XIOMARA
No sé cuánto tiempo ha pasado desde que llame a Ian, pero sé que si la persona no llega en este momento sé que no la contare, Camilo ha gritado y a forcejeado todas las puertas, pero aún no llega a la puerta de su armario ya que él siempre tiene su cuarto cerrado creo que no sabe que hoy por suerte mía la ha dejado abierta.
-Xiomara, Xiomi, mi princesa donde te escondes vamos a jugar un rato te va a gustar hasta vas a pedir repetición mi niña tienes que pagar el tiempo que pasaste en mi depa sin aportar nada.
Okey nunca antes había tenido tanto miedo como en este preciso momento, si él hace lo que quiere conmigo no sé qué hare conmigo ya que para una mujer que pasa por eso es muy difícil seguir con ese trauma hay veces que cuentan con ayuda de sus familiares y se preocupan aunque no sepan por lo que paso la chica, pero hay el otro lado de la moneda cuando están completamente solas cuando nadie se preocupa por ellas y cuando van a la policía la someten a procedimientos para “investigar” toda la denuncia de la muchacha hasta que el abusador se va a seguir buscando a su próxima víctima, pero lo peor del cuento es cundo se entera la sociedad de lo que le paso a la chica ya que todos dicen que ella tuvo la culpa de lo que le paso por su forma de vestir, por salir de fiesta o por andar en la calle a altas horas de la noche, pero si hubiera terminado muerta hay si es la pobre chica que saludaba con todos, la que nunca rompió un plato y era la perfección en persona así de hipócrita veo a la gente no sé si solo es mi opinión pero es lo que creo. Solo sé que no quiero ser un número más de las cifras de mujeres violadas.
-Ya te encontré pequeña ratita muy buen escondite, pero no te sirve de nada ya que igual voy a disfrutar de tu dulce cuerpo no se untas noches fantasee con tocarte toda y escucharte decir mi nombre entre gemidos.
Lo veo acercarse cada vez más al armario y me siento perdida en este momento sé que ha llegado el momento de pagar con creses haber confiado en un desconocido y aceptar su “desinteresada” ayuda, cundo pone las manos en las puertas solo cierro mis ojos y me dejo hacer, pero no sucede nada, cundo abro los ojos solo veo entre las rejas a dos cuerpos lanzando golpes a diestra y siniestra reconozco que el que va perdiendo es Camilo porque el otro muchacho se encuentra sobre él y aunque me emociona no puedo dejar que lo mate a pesar de todo no puedo ya que un inocente puede ir preso por mi culpa y Camilo no vale la pena, como puedo salgo del armario ya que estoy temblando me acerco para detener a quien imagino es el amigo de Ian.
-¡¡Para por favor lo vas a matar!! Grito cuando noto que Camilo ya no se defiende a ninguno de los golpes. ¡¡Para por favor!! Repito sin éxito, hasta que me decido tomarlo del brazo para ver si me presta atención, pero el retiro de golpe por un extraño corrientoso que corre por mi brazo hasta llegar a mis pies.
- ¿Qué fue eso? Pregunta el desconocido desconcertado, bueno ya no tan desconocido porque lo reconozco como el chico de las carreras, en serio no había otro, bueno ni como quejarse él no me conoce y me acaba de salvar.
- Tal vez fue por la adrenalina que tienes. Lo dijo más para convencerme a mí, más que a él.
SAM (15 MINUTOS ANTES)
Ya puedo divisar el edificio acelero más si eso es posible, me bajo lo más rápido que puedo y cundo voy a ingresar al edificio recibo una llamada de Ian, contesto lo más rápido posible ya que puede ser algo importante.
- ¿ya llegaste? ¿Ya la encontraste?
¿Por qué no hablas? pregunta el
desesperado.
-si te callaras te respondería, no crees. Y no aun no
el encuentro, estaba en eso hasta que llamaste.
-Más te vale que no le pase nada
Cuida de ella por favor.
Un escalofrío corre por mi cuerpo cundo lo escucho hablar muy desesperado y preocupado de la chica y no sé porque, pero lo único que dijo después de eso ni yo me lo hubiera imaginado.
- ¿Es tu novia?
-No, no lo es. Pero creo que va a
llegar a ser muy importante para
ti hermano.
-no sé porque lo dices, pero en este
momento no lo voy a descifrar.
Cuando ingreso voy directo por las escaleras, sin prestar atención al hombre de recepción que me exige que me detenga cosa que haría si no estuviera en esta situación, corro por los pasillos hasta dar con el número que se encuentra en el mensaje que me envío Ian, cuando intento abrir la puerta está esta con seguro, pero eso no me detiene saco mi navaja y la forzó hasta que por fin se abre, voy en completo silencio por la casa hasta que escucho unos susurros que salen por una puerta media abierta, cuando me acerco puedo escuchar lo que ese maldito cerdo le dice mientras se acerca a la puerta de lo que identifico como un armario, cuando lo veo posar sus manos en las manecillas de las puertas en cundo entro sin que se dé cuenta y lo golpeo, al inicio intenta defenderse pero es más pequeño y menos fuerte que yo así que deja de responderme a los golpes, a lo legos escucho unos murmullos pero no les pongo atención y sigo repartiendo golpes al imbécil que está debajo de mí. Solo me detengo cuando ciento unas extrañas electricidades en mi brazo y unos suaves dedos topándome y separándose en el momento, dejando un frio de necesidad en el lugar donde me topo.
- ¿Qué fue eso? Dijo más para mí que para la persona que se encuentra a mi lado, cuando la regreso a mirar me quedo totalmente prendado de su mirada que me penetra cuando conecta con la mía.
-tal vez fue por la adrenalina del momento. Responde más para ella que para mí, pero la pude escuchar, aun así. Ahora las palabras de Ian cobran sentido, esta chica va a ser importante que dijo importante va a ser mi jodida perdición.