Rosas Blancas

¡Ay Diosito, protege mi alma!

La Srta. Vandusen se queda mirándolo esperando que diga algo más, pero este no dice nada más y solo observa todo y a todos a su alrededor

-¿No dirá más nada?- pregunta la Srta. Vandusen y el tal Ritter niega con la cabeza- ¿Alguna pregunta para su nuevo compañero?- pregunta, pero nadie dice nada- De acuerdo toma asiento donde gustes- le dice y este se dirige hacia las asiento que están detrás de donde estamos clara y yo. Cuando pasa por nuestro lado me da una mirada rápida y yo lo miro con extrañeza. Dejo a un lado lo que acaba de pasar y termino de prestar atención a la clase.

Salgo del salón charlando con clara sobre la fiesta de este viernes y ambas nos dirigimos a mi casillero

-¿Qué te parece si voy a tu casa y de allá nos vamos a la fiesta?- pregunta clara

-Me parece bien, creo que después de salir de clases te puedes ir conmigo y con Alexandra, y pasamos por tu casa buscando lo que necesites- le digo. Introduzco mis libros al casillero, lo cierro y nos dirigimos hacia la cafetería.

Estamos por llegar pero nos vemos interrumpidas por Alan McLagen

-¡Hola hermosuras!- dice coqueto

-¡Hola Alan!- respondemos al unísono, seguimos nuestro camino y él nos sigue

-¿Irán a mi fiesta el viernes?- pregunta a nuestro lado

-Por supuesto no nos la perdemos por nada, ¿verdad Yvonne?- me pregunta Clara codeándome

-Claro- digo con un intento de sonrisa en mi rostro. Llegamos a la entrada de la cafetería

-Perfecto, las veo el viernes entonces. Nos vemos luego, chicas- se despide, me da una última mirada y entra. Trato de entrar también, pero Clara toma mi brazo para detenerme y me observa esperando que diga algo

-¿Qué?, ¿Acaso tengo algo en la cara?- pregunto

-¡Ja, Ja, que graciosa!- finge reírse- ¿Acaso no te das cuenta de que le interesas?-                                               

-¿Y entonces?-

-¿Te faltan torillos o qué?, ¿No quieres algo con Alan?-

-Si-

-Pues no parecía eso hace unos minutos-

-Es un mujeriego Clara, reacciona- le doy un golpe en la frente

-¡Auch!- se queja- ¿Y eso que? Tal vez logres que cambie- se encoje de hombros

-Ya deja el tema y entremos- s eñalo la puerta de la cafetería- Tengo hambre- me quejo

-Tú siempre tienes hambre- dice y la golpeo, pero esta vez en el brazo

-¡Auch!- gruñe-¿Pero qué te pasa?-

Solo me rio y me dirijo hacia la fila para poder pedir mi comida. Clara no habla por unos minutos ya que está metida en su celular y yo solo ignoro eso y me dedico a esperar en silencio.

-Dos rodajas de pizza por favor y una Coca-Cola- pido a la señora que se encuentra detrás de la caja registradora. Ella busca lo que pedí y me lo entrega, yo pago y me dirijo hacia la mesa de siempre, esta se encuentra al lado de una ventana. Tomo asiento y empiezo a comer. Veo como clara se dirige hacia mí con su comida en la bandeja que se encuentra en sus manos y toma asiento al frente de mí, y comienza a comer. Siento una mirada sobre mí y levanto la vista y recorro todo el lugar con la mirada, pero me detengo al escuchar a voz de Clara.

-¿Que te pareció el chico nuevo?- pregunta

-¿Ritter?- pregunto y asiente- Bien, supongo- Me encojo de hombros

-Se escuchan rumores de que es de Rusia- dice y la observo confundida

-¿No crees que es lugar muy lejos y grande como para parar en este pueblo?- pregunto

No es que no me guste este pueblo, pero es algo extraño. Cualquiera puede venir a este pueblo, ¿pero por que de Rusia hacia acá? Decido dejar el tema a un lado y le presto atención a Clara.

-Se dice que vino porque su padre tenía cosas que resolver con su empresa. Su empresa está en la cuidad, pero decidió por quedarse en este pueblo por alguna extraña razón y no en la cuidad. Pero este no vendrá hasta después de unos cincos meses-

A pesar de que intento dejar el tema a un lado no logro, nada de esto tiene sentido. Suena el timbre anunciando que el receso ya ha terminado y me dirijo hacia los botes de basura para dejar los platos y vasos de la comida que termine hace un rato. Lo boto y dejo la bandeja a un lado y clara imita mi acción. Salgo de la cafetería detrás del resto de personas que se encuentran saliendo.

-Ve a la siguiente clase, yo iré al baño un momento- le digo a Clara

-¿Quieres que te acompañe?- pregunta

-No es necesario, no me demoro- le digo y tomo otra dirección dejándola atrás. Entro al baño en cuanto lo encuentro. Me dirijo hacia uno de los cubículos y entro en este. Hago mis necesidades y tarareo a la vez una melodía, raro, lo se.

De repente escucho el estruendo de algo romperse. Es extraño, cuando llegue no había nadie. Subo mi pantalón y bajo la manilla. Salgo de cubículo y observo que hay vidrios rotos esparcidos por todo el baño levanto la vista y veo el espejo roto, y leo lo que está escrito en el




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