El solsticio de verano
Darleen
En cuanto me termine de recuperar al cien por ciento subí a la tierra con un par de muy malas intenciones dentro de mi cabeza rodándome como si fuera una maldita loca.
Wrath había estado utilizando a sus espías para estarme informando de lo que pasada en el palacio y sobre todo de lo preocupados que comenzaban a ponerse algunas personas con mi ausencia eso claramente era algo que no me olía demasiado bien cuando Wrath menciono que poco se hablaba de mi boda con Jaden y eso lo me hizo sonreí como una maldita loca pero no es para eso que regresé.
Antes de pasar la puerta de la entrada del castillo sentí un gran cambio.
La rabia comenzó a consumirme de poco a poco y entonces prefería no irme por el camino tradicional.
Rodee por fuera el castillo hasta encontrar la entrada del primer jardín e ir caminando lentamente por un costado escondiéndome entre las sombras que provoca el sol en algunos rincones del jardín. Aun es temprano como para que las personas que viven aquí estén despiertas y eso me da demasiados puntos buenos a mi favor, pero no del todo cuando ese maldito hedor llego a mi nariz provocando que todo dentro de mí se convierta en rabia.
Me hubiera gustado nacer en otra época, en otro cuerpo y en una familia que no fuera tan malditamente disfuncional como ahora mismo lo es.
Adalyn tendrá que darme demasiadas explicaciones que posiblemente no le alcance la vida para hacerlo, pero al menos le daré la oportunidad de intentarlo antes de que termine con mi paciencia y le rompa el cuerpo para después sacarle el corazón y que por un momento deje de atormentarme desde lo más profundo de mis pensamientos.
Una vez dentro del castillo a la primera persona que me encontré vagando por los pasillos en donde están los cuadros familiares fue a Bain con una botella de sangre entre sus manos. Las personas nunca cambian aun teniendo terceras y cuartas oportunidades para hacerlo, por alguna razón su relación con Adalyn termino por romperse y ahora busca consuelo en su hermana mayor quien lo quiere lejos y al menos tiempo cercas de ella.
—Debería de preguntarte que haces, pero creo que tengo mi respuesta, ¿verdad? —hable entre las sombras haciéndolo saltar y soltar la botella regando toda la sangre en el piso asqueándome por completo. Nunca terminare de entender por qué no cazan su propia comida en vez de guardarla.
—¿Hace cuánto tiempo me has estado observando desde las sombras? —me pregunto en voz baja y apagada.
—No es para tanto, Bain, acabo de regresar y tú solo haces que me quiera volver a ir.
—Deberías de agradecerme que sigo aquí.
—¿Crees que te lo mereces después de todo lo que has estado haciendo?
—No y sí.
—Una verdad y una mentira, ¿quieres que te diga cuál de las dos es la verdad y cuál es la mentira, Bain? —Nuestras miradas son tan potentes que mi hermano tuvo que bajar la mirada observando la sangre que derramo por idiota—. No me hagas arrepentirme de sacarte de tus malditos errores de nuevo, Bain, si no haces tratos con tu madre haces tratos con los hermanos Romanov, ¿cuándo aprenderás a quedarte con los tuyos?
Quizás nunca aprendas, pero tendrás que hacerlo en algún punto de tu vida.
Bain ni siquiera tuvo el valor para levantar la vista y volverme a mirar directamente a los ojos.
Él conoce mejor que nadie que puedo hacer si me hace enojar lo suficiente como para que ahora si cumpla una de mis tantas amenazas hacia su persona.
Si no fuera por qué él en muchas si no es que en miles de ocasiones siempre estaba presente o interrumpía mis muchos intentos por desaparecer de la faz de la tierra a Abigail ahora mismo solo seríamos los tres hermanos Kane y no los cuatro hermanos Kane.
Adalyn y Charlie deberían de estar demasiado orgulloso de que sus cuatro hijos y su primera nieta vivan bajo el mismo techo después de tanto tiempo la paz aquí jamás había gobernado tanto como ahora mismo lo hace.
Mire sobre mi hombro y observe al ratón de Lara mirarnos como si fuera una niña pequeña intentando saber lo que pasa en su casa. ¿Por qué será que los ratones siempre son demasiados curiosos que cuando menos te das cuenta escuchan todo, pero no pueden decir nada? Regrese mi mirada la frente y Bain medio levanto su mirada antes de que yo cerrara mis ojos e intentara no perder la cordura con él por milésima vez.
—Limpia tu desastre —le ordene— y cuando termines dile a Dimitri, Laurie y Alexia que los quiero en mi habitación lo antes posible, ¿puedes hace eso bien, Bain?
Él asintió antes de que su pregunta llegara a mi cabeza.
¿Y qué harás con Rhysand?
—¿Él está aquí? —le pregunte y volvió asentir—. Bien has lo que te he pedido y cuando estén todo a fuera de mi habitación tu harás que el ratón de tu hermana menor no se interponga en nuestro camino o ambos tendrán un final terrible, ¿me comprendes?
—No soy idiota, Charlotte, se lo que me conviene y lo que no.
—Pues al parecer haces siempre lo que no te conviene querido hermano mío.
—Debo de parecerme más a ti que a nuestra madre ¿no lo crees querida hermanita?
—Dirás tú madre ya que nuestra relación no es tan buena como la suya.
—Por qué siempre intentas llevarle la contra tal vez sea por esa razón que no son amigas.
—Tengo demasiados enemigos como para querer tener más amigos de los que ya tengo, Bain, deberías de aprender que tus amigos siempre terminan siendo tus enemigos y tus enemigos tarde o temprano siempre terminan siendo tus amigos —sonreí o eso intenté hacer—. No lo olvidéis.
🦇🖤🩸
Dos días han pasado desde que regrese al castillo y el caos regreso de golpe.
Adalyn me grita desde el otro lado del castillo que me hubiera quedado en donde había estado estas tres últimas semanas en las que mi hermana me había necesitado y yo siempre dejándole bastante claro que no es mi hermana, aunque se parezca de ella.
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Editado: 02.09.2022