele admitirlo, pero este es el fin de la humanidad como era hace cinco años.
Bellrick: Tienes hasta la mañana para pensarlo.
El se levantó del sillón y nos dejo solos ahí... la casa es muy bonita, ni muy grande, ni muy pequeña, y el sillón es bastante cómodo, lo único que provocaba era dormir desde ya. Lenna se acomodó junto a mi y me susurro <<estar así me recuerda mucho a cuando teníamos dieciseis>>, a mi también me traía muchos recuerdos estar así, demasiados en verdad.
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Editado: 10.07.2024