La mirada de Rulam era tan inexpresiva como siempre y eso solo hizo enfurecer aun mas a los orgullosos elfos, ''basura, morirás aquí'' una flecha envenenada salio volando en dirección hacia Rulam, misma que fue detenida por el cetro oscuro de Elune.
''Era de esperarse de un objeto a nivel Deidad''
Con una muesca en el rostro Rulam concentro una pequeña parte de energía espiritual en el cetro, y pronunciando en voz alta; cada uno de los presentes escucho las palabras de su boca...
-Aniquilalos, Elune.
Una enorme esfera negra rodeada con rayos azules emergió de la punta del centro oscuro de Elune, con un movimiento del cetro, Rulam lanzo la gran esfera, la cual fue creada con su propia energía espiritual.
Esta era la primera vez que Rulam probaría el inmenso poder de aquel legendario cetro, y como si de magia se tratase, cada uno de los trolls y elfos tocados por la enorme esfera negra como la noche fue borrado de la faz de la tierra, era como si su misma existencia hubiese sido eliminada, como la flama de una pequeña vela siendo extinguida.
Ahora la tribu elfica sabia a lo que se enfrentaba, o mas bien; ahora sabían lo que les esperaba.
''Tu.. miserable, como te atreves!'' el enorme grupo de elfos de sangre que rodeaban a Rulam lanzo ferozmente sus flechas y lanzas, estos eran guerreros experimentados en cientos de batallas a muerte, no se inmutarían ni siquiera por ver a un poderoso Rulam asesinando a decenas de los suyos en un santiamén.
Los trolls adyacentes cargaron con sus garrotes en alto, dispuestos a trocear en dos al mismísimo Rulam, a pesar de que eran seres con un alto grado de regeneración, todos habían sido testigos de que eso era cuando menos, insuficiente.
A 30 metros de distancia, ni Obeiron, ni Raminides podían creer lo que sus ojos veían, un ser con tal poder siquiera podía existir?.
A pesar de que los elfos de sangre maestros de lo arcano tenían una precisión incomparable en cada una de sus flechas, no lograron asestar una sola en Rulam, o mas bien; Rulam esquivo cada una de ellas, al mismo tiempo que detenía el ataque de los trolls con el cetro oscuro de Elune.
Para Obe y Raminides este combate era algo que les ponía los pelos de punta, el enemigo no era débil en lo absoluto, incluso se necesitaría de un gran grupo de fuertes guerreros y magos para poder luchar contra la tribu elfica, pero ante sus ojos estaba pasando lo impensable, un solo hombre había exterminado a la tribu elfica del bosque de Job por si mismo, y este hombre... era Rulam Adastro.
''Fueron mas débiles de lo que pensé, que aburrido''.