Emily Fairchild
Ahora me encuentro en un cuarto de interrogación, de esos que se ven en las series policíacas, y aún no llega el oficial o fiscal que me va a atender, así que me veo en el espejo, mis lentes oscuros combinaban con mi ropa. Pude ver como mi labial estaba perdiendo el color así que me puse un poco más.
Listo, de nuevo veo un rojo potente. Creo que ya debería sentarme, así que camino hacia la silla y en el cuarto solo se escucha el sonido de mis tacones en el suelo, tomo asiento y cruzo mis piernas al igual que mis brazos. Estoy aburrida.
Veo la puerta abrirse y volteo la cara viendo con indiferencia a los que entran.
- ¡Oh! ¡Tanto tiempo sin verla! -llega un tipo al cual no recuerdo su nombre, pero si su cara, junto a otro que tampoco conozco, pero trae consigo unas tazas con té y comida, al igual que unos sobres amarillos y algunas hojas blancas-. Vaya, al menos puedo comer con usted así-prosigue mientras se acomoda en la silla y la acerca en la mesa-. ¡Tome algo! Es su última visita-empieza a servir té en las tazas y pone una enfrente de mí, pero aún tengo los brazos cruzados y una cara de pocos amigos.
-El caso será cerrado, ya que no habrá acusación, yo pude regresar a la oficina principal gracias a usted era lo menos que podía hacer por usted, ¿no es así?
-Gracias a usted, es bueno volverlo a ver-miento. Solo se limitaba a echarse una risa sonora.
-Vaya, ¿Cuántos años han pasado? -dice.
-Está vez deberá presentarle a la novia, ¿no cree? -pregunte, él sabe de qué hablo.
-A mi esposa realmente le agrada nuestra primera nuera, ella dice que sus gustos son los mismos.
-Su esposa tiene buenos gustos-miento de nuevo, espero que no me demore tanto tiempo aquí, este tipo me desagrada.
Narrador Desconocido
Por el otro lado del vidrio de ese cuarto de interrogación, unos fiscales solo se dedican a murmurar.
- ¿Es esa una mujer? ¿La mujer que destruyó tanto al jefe fiscal como al juez? -la incredulidad en su voz era notoria. Mientras por el vidrio ven cómo aquellas personas en el cuarto de interrogación están brindando como si estuvieran en un restaurante.
-Ella es la presidenta de Royal Boutique-contesta el otro.
-Una presidenta de una tienda de ropa... ¿es eso posible? -ese tipo realmente no creía que alguien como ella tuviera tanto poder. Y es que nadie lo creería.
-Royal Boutique es solo su secreto para conectarse. Ella trabaja como gerente para las damas de las familias más poderosas, mientras vende accesorios de moda durante el día, pero eso no es todo-dice acercándose más a su compañero-. Ella es conocida como "Gerente de la noche". La boutique también es una firma de abogados especializados en casos únicos, ella se encarga de casos difíciles que no se pueden llevar a un bufetes normales-es increíble incluso para el que está hablando creerse eso, pero era la verdad-. Ella sabe todo, incluso cuantas cucharas hay en la mesa de sus clientes, ella es así de poderosa, patrocina a gente usando su boutique y también conoce a la gente más importante dentro de la política.
Finalizan de chismear y los tipos ven salir a la presidenta de una simple boutique, salir libre de ese lugar sin ningún cargo en su contra.
Emily Fairchild
Después de salir del "interrogatorio" Ander estaba afuera esperándome con el coche listo para ir a la boutique. Al llegar baja del asiento, el cual es el del copiloto y abre la puerta trasera para que pueda salir, así que tomo mi bolso y salgo, poniendo mi mano libre en la bolsa del pantalón que uso. Camino hacia la entrada donde los guardias de seguridad saludan y abren las puertas. Me dirigí hacia el lobby con Ander siguiéndome por detrás y en el trayecto observo que el lugar esté en orden, me esforcé en decorar este lugar para que luciera lujoso pero simple, nada extravagante.
En las paredes hay pinturas demasiado caras que de vez en cuando me tomo el tiempo de apreciarlas, al igual que hay plantas en los pasillos. Al llegar, las empleadas saludan y vuelvo a observar que todo esté en su lugar, hay estantes de vidrio que dejan ver joyas, accesorios, zapatos y ropa que valen millones y que solo aquí pueden encontrarse, por lo que muchas mujeres vienen y gastan su dinero. Termino mi inspección y asiento como confirmando que pueden seguir con su trabajo.
Una de las empleadas se me acerca y me informa que unas de las clientas frecuentes se va a casar de nuevo, por tercera vez.
-Tanto el segundo como el tercer matrimonio son inocentes para ella, enfócate en lo puro. Selecciona la colección blanca reverencial-volteo a verla y ella anota todo en la tablet que hay en sus manos asintiendo a todo lo que le digo.
Seguimos caminando y llego a mi oficina, que al igual que mi apartamento tiene una gran vista a la ciudad, gracias a los ventanales enormes sin cortinas, hay candelabros que cuelgan del techo. Una vez llego a mi silla me tomo el tiempo para respirar, y le extiendo un papel a Ander para que haga lo que le había pedido, enviar algunos regalos a la señora Lucia celebrando su próximo divorcio, regalos los cuales consisten en un millón de dólares y varios collares. Hace una llamada y me confirma que ya están en camino a entregarle las cosas. Me dirijo a los sillones que están en el centro del lugar, Ander toma asiento y me observa, seguido de eso me informa.