Capitulo 5

(Eva)
Mi intención no era escuchar la conversación que tenían Lyon y ese tal Marcus, pero la curiosidad fue mayor y mucho mas al saber que iban a hablar de Alison y de mi, así que caminé hacia esa habitación donde los dos hombres se habían dirigido.

Lo que era sorprendente fue poder escuchar toda la conversación por encima de toda la música que se escuchaba en el piso superior una vez que me concentré.

Al escuchar todo lo que dijo Lyon y el tono en el que lo decían, pues claramente se podría decir que esto era aun más extraño para ellos, así que cuando Marcus dijo que me quería ver, no perdí tiempo en ocultarme.

- ¿No sabías que es de mala educación escuchar tras la puerta? – dice Marcus una vez sentada alado de Lyon.

- Cuando están hablando de mí, la educación no importa – me reclino en mi asiento tratando de no ver al hombre que está frente a mí. Me pone demasiado nerviosa como para hablarle directo a los ojos.

- Así que...- Marcus dirige su atención a Lyon – Ella es la humana que has rescatado.

- Si Frater, su nombre es Eva.

- Eva... mmm... lindo nombre, perfecto para ti – Marcus se levanta y se pone frente a mí. Al percibir el movimiento no tengo otra opción que mirarlo.

Marcus es enorme, un poco más pequeño que Lyon, pero igual de fuerte, y seguramente igual de letal. Tiene cabello castaño, del color del chocolate, sus facciones son rudas pero igual de hermosas que Lyon, y sus ojos son de un color miel, casi dorado.

¿Qué les dan a estos hombres que se ven tan bien?

Está vestido igual que Lyon solo que él lleva una camisa negra que tiene abierta dos botones en la parte superior, dejando a la vista parte de su pecho.

- Así que ¿porque esos athiktos te perseguían? – dice Marcus, mientras se sienta en el filo del escritorio.

- ¿Qué por qué?, yo que sé. Ustedes deberían saberlo, yo soy simplemente una vendedora de libros común y corriente.

- No creo que seas tan común como dices, o de otra forma esos athiktos no te estarían persiguiendo. Debes saber algo que es por lo que te querían. De seguro hiciste un trato con alguno de ellos.

Su acusacion me deja sin palabras.

¡Este hombre pensaba que yo tenía tratos con esas criaturas!

Me levanto de golpe, parándome frente a él.

- ¡No digas idioteces!, ¡yo ni siquiera sabía que rayos eran esas cosas! ¡Qué diablos tienes en esa cabeza para pensar algo así¡ - grito tan fuerte como los pulmones me lo permiten, tengo tantas ganas de golpearlo solo por pensar eso, especialmente quería golpearlo donde más le duele, así que para evitar eso, lo único que hago es apretar los puños y mirarlo con la mirada más fuerte que tengo.

Como si intentara desafiarme a intentar golpearlo, da un paso más cerca de mí, está tan cerca que puedo sentir su cuerpo, y especialmente su fuerza y ferocidad.

No me dejaría intimidar, pero en el momento que siento que va a dar otro pasó más cerca, sin poder detenerme doy un paso hacia atrás.

Estrechando los ojos, continúa acercándose mientras yo sigo retrocediendo, hasta que choco con una pared. Estoy acorralada.
Con una sonrisa triunfante da su último paso y coloca sus manos en la pared a cada lado de mi cabeza.

- Creo que debería enseñarte quien manda aquí, aunque debo reconocer que eres bastante valiente o lo bastante estúpida como para mantenerme la mirada y no salir corriendo a pesar de estar acorralada. Aunque retrocedas, veo que no me tienes miedo – susurra cerca de mi oído.

Tratando de alejarlo, coloco mis manos en su pecho y empujo lo más fuerte que puedo, Marcus no se resiste y se aleja, retirándose hacia su escritorio. Mientras regreso a mi lugar puedo ver como Lyon me mira y tiene sus puños cerrados, desviando su mirada toma asiento en su lugar y mira a Marcus.

- Eso no era necesario – gruñe – ya te dije que no tenían nada que ver con esos athiktos.

- Lo sé – Marcus desvía su mirada de Lyon hacia ningún lugar – solo quería comprobarlo

El silencio llena la habitación y la casa completamente, parece que quien está escuchando música se ha cansado y apagó el equipo.
Pasan varios minutos hasta que por fin Marcus se acomoda en el asiento y se reclina hacia el escritorio.

- Pues bien, creo que tenemos un problema. Para tu mala suerte... – se dirige a mi – no podemos borrarte la memoria, ni siquiera puedo entrar en tu mente. Así que desde ahora serás una "huésped" permanente hasta que sepamos porque esos malditos athiktos te querían.

Luego desvía la mirada y se dirige a Lyon

- Frater, te pongo a cargo de la averiguación, ponte en contacto con Freya y Gillian para que te ayuden, son buenos rastreadores cuando se trata de encontrar respuestas.

Levantándose de su asiento, Marcus camina a la salida, sin antes regresar su mirada hacia mí.

- Bienvenida al Scholeio y perdón por lo de antes, no fue mi intención hacerlo – con una mirada arrepentida como la que pone, nadie se puede negar, así que lo único que hago es asentir. – Si necesitas algo o preguntar solo dilo, estaré encantado de ayudar en lo que pueda - Hace una reverencia y sale de la habitación.

Totalmente perpleja por su cambio de actitud, me quedo sentada tratando de saber que es lo que pasó en esos pocos minutos, y ordeno mis ideas.

¿Voy a vivir aquí?

- Eva...- sacándome de mis pensamientos, Lyon se coloca frente a mi - ¿Escuchaste lo que dije?

- Oh, lo siento no.¿Podrías repetirlo? – Lyon se agacha y coloca su mano encima de la mía.

- Yo sé que esto es perturbador, pero es lo mejor, así te podemos tener vigilada y nadie te hará daño – en su mirada se vé tanta preocupación que me derrite totalmente.

- Así que... viviré aquí, ¿y Alison?

- Ella tendrá que regresar a su propia vida, se le borrará la memoria y será como si tú hubieras renunciado a tu trabajo por lo que ya no te verá en la librería. No te preocupes, estará bien, también es lo mejor para ella.