Darío
Miré con molestia mi reloj, Alexander detuvo su mirada en mi.
- lamento que no sea de tu agrado mi alegría - suspiré y desabotoné mi saco.
- no es eso y lo sabes - desvie la mirada hacia aquella foto que descansaba en su escritorio - han pasado 18 años donde se han acercado muchos oportunistas haciéndose pasar por tu nieta.
Alexander se levantó y se paró frente de la ventana de su oficina.
- son noticias del abogado - suspiré y cerré los ojos - esa mujer estuvo preguntando y la policía no le puso mente cuando informó que encontró a una niña como de cinco años vagando por la carretera.
_ puede que sea mentira y sólo quieran robarte _ lo vi girarse furioso.
_ para ti todo mundo lo único que lo mueve es el dinero_ fruncí el ceño molesto _ no entiendo por que eres tan inhumano.
_ no te digo lo que mereces por ser mi abuelo_ Alexander resopló molesto.
_ para lo que te importa que sea tu abuelo_ miró nuevamente hacia la ventana _ cuando te adoptaron mi hija se encargó de hacerte feliz, me consta, es hasta el día de hoy y no entiendo la raíz de tu cinismo y la inhumanidad que hay en tu corazón.
Me encogí de hombros.
_ yo estoy bien Alexander _ lo miré pasarse la mano por la quijada.
_ quiero que seas tú quien busqué a mi nieta _ me puse de pie molesto.
_ debes estar bromeando abuelo_ él me miró por un momento y se encogió de hombros.
_ trae a mi nieta Darío _ me miró con una mirada fría _ no es una petición es una orden.
Sonreí con ironía.
_ temo decirte que ya no soy un niño abuelo, soy un hombre de 32 años _ Alexander enarcó una ceja.
_ temo decirte que si no mueves tu trasero y me traes a mi nieta sana y salva, me negaré en la reunión de consejo a ponerte como presidente - me tensé por que llevaba años trabajando para obtener la pesidencia.
_ sabes bien que he trabajado duro por ese puesto y lo merezco.
Alexander se encogió de hombros.
_ lo único que sé Darío es que quiero a mi nieta junto a mi, es lo único que me queda de mi hijo _ apreté fuerte los puños.
_ no entiendo por que tengo qué hacerlo yo, no lo tomes a mal pero me da igual si aparece o no _ Alexander se acercó y su mirada se poso en mi rostro con una sonrisa que no llegaba hasta sus ojos.
_ es mi condición para votar por ti ante el consejo Darío, tu único objetivo en está vida es la empresa y el dinero, el mio es recuperar a mi nieta _ le devolví la mirada furiosa a mi abuelo.
_ eres el dueño de esta maldita empresa, tú sólo informas al consejo, hacen lo que tú quieres _ tensé la mandíbula furioso_ me obligas a involucrarme en algo que no me interesa y me da lo mismo.
Alexander sonrió.
_ antes de morir te volveré humano Darío.
Me puse de pie y me acerqué al escritorio, tomé aquella foto de aquella familia que en un accidente de auto había muerto, sólo el cuerpo de Micaella no había aparecido nunca, esa era la esperanza de mi abuelo, encontrar viva a Micaella.
- ¿ que pasara con Ana? _ me giré_ se niega a aceptar que no es tu nieta, sigue en su farsa que ella es Micaella.
_ me da pesar esa chica Darío, no tiene a nadie en esta vida, puedo ayudarla.
_ sácala de la mansión _ Alexander se metió las manos en el bolsillo y me miró.
_ puedo adoptarla
_ eres muy sentimental, me opondré a la adopción, Ana quiere poner sus manos en tu fortuna.
_¿Qué es lo que te preocupa? ¿Que rompan mi corazón o mi dinero?
_ conoces la repuesta Alexander _ tomé la carpeta que tenía el nombre de Micaella _ contratare a mi detective para que busqué a la tal _ abrí la carpeta y leí el nombre de la mujer que encontró supuestamente a mi prima _ Melanie, la buscaré, es un trato Alexander, traigo a Micaella y me vuelves el presidente.
_ no cambies el trato, traes a mi nieta y voto por ti Darío, yo pongo las reglas.
Con furia salí de la oficina, me dirigi a la mía. Mi secretaria se levantó apresuradamente de su puesto y tomó su bloc.
Tire la carpeta en el escritorio.
_ llama a Carlos _ ella me miró sin entender.
_ mi detective, no recuerdo su apellido para eso te pago para que recuerdes las cosas, lo quiero ahora aquí.
_ si señor _ salió apresuradamente.
Me acerqué al mini bar y me servi un coñac, Alexander no podía mezclar los negocios con sus caprichos de viejo.
Me pare en la ventana y contemplé desde la altura en que estaba que la gente era miniatura, así me sentía superior a todos ellos.
No se cuanto tiempo pasé ahí pero me giré cuando abrieron la puerta.
- lo siento señor pero el detective está aqui _ mire mi vaso vacío y asentí para que dejará entrar a Carlos.
Carlos entró con seguridad, debía rondar por los cuarenta años, era excelente detective.
- Señor Darío_ me senté en mi puesto y le extendí la carpeta.