*Narra Emmett:
Muchas décadas después… .
Nos habíamos mudado a Alaska hace unos 5 años. Habíamos cumplido nuestra etapa en éste lugar. Siempre era así. No nos podíamos quedar mucho tiempo en un lugar o si no la gente sospecharía. Mi Rose seguía cada vez más hermosa. Sus habilidades mecánicas habían crecido tanto como mi amor por ella. La vida ahora era mucho más complicada pero a la vez divertida con Jasper a nuestro lado. Sus emociones nos llevaban al límite y nos hacían hacer cosas que no queríamos. Aunque cuando se ponía cariñoso con Alice, yo se lo agradecía. Además de mi lujuria, sentía la de él, lo cual hacia que Rose estuviera contenta y me perdonara cualquier estupidez que yo hiciera.
Estábamos empacando nuestras maletas para volver a Forks. Nos había gustado mucho ese lugar pero nos tuvimos que ir ya que Jasper no estaba muy seguro de poder controlarse bien. Ahora que habían pasado unas tantas ciudades y años después, podíamos volver más tranquilos. Al menos no tendríamos problemas con los Quileutes y nuestro secreto estaría a salvo. Estaba sacando ropa del armario y un álbum de fotos se cayó pero alcancé a recogerlo. Era nuestra historia en fotos. Rosalie había estado coleccionando fotos pero hace mucho tiempo que yo no lo veía.
-Rose ¿podrías venir amor?. – La llamé.
*Narra Rosalie:
Emmett me llamó desde el segundo piso. Seguramente tenía problemas con la ropa. No era tanta. Unas cuantas docenas de faldas, vestidos de noche y unas tres toneladas de ropa. ¿Por qué tanto alboroto?.
Estaba a su lado en un segundo y vi en sus manos el álbum de fotos que yo coleccionaba. Emmett no lo había visto desde hace ya veinte años. Le había sacado unas fotos a escondidas y Esme se había encargado de unas no tan convenientes. Esas estaban guardadas sin copia. Sólo para nosotros.
-Emmett, el álbum. – lo miré dulcemente.
Nos sentamos en el sillón de nuestra habitación y Emmett me abrazó cosa que ambos miráramos el álbum pero acurrucados. La primera foto era del día de nuestra boda. Era muy antigua y estaba manchada. En ésa época no habían cámaras digitales como ahora.
-Te veías hermosa. Y ese vestido… .
-Pobre vestido. Era lindo, lo hubiéramos guardado de recuerdo. Pero bueno, no me arrepiento de haberlo destrozado. – Lo besé en la mejilla.
La siguiente foto era del cumpleaños de Emmett. Estábamos todos, incluso los Denali. La foto debía tomarla alguien ya que no existía el automático, pero Edward, el más rápido, se encargó de tomarla y aparecer en ella. Era una hermosa foto.
-Edward nunca accedió a estar con Tanya, ese hombre va a morir casto. Si es que muere… , uh. – Emmett se reía mientras que Edward lanzó un gruñido desde abajo.
Las otras fotos que seguían eran casi todas de Emmett haciendo tonterías. Había una de él en el techo de la casa peleando con un puma que atrajo para su propia diversión. Gracias a Alice podía saber cuando Emmett haría algo y tener la cámara lista. Emmett se divertía pues había muchas fotos que él no había visto. Había una del año 1954 en donde salía una mujer de unos 50 años con cara de espanto. Emmett se había encerrado conmigo en el baño de damas de un fino restorante. La pobre mujer vio salir a Emmett sin camisa y todo despeinado. Muy "tarzán". Por supuesto Alice le tomó una foto a la salida. Al cambiar a la número 60 lo miré encogiendo mis hombros.
-¿Qué…?.
Y entonces aparecimos en el garaje en una posición que dejaba bastante que desear. Al menos había ropa, aún.
-Esme. – Dijimos al unísono.
Podía oír a la familia susurrar abajo. Sabían que éste era un momento sólo para nosotros y ni siquiera la entusiasta Alice se atrevió a interrumpirnos.
Las siguientes fotos eran casi todas mías con distintos vestidos de diseñadores. Alice me consideraba su muñeca personal. Emmett soltaba un silbido en cada foto. Había una sección en el álbum que no contenía una foto si no que dos boletos cortados a las Cataratas del Niágara.
-¿Recuerdas Rose?. Tanto decías que bajo la ducha "era fome". Te llevé a la ducha más grande y fuerte de todas y cumplí la mejor de tus fantasías amor. – Decía orgulloso de si mismo mirando hacia arriba como un héroe nacional. No pude evitar reirme.
La otra foto hizo que nos riéramos mucho. Recuerdo perfectamente cuando salí de caza con Esme y pasamos de compras. Estuvimos todo un día fuera y Emmett me llamaba como loco pero yo quería divertirme. Al volver Alice me decía saltando "no lo vas a creer Rose". En la foto salía Emmett besando el cuadro que salía mi foto con un vestido de novia. El mismo que provocó una pelea entre Jasper y mi esposo.
-Te extrañaba mucho ese día. Menos mal que para oler tu ropa me encerré en el baño y no pudieron tomarme la foto. – Ponía una de sus caras de angelito fingido que tanto amaba.
Pasamos el resto de las fotos. Besándonos, abrazándonos. Emmett haciendo travesuras. Fotos familiares. Unas de nuestras cuatro bodas organizadas por Alice. Eran una maravilla. Hasta le tomamos una foto a una casa que destruimos en una loca luna de miel. Ese día me había disfrazado para su diversión. Por supuesto el disfraz ya no existía. La ropa era víctima de nuestro amor.
-Es genial éste álbum amor, debí haberlo visto antes.
-Hay muchas fotos increíbles desde que nos conocimos… .- Me callé un momento. - ¿Emmett puedo preguntarte algo?.
-Por supuesto.
-¿Te… , arrepientes de que te haya llevado ese día con Carlisle?. – Miré al suelo incapaz de verlo a los ojos.
Supe que me miró ofendido y levantó mi cara con sus dos grandes manos.
-Rosalie, ¿sabes porque me gusta tanto cazar osos?.
-Porque son fuertes supongo… .
-No. Ese día que tú me encontraste fui atacado por un oso. Entonces vi al ángel más hermoso de toda la humanidad. Cada vez que cazo un oso y vuelvo a casa y te veo, es como recordar la primera vez que te vi. La primera vez que me enamoré de ti. Nuestro primer beso. – Me dio un pequeño beso y pasó su nariz sobre la mía en forma juguetona. – Si de algo estoy arrepentido es de no haberte conocido antes.