Let miraba el suelo como esperando que un agujero apareciera de pronto y se la tragara. Caroline a su lado, vestía el uniforme de porrista, no había parado de hablar con un chico de primero que apenas podía llegarle a la altura del pecho. El chico a diferencia de Let parecía caminar sobre una nube, que se elevaba cada vez más con cada palabra de Caroline.
Caroline se sentía particularmente de buen humor, había olvidado lo agradable que se sentía hablar de videojuegos con alguien que sabía lo que decía, pero el momento fue terminando cuando se acercaban más a la salida.
Las clases habían terminado pero su día recién empezaba, los entrenamientos de porristas eran agotadores pero aún tenía que sacar energía para ir después a la mercería de su madre y hacer lo que menos le gustaba, sacar cuentas, luego estudiar para el día siguiente, imploraba que a Evan también lo succionara el día, y así no tener que sentirse mal por no responderle los mensajes.
_ ¡Al fin se fue!_ vocifero Let en cuanto el chico estuvo lo suficientemente lejos para no escucharlos.
_ ¿De que estas hablando?
_El chico de primero, no sé qué tanto hablabas con él.
Ellas caminaban directamente a la cancha y Caroline se detuvo de pronto.
_Lo dices como si hubiera hecho algo malo, solo hablaba con alguien agradable_ Caroline la miro de rojo mientras seguían avanzando hacia el campo de futbol _Las personas somos más complejas que solo ser populares y renegados.
Caroline miro sobre el hombre de su amiga. Joana se despedía de Olivia King. Caroline se sintió desconcertada, no había visto a Joana, ni a Olivia, ni a Derek Clare desde hace dos días. Supuso que ya habían terminado con su castigo pero tampoco se habían presentado a las clases. Era como si los tres se hubieran desaparecido, aunque había escuchado que Olivia no falto a ningún entrenamiento del equipo de natación.
_ ¿Cómo vas con el trabajo que tienes con Joana?_ pregunto Caroline.
_No he visto a Joana, he leído como dos o tres páginas ¿Por qué?
_Porque viene hacia acá.
Caroline miro el rostro pecoso de su amiga ir de la palidez cadavérica al rojo vergüenza en un segundo.
_Deberías de inscribirte en el club de teatro ¿No crees Joana?
Let aún recordaba la actitud lacerante de Joana y no se atrevía a levantar la mirada de su camiseta negra.
_Hola Caroline_ la voz de Joana le llego despreocupada, incluso un poco dulce. Joana miro a Let, estaba vestida de verde y le recordaba vagamente a un árbol de navidad _Seguro_ ya su ropa era lo suficientemente teatral _Hay que ir a empezar el trabajo Scarlet.
Let asintió.
_ ¿Y el castigo?_ pregunto Caroline.
_Ya lo terminamos ¿nos vamos Scarlet?_ Joana no espero ninguna respuesta cuando giro para caminar hacia el estacionamiento.
_ ¡Suerte!_ vocifero Caroline.
***
Let llego a su casa con el corazón golpeándole las costillas y el sudor empapando su camiseta. Cuando fue tras de Joana al estacionamiento, ella ya se había ido y Let tuvo que correr tras el bus de la escuela y luego correr a su casa.
No había quedado encontrarse en ningún lugar, no sabía dónde vivía Joana, así que fue al lugar más familiar.
Joana estaba allí, sentada despreocupadamente en su césped, y su moto estacionada al frente.
Let estaba sudorosa y lo suficientemente molesta para hablarle a Joana sin intimidarse.
_Al menos pudiste haberme traído_ le recrimino pasando apresuradamente para llegar a la puerta.
No vio a Joana levantar las cejas y mirarla sorprendida. Joana la veía como una ardillita asustadiza y cada arrebato de valentía era una sorpresa, aunque Let trataba de no mirarla.
Let introdujo la llave y la hizo girar con tanta fuerza que sintió la queja de la cerradura y luego se quedó con la mitad de la llave en la mano.
Joana venía detrás de ella y se acercó lo suficiente para ver la llave rota en las manos de Scarlet.
_Debes estar haciéndome una broma_ espeto Joana apenas manteniendo a raya su mal humor.
Let solo tuvo la valentía de negar con la cabeza y sacar el teléfono para llamar a su mamá. Sabía que no había nadie dentro de la casa que le abriera, pero al menos podía resolver las cosas con un cerrajero.
_Hay que hacer algo de trabajo hoy, no tenemos opción, estoy segura que Tomblot preguntará mañana sobre los avances del trabajo y estoy segura que ni has leído una página_ siguió hablando Joana mientras Let escuchaba el repique del teléfono de su madre que no contesto.
La llamada fue a buzón y Let opto por un mensaje rápido y desesperado. Por su lado Joana miraba los escalones de la entrada con cierto arrepentimiento, como si estuviera a punto de hacer algo que no quiere hacer.
_ ¡Vamos!_ vocifero tomando a Let del brazo, tirando de ella hacia la motocicleta.
_ ¡Oye! ¡¿Qué haces?!_ se quejó Let, en ese momento le parecía mucho más importante poder entrar a su casa que el trabajo.
_Vamos a la biblioteca_ sentencio Joana.
_ ¿Biblioteca?_ Let no recordaba haber ido a una _ ¿Por qué no vamos a tu casa, no tienes internet?