CONTINÚA... EL DÍA NO HA ACABADO...
Ryder terminó de un trago su copa de champaña. Buscó con la mirada a su enigmática secretaria, no aparecía por ningún lado, guardó su mano libre frustrado y confundido por la que había pasado esa noche.
Lena Kuztnikova, podía describirla como una mujer extraña, con una manera de vestir que ni siquiera tenia un estilo definido, era demasiado delgada para su estatura y ahora sabia el porque. Su piel estaba muy pálida para el violento sol texano, eso le decía que no disfrutaba del aire libre. Una mujer sola, completamente solitaria rodeada de una coraza de la que nadie tenia acceso. Esa Lena Kuztnikova que él conocía como una excelente secretaria y asistente, era una reconocida bailarina que se habia retirado hacia algunos años. ¡La primera bailarina de una de las mejores compañías de ballet del mundo!
Uno de los directivos de la fundación se mostró muy satisfecho al hablar de la prima ballerina rusa que había dejado su retiró para actuar esa noche para los miembros de la fundación y sus mecenas.
- Fue muy difícil hacerla salir de su encierro - le dijo bajando la voz -, tuvo que ser internada en una casa de descanso. La ultima temporada que tuvo alrededor del mundo fue demasiado para su delicada salud.
- ¿Estaba enferma? - Preguntó sin dejar de pensar en la extrema delgadez de la que seguía siendo su secretaria a pesar de haber descubierto su secreto -, ¿Qué dijeron que tenia?
- Agotamiento - respondió con lastima -, pobrecita desde que era una niña no ha parado de bailar. El descanso parece haberle sentado bien ¿No cree usted señor King? Quizá pronto volvamos a tener noticias de ella. Su presentación de la fundación puede ser su regreso a los escenarios.
Llevó la copa a sus labios y no hubo una gota del refrescante liquido espumoso. Apretó el largo tallo de la copa y este se rompió entre sus dedos. No entendía porque se sentía molesto con toda esta situación, no había motivo para que Lena le hubiese hablado acerca de su pasado, hada de eso servia para el empleo que ahora tenía, para él hubiese sido un dato que no habría tomado en cuenta. Frunció el ceño, aún así le molestaba haberse enterado de esa manera sobre las aptitudes extraordinarias de su empleada más cercana. Le habría dado igual, a él sólo le interesaba que las personas que contrataban en Construcciones King, fueran competentes para hacerse cargo del trabajo que hacían. Lena era más que competente en su trabajo, no tenia una queja de ella.
- ¿Estas bien Ry?
El aludido miró las piezas en su mano y después a su hermano que le veía preocupado.
- No, creo que debo irme - caminó hasta la mesa más cercana dejando la copa rota.
- ¡Ry, espera!
Panther lo alcanzó caminando con él hasta la salida de la mansión.
- ¡Joder! Si tú te vas, yo también me voy - le dijo -, no quiero seguir soportando toda esta mierda.
Ryder asintió y al salir le pidió al empleado de la puerta que le consiguiera un taxi.
- ¿Qué pasa hermano? - inquirió curioso -. Desde que terminó el ballet te veo distraído.
No quiso responder de inmediato, se dio su tiempo mientras buscaba la manera de salir del estupor que todavía le confundía.
- ¿No has notado algo raro en la bailarina? - Preguntó sin mirarle.
- ¿La bailarina? - Panther frunció el ceño mientras hacia memoria -. No, creo que me equivoque al decir que era una rusa gorda o insípida moviéndose con la gracia de una princesa de cuentos de hadas adormilada. Era guapa, no voy a negarlo, la mayoría de mujeres rusas son atractivas. También nos deleitó con un baile magistral.
- ¿Un baile magistral?
- Esa bailarina tiene unas tablas magnificas - dijo asintiendo seguro como si supiera de lo que hablaba -, su entrenamiento desde niña debió haber sido con uno de los grandes.
- ¿Tú qué sabes de esto?
- Bueno - apartó la mirada de su hermano algo cohibido -, desde hace tiempo que tomó clases de baile, tú sabes que siempre me ha gustado.
- Si, lo sé - asintió con una leve sorpresa -, fue la primera pelea que tuviste con nuestro padre.
- Y todavía no se termina.
Ryder asintió bajando la mirada hasta sus costosos zapatos italianos.
- Ella, la bailarina, ¿Te ha gustado? - Inquirió curioso -, ¿Quieres que volvamos para averiguar más de ella?
- ¡No! - respondió apurado impidiendo que su hermano le tomara el brazo para regresarlo a la fiesta.
Panther lo miró cambiando drásticamente al expresión en su rostro. Suspiró y metió las manos en los bolsillos de sus pantalones. Miró hacia el camino libre de lujosos autos esperando la llegada del taxi.
- ¿Vas a decirme que pasa Ry?
El rubio miró a su hermano.
- Es ella - dijo titubeante -, se parece mucho a alguien que conozco.
- ¿A quién? - regresó su mirada con sorpresa - ¿La conozco yo? No puedo recordar que alguna de nuestras conocidas tenga nombre ruso.
- Mi secretaria.
- ¿Tu secretaria? - Elevó la voz con sorpresa -, ella no es... Bueno, no le he prestado mucha atención. Ella apenas levanta la cara cuando voy a verte a tu oficina.
- Se llama Lena Kuztnikova, ¿no te parece un apellido y un nombre muy similar?
- Que puedo decirte Ry, siempre se pueden confundir los apellidos y los nombres sobre todo cuando son casi iguales.
- No, Panther - negó con la cabeza -, Lena es esa bailarina que nos deleito con ese magistral baile. Estoy completamente seguro.
- ¡Vamos Ryder! - Exclamó divertido -, debiste haberte confundido. Estoy casi seguro que tú tampoco has notado mucho a tu pobre secretaria. Puedo asegurar que ni siquiera te mira a los ojos, ¿Cómo puedes entonces decir algo así?
- Esta mañana me dio por mirarla - le confió algo avergonzado -, fue como si la curiosidad acerca de ella se despertara en mí. No lo sé, de pronto me di cuenta de que no la conocía bien en realidad, a pesar de confiarle los asuntos y movimientos mas importantes de Construcciones King.