Saga Blackdalion

2- El León Rojo

Tres niñas de diferentes edades estaban sentadas sobre los restos de un muro en las cercanías de una pequeña ciudad , una de ellas cargaba un bebé mientras escuchaban atentamente a la joven que les hablaba.

-Enseguida vuelvo, voy a buscar algo que nos sirva de transporte y regreso. Va a ser más fácil si voy sola. Espérenme aquí. – dijo con un tono de voz imperativo y las niñas asintieron aferrándose a los bultos que llevaban.

Un par de horas después, cuando la joven regresó ,se encontró a las niñas llorando desconsoladas.

-¿Qué sucedió? –les preguntó alarmada

-Nos asaltaron – contestó la mayor

-¿Están bien?

-Sí nos defendimos , pero se llevaron todo – respondió otra niña y entonces la joven percibió una ausencia.

-¿Y Vera ? - peguntó al límite de la desesperación

-La acostamos a dormir en el canasto, se lo llevaron – respondió pálida la mayor y entonces Nayla supo que verdaderamente le habían robado todo.

Dominick Navarre había pasado unos meses en su casa con sus cuatro hermanas y madre pero no había tolerado tanta atención y berrinches femeninos y se había marchado ,aunque tenía que ocuparse de sus tierras ,por el momento, su madre administraba todo bastante bien y eso le daba libertad para viajar un tiempo más.

Estaba aburrido y desganado, no había ninguna batalla para pelear, claro que se alegraba de la paz actual , pero era un guerrero después de todo. Además su amigo Kyrios , compañero inseparable de aventuras estaba haciendo buena letra y llevando vida hogareña , sobretodo después del nacimiento de su primogénito Caleb.

Así que Dom viajaba solo y sin rumbo fijo pensando qué haría con su vida.

El fuego que se reflejaba en su cabello castaño rojizo también ardía en sus venas así que ,cuando los asaltantes lo atacaron por sorpresa , se encontraron a un Dominick muy mal humorado.

Acabó rápidamente con tres y uno escapó, al revisar las cosas de los malhechores encontró distintos objetos de valor, seguramente productos de otros robos , pero se llevó una gran sorpresa al encontrar un bebé entre el botín. Una pequeña niña en un canasto que lo miró fijamente cuando él corrió las mantas que la cubrían .

"¿Qué hacían esos hombres con la criatura?¿ La habían robado o era de alguno de ellos?"

Lamentablemente ya no tenía a nadie a quien preguntar, luego haría las investigaciones pertinentes pero lo más urgente era atender a la pequeña y sólo se le ocurría un lugar donde ir.

El Castillo de los Cerezos era el lugar ideal para un bebé, allí estaban las dos personas que más admiraba y quería además de su propia familia.

Sabía que una joven de ojos grises cuidaría de la pequeña con la misma devoción con que amaba a su propio hijo.

Sí , el Castillo sería el mejor lugar para la niña, así que Dominick acomodó el canasto delante de él, abrigó a la niña con su propia capa y se dirigió confiado hacia el hogar de sus amigos.

Extrañamente aquel contratiempo inesperado le aligeró el ánimo. Al menos tenía algo que hacer, rescatar a una pequeña, muy pequeña damisela.

Después del estupor inicial de ver llegar al pelirrojo caballero con un bebé y escucharlo narrar lo sucedido , Elady se hizo cargo de la situación. Tomó a la niña y se la llevó para cambiarla y alimentarla pero antes de retirarse se dirigió a Dominick con la misma determinación que había mostrado al salvar a su marido

-No podemos hacernos cargo de ella, pueden quedarse aquí pero tú tendrás que encargarte de la niña – dijo Elady y Dominick y Kyrios la miraron atónitos mientras se alejaba sin darles tiempo a responder.

-Por favor Kyrios...- suplicó el pelirrojo volviéndose hacia su amigo

-Dom ya tenemos demasiado con Caleb, un niño requiere mucha atención, no podemos hacernos cargo de otro – explicó poco convencido ya que aún estaba desconcertado por la respuesta de su esposa.

-Pero si Caleb es muy tranquilo , podrías hacer de cuenta que tienes gemelos...

-No tengo gemelos , Dominick. Y Cal no es siempre tan tranquilo- como si su padre necesitara ayuda para defender sus débiles argumentos el pequeño Caleb le tiró de un mechón de cabello con su pequeña mano- ¿Lo ves ? – preguntó Kyrios triunfante.

-Eres mi amigo...

Kyrios estaba a punto de ceder pero había visto la advertencia en la mirada plateada de Elady. No sabía que era lo que se traía entre manos su esposa pero no pensaba desafiarla, le había costado demasiado lograr su felicidad como para echarla a perder. Después de todo Dominick era fuerte y podría salir adelante por sí solo, no podía dejar que su lastimoso tono de voz lo convenciera.

-Lo siento Dom, puedes quedarte aquí pero tú deberás encargarte de la niña, es tu responsabilidad . No nuestra.

-Estás vengándote por las bromas que te hice cuando te convertiste en padre . ¿Verdad?

-Dom es tu deber.

Dominick no rehuía a la responsabilidad así que asintió con un gruñido y no volvió a protestar , ni siquiera cuando Elady volvió con la niña y la dejó en sus brazos.

Dominick decidió instalarse en el Castillo, si debía hacerse cargo de la niña se quedaría allí. Sabía que Elady lo ayudaría, más allá de lo que había expresado anteriormente, y por otra parte tendría la ayuda de Kyrios para averiguar la identidad de la pequeña.

Además ni se le ocurría regresar a su casa con la bebé, por un lado porque estaba muy lejos y por otro imaginaba los comentarios de su familia...sobretodo su madre que encontraría la forma de obligarlo a quedarse con la niña. Nada más alejado de las intenciones del guerrero.

Seguramente Dominick hubiese huido del Castillo si hubiese intuido las peligrosas ideas que cruzaban por la mente de la Señora del lugar.

Después de instalar a Dom , Elady se retiró a su habitación para meditar sobre los últimos sucesos .Pronto se vio interrumpida por su esposo.




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