Unos días después, Rogelio recibió un telegram de Salomé que decía:
—Hay algo que te tengo que contar.
—Adelante -respondió Rogelio.
—Vi a esa chica que trabaja en tu oficina, teniendo sexo con uno de los mozos de mi panadería, en mi bodega.
—De Úrsula no me extraña.
—¿Que quieres decir? ¿No hay nada entre tu y ella?
—Claro que no, yo solo podría hacer familia con alguien como tu.
—Pero solo si formamos a nuestros hijos en el noajismo.
—Dalo por hecho.