Capitulo 5: La mujer del estropajo negro

—No, no, no. Es "Mousvert vicio"

—Mousvert vicio —repetí extendiendo mis brazos hacia uno de los árboles causando que su tronco comenzara a doblarse abriendo una clase de puerta — ¿Ahora qué?

—Pues... debes tocar para verlo —me dijo invitándome a acercarme más al árbol, saqué una sonrisa por mi emoción.

Hice caso y toque tres veces a la rara puerta y me alejé un paso para ver cómo esta se abría y dejaba ver a un extraño ser con forma de esqueleto caricaturizado con cráneo grande y manos enormes, rodeado por un raro humo verde que salía del árbol.

—Rhydian Abbot —la voz del extraño ser era gruesa y muy madura (como si fuera de un hombre de 68 años) —Creí que no volverías a estos bosques.

—Hace mucho que no escuchaba ese apellido —comentó Rhydian —Traje a un humano conmigo. Lily, te presento a Vicius, el ser más antiguo de este lugar, conoce a casi todos los habitantes de Afterlife.

— ¿Todos se ven como él? —pregunté curiosa.
Vicius volteó a verme y parecía sonreír pero era algo muy extraño de ver.

—Todos adquirimos formas diferentes al pasar mucho tiempo aquí, nuestra forma original se desvanece, pues la carne y los huesos que nos conformaban siguen en nuestras tierras, seguramente pudriéndose y descomponiéndose en el suelo. Nuestros cuerpos aquí son el reflejo de lo que hay en nuestra alma, o simplemente de lo que en realidad queríamos o esperábamos ser.

—Y usted es... un esqueleto raro ¿Porqué...

Vicius río por mi comentario y se dirigió a Rhydian — ¿Por qué la trajiste aquí?

—Es la única persona que ha logrado verme en mucho tiempo. Quiero... impresionarla —habló Rhydian con honestidad, aunque no me importaba mucho en ese momento.

—Ya habías estado aquí —me habló Vicius — ¿Cómo entraste y como saliste? No posees magia y ningún humano podría salir solo de este lugar.

—Tiene un... curioso portal en su cuarto —respondió Rhydian por mí.

— ¿Y cómo volviste a él? —preguntó Vicius con gran interés en su voz.

—Ah... un tipo vestido como cazador antiguo me ayudó a salir. Parecía alguien importante —recordé.

— ¿Un cazador?

—Sí, eso dije. El me habló del "otro lado" y me dijo que había una pequeña posibilidad de que yo llegara ahí sin morir para... para ver a mi mamá.

—Solo conozco a una persona que tendría esa información y disfrutaría vistiéndose como un cazador sin serlo —mencionó, parecía preocupado —Tú amigo está aquí, Rhydian.

— ¿Qué? No, no es... posible, él... No es posible.

— ¿De qué hablan? —quise saber.

—No es importa —dijo Vicius como si quisiera decir "no preguntes" —Vayan al norte, el camino de hojas secas los llevará con Home, ella puede hablarles sobre "el otro lado", es la única de nosotros que logró ir y regresar sin ninguna consecuencia grave.

—Ok, eso haremos. Fue bueno verte Vicius —se despidió Rhydian, hice lo mismo por educación y nos dirigimos a ese raro camino.

Rhydian estaba actuando muy raro, no había usado sus trucos para llegar rápido, no había dicho una sola palabra, tenía la cabeza baja y parecía pensar en algo, era eso o solo estaba aburrido.

—Ok, ya —exclamé, estaba harta del silencio — ¿Qué te pasa? He pasado 5 días contigo y hay veces en las que no parabas de hablar, y ahora estás más callado que mi primo cuando vio a nuestra tía abuela tomar a una gallina del cuello y darle vueltas por alguna razón extraña para que se muriera —lo mencioné para ver si Rhydian reaccionaba.

—No pasa nada, es que... creo que se me acabaron las palabras —dijo tratando de reír pero se escuchaba muy falso.

— ¿El cazador es amigo tuyo? —quise saber cruzando los brazos. Me había acostumbrado a las largas charlas de Rhydian, y verlo así de cayado comenzaba a estresarme. Quería que platicara un poco, o que narrara una de sus raras historias como siempre.

—Yo... no sé qué responder. Los árboles...

—Los árboles tienen oídos —escuchamos una voz masculina hacer eco en todo el lugar.

— ¡Cuidado! —grito Rhydian antes de cubrirme con su cuerpo y detener una flecha dorada usando solo su mano derecha, aunque al principio me pareció algo increíble, mi asombro se fue cuando el mismo Rhydian se sorprendió con su hazaña —¡Wow! No creí atraparla, esta mi mano, está mi mano.

—Lo lamento, le apuntaba al conejo —apareció ese hombre, el cazador que me había ayudado antes. Rhydian soltó la flecha y lo vi palidecer, como si hubiera visto a un monstruo o algo peor.

—Ah, eres tú, veo que encontraste a alguien— se dirigió a mí.

— ¿Kris?

—Sí, así es— respondió el cazador sin ningún problema mientras sonreía como si todo fuera normal.

—Tú... ¿Qué-que hiciste?

El cazador alzo sus hombros y fingió demencia —No sé a qué te refieres ¿A dónde van?

—Ah... buscamos a Home, una mujer que fue al otro lado —respondió Rhydian.

—Ah, sí, se dónde es— mencionó el cazador — ¿Por qué no usas tu magia? Podrían llegar más rápido con solo chasquear los dedos así— el cazador chasqueó sus dedos y al igual que con la magia de Rhydian, todo a mi alrededor se volvió negro de repente, y cuando se iluminó aparecimos en la puerta de una cursi y algo agradable cabaña en medio del bosque —Ups —dijo el cazador.

—Esto es raro —mencioné, pero ambos jóvenes parecían estar en un concurso de miradas y no me prestaron atención —Ok... voy a tocar a la puerta —dije sintiéndome invisible de repente antes de golpear la puerta.

— ¡Esperen! —escuché un escandaloso grito venir de la casa —Uff, que día —una mujer con la piel verde azulado, cabello negro y un ojo chueco abrió la puerta, vestía como una Ninfa, o eso pensé yo —Tú no eres de aquí —dijo como si le sorprendiera.

—No, no lo soy. Me llamó Lily y quiero pasar al "otro lado" a ver a mi madre —dije con firmeza.

La mujer se echó a reír con mi comentario, su risa me recordaba a Janice de Friends —No, no, no. Eso es pe-li-gro-so —dijo como si cantara —Mírame, niña —señaló su cuerpo delgado —Ir a ese lugar siendo mortal te arruina por completo. Yo era pelirroja —comenzó a chillar dramáticamente —Y ahora mira este estropajo negro, soy horrenda. No vale la pena el esfuerzo — dijo sacando un pañuelo de tela de su escote para limpiar sus lágrimas.