Leslie Belmont.
La misma tarde que Jeong vino a advertirnos de todo lo sucedido, se acordó que tendríamos reunión en su departamente en dos días. Sin embargo, al quedarme sola con él en la parada de autobús quise quitarme una duda de encima. Tenía el presentimiento de que no era una simple deportación masiva a todo el personal docente de una universidad pública de Ontario, sino más allá. Era más fuerte, y a juzgar por lo poco que conocía a Jeong sabía que no sólo le incumbía a las autoridades internas, sino a las externas a nivel provincial.
—Leslie, sé que hemos tenido discusiones; unas más infantiles que otras, pero… lo que se viene no es nada, nada bueno.
—¿A qué te refieres?—volteé a verlo. Estaba preocupado y más pálido de lo habitual.
—No confíes en Heda.
—Pero ella se hizo a un lado al…
—Si, —interrumpió—pero ella le tiene un profundo respeto a Maxwell por guardarle un secreto. Desconozco cual sea, pero sé que Heda no tiene la vida tan respetable como aparenta.
—Pero se ve que es muy…
—Leslie, —habló con delicadeza—a eso me refiero cuando te digo que debes de ver más allá, que no todo es sorpresa y diversión. Sé que dijiste que soy muy cerrado a mi mundo de disciplina y orden, pero dentro de todo eso, también soy desconfiado. Puedo sonar egocéntrico, pero gracias a eso, descubrí todo lo que hoy sé.
—Ya me disculpé por eso.
—No he pedido que lo hagas.
—¿Entonces?
Soltó un largo suspiro.
—Cuando un hombre tiene una estabilidad económica constante, un salario basto, lo último que quiere es que su mujer salga a trabajar, en un ambiente hostil donde su jefe es un racista, narcisista y acosador de primera. Si yo fuera su esposo, preferiría doblar o triplicar turnos sin importar mi desgaste físico con tal de ver que ella y mis hijos estén bien. Si realmente tuviera el dinero, no solo la sacaría de trabajar para mantenerla, sino también buscaría la manera de mover mis influencias para investigarlo y hacer que pague por todo lo que ha hecho.
—Jeong, me estás asustando.
—Es que tienes que darte cuenta de que Heda oculta algo. No es normal. Cuando les conté todo, en ningún momento empatizó con sus compañeros a quien lleva conociendo hace AÑOS. Es más, me atrevo a decir que mejor tú, quien nos conoces a todos hace poco, has empatizado mejor que ella.
Me quedé pensativa.
—Tienes razón. El viernes que salimos todos a tomar, se fue porque su esposo venía por ella pero en ningún momento lo vimos recogerla.
Jeong se encogió de hombros a modo de “ya vez”.
—Con razón mencionaste que la reunión fuera en tu departamento.
—Jamás confié en ella, y es el único lugar a donde no ha ido porque si sabe donde viven todos los demás.
Jeong Wong.
Estaba dudoso y me sentía incómodo llevarla a mi departamento después de lo que pasó aquella mañana. Sin embargo, habíamos prometido olvidar lo que pasó, aunque ninguno se acordaba con certeza de lo ocurrido. No obstante, Maxwell era un hombre peligroso y debía prevenirla de todo lo que era capaz de hacer. No le tenía cariño, pero si la respetaba lo suficiente como para no desear que la mataran, mucho menos alguien tan peligroso como él. Tampoco estaba diciendo que Maxwell era un asesino en serie, pero sí era un hombre bastante estratega e inteligente que fingía a la perfección no serlo.
—¿Qué me quieres mostrar que no puedes esperarte a que vengan todos?—preguntó Leslie una vez que entramos a mi departamento. Nos dirigimos a mi oficina, prendí la computadora de escritorio y, en lo que hacía su rutina habitual, me senté pidiéndole a Leslie que se sentara en la silla que tenía enfrente. Metí una memoria, busqué unas cosas en los archivos y giré la pantalla para que ella pudiera verlo.
Estupefacta, Leslie observó aquel video. Eran las cámaras de las oficinas del director, pero solamente estaban Maxwell y Carl.
—¡¿Por qué le aprobaste las vacaciones?! —gritó enfurecido—Se suponía que no debía saber absolutamente nada de los candidatos.
Leslie y yo nos miramos.
—¿Qué quieres que haga? Llegó a interrumpir la firma del nuevo contrato. No podía permitir que la licenciada se fuera antes de firmar el contrato. Además, Jeong Wong no tiene nada que ver con lo que estamos haciendo.