Rompiendo Esquemas (fanfic Eric Nam) [contenido sensible]

XX - De acosador a guía

Irene había llegado a la Gran Manzana, más exactamente a su habitación de hotel a las afueras durante la madrugada de ese viernes. Estaba agotada por las muchas horas de conducción sin sustituto pero también estaba feliz por poder haber observado en persona algunos de los paisajes más hermosos que nunca hubiera imaginado. Como siempre la mezcla de sentimientos era muy intensa y agotadora dado el viaje exprés.

Debía agradecer a su buena cabeza por haber escogido uno de los huecos del mediodía para la cita con Julio, su abogado, porque así había tenido unas buenas horas de sueño. A eso debía añadir dos horas para acercarse a la zona en que se hallaba el despacho y recorrerla tras comer un almuerzo rápido en uno de los camiones de comida estacionados por la zona.

Allí paseando se sentía como si estuviese en un mundo alternativo, uno en el que las prisas eran lo único primordial. Nueva York en comparación con Atlanta era una masificación de horarios, calles y gente trotando de un lado al otro. En el centro de Atlanta se apilaban los rascacielos que a medida que te alejabas iban bajando de altura...

Todo lo contrario en la Gran Manzana puesto que salvo por Central Park, que había pasado cerca con el metro, no parecía haber nada más que torres metálicas o de hormigón a cual más alta. Hizo una nota mental de que debía visitar el sábado Central Park y la Grand Central Station si realmente se quería considerar una verdadera turista. Siempre había soñado con hacerlo aunque ahora parecían muy lejanos aquellos sueños.

Se reunió en el despacho del bufete con Julio a las doce y cuarto y ambos revisaron concienzudamente los documentos a presentar. Después de eso y una rápida revisión de su estado laboral, Julio la acompañó hasta la puerta de su despacho despidiéndola con dos besos al estilo español. Eso creó una especie de nostalgia en Irene que se disipó de golpe al observar una silueta conocida en una de las sillas de recepción.

Vestía una cazadora vaquera, camisa a cuadros grises abierta con camiseta blanca por debajo, pantalón negro largo y zapatillas Converse negras... Parecía un adolescente muy, muy atractivo... ¿Qué hacía él allí? ¿Acaso era un acosador? ¿Cómo había sabido dónde encontrarla? Pero si sólo Krestina sabía... "¡Oh, Dios mío! La mato, mato a Krestina este lunes sin más dilación."

¿Cómo se atrevía a decirle a un cliente o a nadie dónde estaba? ¿Y si la ponía en peligro? Eric la miró y sonrió levantándose y acercándose a ella. Ella le sostuvo la mirada con el rostro serio, sin sonrisa alguna. No estaba contenta, aquella era una indiscreción por parte de Krestina y un acto de acoso por parte de Eric. No se quedaría tranquila ni feliz ante aquella circunstancia.

- ¿Qué demonios le jaló hasta acá, Eric? - Le preguntó enfadada pero en un susurro.

- La neta no pensé en nada más que verla, Irene, me disculpo por aparecer como un stalker... (acosador...) - Él escrutó su rostro y ella asintió. - Se ve cansada, ¿querrá comer conmigo? Si lo hace y no quiere más mi compañía, me iré por donde vine. Anyway (De todas formas), dejó mi familia por venir a verla, ellos no importaran que vuelva.

- ¿Dejó a su familia por venir a verme? - Él asintió.

- Incluso planearon una comida el domingo...

- ¿Cuántas veces visita a su familia?

- Unas pocas, - reconoció ligeramente entristecido y pensativo - ellos viven en Atlanta y yo en Corea del Sur, es difícil con mis horarios. - Ella suspiró.

- Venga afuera, Eric, no quiero montar más escándalo. - Ella se despidió con una sonrisa de la recepcionista y fue al ascensor. - Está loco, sólo un loco renuncia a pasar el poco tiempo en familia que tiene con una simple desconocida como yo.

- Quizá no es tan desconocida para mí como ella piensa, Irene, dijo Krestina que quiere ser turista - hizo una pausa y sonrió ufano como si tuviera un plan. - Yo también conozco la ciudad, ¿qué tal si tan sólo la vemos juntos?

- ¿También la conoce o tampoco la conoce? - Ella le miró inquisitiva y él abrió sus ojos sorprendido, como si no lo entendiera. - También la conoce, I know it too, o tampoco la conoce, I don't know it either. Esa es la cuestión, una u otra... Un turista no suele conocer la ciudad, sólo digo.

- Vine unas vez pero no la conozco entera, podría enseñarle qué conozco como amigos. - Ella resopló y convino que podría ser más divertido en compañía.

- De acuerdo, Eric, - dijo resignada - como amigos y luego te volverás a Atlanta a disfrutar del tiempo restante en familia.

- No dejaré a una amiga aquí sola, no es seguro. - Le respondió él algo más alto de lo esperado.

- Perdone, amigo, pero llegué hasta aquí en carro yo solita y puedo volver a irme yo sola. - Afirmó con rotundidad. - Sé cuidarme muy bien.

- ¿Ve? Por eso no poderé dejarla sola, quiere viajar Atlanta en carro sola... - Él le clavó la mirada y le aseguró: - Viajaré vuelta con usted y le ayudaré manejar, no hay otra opción. - Ella se apartó en el vestíbulo del edificio y le señaló acusatoriamente:

- ¿Es así siempre con sus amigas? - Él suspiró apartando la mirada.

- No, sólo quiero usted llegue bien a casa. - Él suspiró de nuevo. - Porque quizás quiera ser algo más amigo.

Irene se tapó la boca y cerró los ojos, esto no estaba pasando... O sí, Eric acababa de lanzar un órdago contra la mesa y era ella quien tenía que descartarlo o aceptarlo. Esto era demasiado para un viaje inesperado e improvisado como ese.




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