A las 12:00, Rogelio y Don Hermes, serraron el local y se fueron a su casa. Allí se sentaron en la mesa y Doña Berta (la madre de Rogelio) les sirvió el almuerzo, el Mole la comida favorita de Don Hermes.
—La hija de mi comadre Gladis acaba de terminar secretariado bilingüe –exclamó Doña Berta mientras comían-, me preguntó si no sabía de algún empleo.
—¿Hablas de Úrsula? –preguntó Don Hermes.
—La misma –respondió Doña Berta.
—En la oficina necesitamos una secretaria, ella es ideal –respondió Don Hermes.
—¿No se? –interrumpió Rogelio- Me parce que viste demasiado vulgar.
—Le mandamos a hacer un uniforme y ya –respondió don Hermes.
Después de comer Rogelio y Don Hermes se dirigieron de nuevo a la oficina.