Volaron en los Grifos hasta llegar a las fronteras donde comenzaba el bosque.
-¿Quién quiere ir de aventura allá?, dicen que hay restaurantes y bares que preparan comidas de ambos reinos-. dijo Yuki entusiasmada dando saltitos.
No todos se veían muy convencidos pero el principe habló. -Vallamos, pero cubrance bien con las capas-. había dicho el mayor, asiendo que sus amigos asintieran. Al llegar al final del bosque admiraron todo aquello construido entre ambos reinos, la franja divisoria estaba llena de locales abiertos al público extranjero y a plateados y rojos que convivían como si nada. Eso no era normal en ningún reino, se conocía el repudio, pero parecía como si eso no existiera en aquel lugar.
Caminaron cubiertos por sus capas pues aunque todos se llevaban bien, era mejor no ser reconocidos, sus rostros eran demasiado llamativos y podían soltar alarma a los demás.
Caminaron hasta un bar que parecía servir una comida deliciosa por el aroma que soltaba el local y entraron, encontrándose a gente de todo tipo allí dentro, de entre ellos unas sombras misteriosas como ellos que calculaban todo lo que sucedía alrededor.
-No les parece sospechoso...-. había susurrado Takuma quién decidió sentarse en la mesa continua esperando a los demás. Así fue como fueron arrastrados por el rubio hasta esas figuras misteriosas y encapuchadas, aunque ellos también lo estaban, bajaron un poco las capas para poder verse entre ellos.
Mientras Takuma prestaba atención a la conversación de aquellos de al lado. El silencio reino en su mesa mientras esperaban a que tomaran sus órdenes y mientras tanto escuchaban levemente la conversación.
-No hemos encontrado nada aún...
-Yo digo que ya comamos, no perdemos nada con eso.
-¡Deja de pensar con el estómago!.
-Oh... calla, lo dices como si nunca sintieras hambre.
Esa era la conversación más extraña que habían oído de gente misteriosa.
-No saben que es de mala educación escuchar conversaciones ajenas-. había soltado una de esas cuatro figuras refiriéndose a ellos. De inmediato las demás también voltearon, pudieron entonces verlas mejor. Era una chica rubia de ojos azules, una peliblanca y dos albinos.
Probablemente provenientes de Silverstone, todos se quedaron callados al ser descubiertos. -Lamentamos eso... oímos que están investigando sobre algo-. se introdujo a la conversación Yuki. Uno de los albinos levantó una ceja arqueandola. Eran gemelos ambos varones, podían notarlo por su gran parecido.
-No es de vuestra incumbencia-. había dicho inmediatamente la rubia quien les miraba de manera desconfiada al igual que uno de los albinos.
-¡Podríamos tener información!...-. persuadió Yuki, quien era adicta a los rumores y a resolver aventuras. -Yuki no-. le dijo Hanabusa pero ella ya se había aproximado a la mesa de los contrarios. -¿Qué buscan?-. volvió a pronunciar la oji-borgoña.
La rubia y el Albino se miraron unos segundos con los demás, esperando estar de acuerdo, cosa que por lo que parecía era así. -Buscamos información sobre el pasado, sobre Gemstone siendo solo un reino y la guerra divina entre Zenit Kiryuu y Artemisa Kuran-. dejo en claro la rubia mientras mantenía una mirada firme.
-¿Y porque buscan una información así?-. había preguntado esta vez Kaname quien mantenía la vista en el gemelo que estaba aún desconfiado de ellos. -Asuntos personales-. contesto de inmediato el albino de ceño fruncido.
-Hay algunos libros sobre Artemisa que les podríamos prestar, dicen que esos libros llevan al antiguo castillo de Gemstone, o al menos a las ruinas. En Rubitown se suele decir que ambos reinos fueron construidos sobre las ruinas de Gemstone para evitar otra maldición, hay mapas...-. informo Yuki entusiasmada, pues la leyenda de la guerra divina y Calipso era uno de sus temas favoritos.
Parecía haber esperanza en los ojos de esos cuatro. -Allí podrían estar las respuestas...-. había susurrado la peliblanca esta vez. -¿Qué quieren a cambio de la información?-. había preguntado el albino tranquilo y sereno. -¡Queremos unirnos a su investigación!-. hablo impulsivamente Kaname sorprendiendo a sus amigos.
-¿Y porque?-. pregunto aquel albino desconfiado. -Porque nosotros también buscamos algo de alli-. simplemente mintió el castaño sorprendiendo aún más a los chicos que les acompañaban.
-Les diré la verdad no confío en ustedes-. musito aquel albino. -No te daremos la información si no nos dejas ser parte de la investigación-. pronuncio Kaname arrogante. -Zero... tal vez sea nuestra única oportunidad-. dijo la rubia. -¡Bien!, nos vemos mañana en este mismo lugar a la misma hora, comenzaremos a buscar y cada quien irá por su lado-. reafirmó el Albino ganándose un asentimiento de parte del castaño.
-Trato-. extendió la mano el chico oji-borgoña. El albino también extendió la mano y ambos dieron un apretón, fue solo un momento pero aquella descarga eléctrica pasó por ambos, como idicandoles algo desconocido.
Al final los cuatro se levantaron y se marcharon dejando a los rojos en aquella mesa.
-¿Qué hiciste?-. pregunto Yuki asombrada, fue en ese momento que el chico se dio cuenta de lo que había dicho y hecho. -¡Genial!, ¿ahora como nos escaparemos diario?, ni siquiera sabemos si no son peligrosos-. pronuncio Hanabusa. -F-fue... un impulso lo siento-. exclamo el chico confundido por su propia reacción.
-Chicos podemos organizarnos bien y si lo logramos, entonces Kaname, Hanabusa y yo podemos acercarnos a los rojos a auxiliarlos mientras ustedes están en guardia durante la noche-. dijo Yuki con su entusiasmo, era hermana de Kaname, lo conocía de pies a cabeza y pudo ver la reacción de ambos cuando se habían tomado de la mano, nadie más lo reconoció, pero ella sí; el albino había despertado la curiosidad de su hermano, parecía ser que el podría ser la salvación de que su hermano se casara con Ruka.
Estaba imaginando demasiado pero ese leve interés sería mucho más que aquello si daba un pequeño empujón.