Recuerdo el año nuevo, cuando me fracture el pie a los ocho años y Lucas, que en ese entonces era más unido a mí sé podría decir que éramos mejores amigos, estuvo sentado junto conmigo toda la fiesta que hacían nuestras familias.
Vimos películas y cenamos.
Ese día beso mi mejilla y me puse colorada.
Fue uno de los días más especiales para mí, y ese mismo día me puso la princesa Rossa, por andar con un vestido rosa y mi boca ortopédica había sido rosa igualmente.
Le había hecho una firma con un dibujo, que en ese tiempo era su favorito.
Doraemos, el gato cósmico.
A pesar de que no era un experto dibujante y no le quedó igual yo le había dicho que me había encantado y que le quedó genial.
Éramos niños, no podíamos pedir más.
Estuvo conmigo todo los días restantes a que me sacaran la bota.
Fue una gran ayuda.
Fue mi doctor personal.
Y vimos muchos capítulos de Doraemon
Ese era un hermoso recuerdo de él siento solo Lucas el genial, como solía llamarlo.
Editado: 08.09.2018